El Salvador rompe relaciones con República Árabe Saharaui
El nuevo presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció que rompió relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática, nación que reclama a Marruecos el territorio del Sahara Occidental que perdió tras la invasión de 1975.
Bukele, que asumió el 2 de junio pasado, anunció a través de la red social Twitter que la ruptura se decidió luego de haber alcanzado un acuerdo diplomático «de cooperación» con Marruecos.
«Este día hemos decidido dar por terminadas nuestras relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática. Es decir, El Salvador rompe inmediatamente relaciones con ellos y al mismo tiempo hemos firmado un acuerdo de cooperación con Marruecos», afirmó.
Bukele justificó que la relación con los saharauis, establecida en 1989 aunque a nivel de embajadores en 2010, había «debilitado» los vínculos con Marruecos y «con todo el mundo árabe».
Opinó que la decisión de establecer relaciones con la República Árabe Saharaui «no tuvo sentido» y evaluó: «no sé por qué lo hicieron, me imagino que fue por cuestiones ideológicas y no por cuestiones reales o de diplomacia real».
Agregó que, cuando decidió establecer relaciones diplomáticas con los saharaui, El Salvador «de alguna manera reconoció a una república que no existe, que no tiene ni territorio, ni personas y que es una república virtual».
Con esta decisión, dijo el mandatario, El Salvador se está «abriendo a relaciones diplomáticas reales y duraderas con todo el mundo árabe y, en especial, con Marruecos».
El acuerdo con Marruecos es «excelente», dijo, e incluye «apoyo en muchas áreas, como en agricultura y salud, y beneficiará al crecimiento económico del país».
En respuesta a esta decisión de Bukele, el movimiento independentista saharaui Frente Polisario señaló «que esperamos sea pasajera, porque a los saharauis les asiste el derecho y la razón».
Aún así, expresó su «gratitud al pueblo salvadoreño y al conjunto de sus fuerzas políticas por la solidaridad y el apoyo» a su país y a su «causa justa».
El Sáhara Occidental, antigua colonia española, fue ocupada por Marruecos y Mauritania en 1975. Cuatro año más tarde, Mauritania renunció a sus pretensiones territoriales tras firmar un acuerdo de paz con el Frente Polisario.
En 1991, la ONU logró frenar la lucha armada entre el movimiento de liberación nacional saharaui y Marruecos en 1991, cuando, a cambio de que el gobierno marroquí llamara a un referendum que, hasta hoy, no se cumplió.
En aquel momento, la Organización de Naciones Unidas hizo hincapié en el derecho del pueblo saharaui a la libre determinación.