Marx en Martí (parte IV): Lucha de Clases - Por Orlando Licea Díaz
"¡Es la batalla de siempre!: todos los poderosos aliados con los que viven de sus migajas".
07 julio, 2019
category: FORO DEBATE
Si algo resulta notable e interesante en la obra de José Martí, es la interpretación y el uso creativo de un concepto que, si bien no es exclusivo del marxismo, fue este quien lo introdujo en el vocabulario de la ciencia política, al considerarlo el motor de la historia. Karl Marx y Friedrich Engels, en el Manifiesto Comunista (1848), afirmaron que “la historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases”.
Y José Martí, en el artículo “El Año Nuevo”, publicado en el periódico “Patria” de Nueva York, el 5 de enero de 1894 expresó:
“el choque trágico e inevitable del egoísmo desidioso y la abnegación activa, que es, a fin de cuentas, la historia toda del mundo” OC T3 P23
¡Es la batalla de siempre!: todos los poderosos aliados con los que viven de sus migajas, contra los previsores, amigos de los débiles.
¡Es la batalla de siempre!: todos los glotones de hoy, Don Tierra y Don Panza, contra los espíritus desinteresados y fervientes, sin más sueldo que el placer de hacer bien, que es una sabrosísima paga. OC T10 P393
¿Mera coincidencia casual? ¿Conclusión paralela a la de Marx, y sin vínculo entre ellas?
¿Nueva escuela política y filosófica? Lo que sí hay que señalar, aparte de la coincidencia, es el énfasis en lo subjetivo, lo que da un carácter complementario y enriquecedor a la concepción tradicional de clase, basada en los aspectos objetivos -fundamentalmente económicos- de la vida social.
La teoría política martiana no desconoce los aspectos objetivos, sino que los incorpora a la tradicional concepción basada en lo económico, incluso nos habla Martí, sistemáticamente, de la clase burguesa y del proletariado.
“de los dos componentes rivales de la nación norteamericana, del burgués pospuesto y el caballero hacendado” OC T3 P26
“un movimiento nuevo, producido por el comercio, hace surgir con relativa influencia a la burguesía criolla y peninsular; de los conquistadores sólo quedan sus descendientes y sus recuerdos; los gremios pierden su importancia, como la pierde el poder teocrático, y se perciben ya los precursores de la independencia.” OC T7 P384
En esta cita, señala con certeza la aparición de la burguesía en nuestras tierras americanas, y utiliza, para caracterizarla, su posición económica.
Muy interesante resulta el análisis que hace de la situación política de la España monárquica de su época, y de su posible cambio hacia una república burguesa.
“Y así se hizo. Gambetta habló a mil personas, todas ellas pertenecientes a la burguesía, entre las cuales divisábanse apenas cincuenta hombres vestidos de blusa. Ya allí comenzó a crecer la ola, a oscurecerse el cielo, a armarse el rayo, a rugir la tempestad que se desató luego. Veinte mil obreros: contenidos a la puerta de la asamblea por un fuerte cuerpo de policía armado, amenazaban con su ira y castigaban con sus injurias a los que habían logrado entrada.” OC T14 P47
Afirma Martí la necesidad del triunfo burgués, como elemento de transición, que España no está aun madura para la revolución proletaria. Esta revolución proletaria, que proclamase el mismo Martí en otra parte de sus análisis históricos, tendría que esperar, hasta nacer en la tierra americana, con el socialismo del siglo XXI:
“Falta de esas Cortes el elemento sano y pujante que domina a España y sobrepuja a los demás elementos que en su seno combaten por un absoluto predominio, -El elemento medio, trabajador y acaudalado,- la generosa y honrada burguesía. OC T14 P94… Repele
España toda experiencia de gobiernos ideales y quiméricos, que lleven a la gestación de los negocios nacionales unas cuantas teorías seductoras, rencores concretos y odios enfermizos; pero, así, con envidiable buen sentido, se niega a considerar y estimar fórmulas nacidas de miserias e iras extranjeras… OC T14 P95
Más que otro alguno de los grupos republicanos militantes parece satisfacer esta aspiración el grupo que encabeza Ruiz Zorrilla, encarnación singularmente típica de la clase social a quien toca en turno la gobernación y representación de España. Honrado, perspicaz, humilde, rico y enérgico, caracterizan a su política los resultados naturales de estas condiciones, que son las de la clase hoy dominante en el pueblo español; de aquí su influjo: sólo gobierna a los pueblos quien los refleja.
Mas el desembarazo, novedad, sanidad y pujanza de la política burguesa encarnada en la serena intrepidez, sensata cautela e incontrastable energía de Ruiz Zorrilla, no cuadran a los propósitos interesados y personales de las agrupaciones republicanas y monárquicas que hacen, a par de él, la campaña republicana. OC T14 P95
Este extracto de uno de sus artículos, constituye una aplicación magistral del concepto lucha de clases, en las condiciones históricas concretas de la España monárquica de entonces. Era necesaria la república burguesa, antes de que se pudiese intentar la proletaria. Esta postura lo hermana con el pensamiento leninista. Y si lo anterior es válido para España ¿Qué no sería en el caso de Cuba?
“En un día no se hacen repúblicas; ni ha de lograr Cuba, con las simples batallas de la independencia, la victoria a que, en sus continuas renovaciones, y lucha perpetua entre el desinterés y la codicia y entre la libertad y la soberbia, no ha llegado aún, en la faz toda del mundo, el género humano” OC T3 P304
Y en este mismo artículo, un poco más adelante expresa:
“No menos bello, ni de menos poder, el día Diez de Octubre, era ver trabajando sin paga a los cubanos obreros, todos a la misma hora, todos recién salidos de sus tristes hogares, por la patria, ingrata acaso, que abandonan al sacrificio de los humildes los que mañana querrán, astutos, sentarse sobre ellos” OC T3 P304
Y veremos a continuación, las peculiares, certeras y reales concepciones acerca del proletariado:
“publica el “Proletario”, periódico que destina a la educación moral de la clase obrera. No a lisonjearla servilmente: a educarla en principios sanos y severos.” OC T6 P346
¿Qué conviene? ¿Procurar la circulación del “Proletario” o contribuir a su vida azarosa y a su muerte?
Matarlo, impedirlo, ahogarlo, abandonar al obrero a sus resentimientos y alejar de él las palabras de paz; dejar que en él fomente la soberbia, y mantener dormida a la concordia; mantener a los obreros, torpes, por favorecer a una decena de fabricantes de papel.
¿Cuántos obreros hay en el Distrito? 14 000.
¿Cuántos fabricantes de papel hay? Uno.
¿A quién debemos atender más? A uno: el proteccionismo así lo quiere: así sirve a la patria el sistema prohibitivo. OC T6 P347
Obsérvese el acento martiano en necesidad de la educación política -y también de la educación general, de la educación cultural- de la clase obrera, a la que consideraba como una fuerza tremenda, que tenía -y tiene- de su parte la justicia, y, por tanto, destinada a triunfar en el futuro, pero sin condiciones aún para alcanzar la victoria que le permitiese gobernar con madurez y permanencia. Veamos:
“Así nuestros obreros se levantan de masa guiada a clase consciente: saben ahora lo que son, y de ellos mismos les viene su influencia salvadora. Un concepto ha bastado para la transformación: el concepto de la personalidad propia. Se han adivinado hombres: trabajan para serlo. El estímulo los mantiene; los ocupa el trabajo; la honradez los salvará.”. OC T6 P265
De todos los problemas que .pasan hoy por capitales, sólo lo es uno: y de tan tremendo modo que todo tiempo y celo fueran pocos para conjurarlo: la ignorancia de las clases que tienen de su lado la justicia. OC T5 P101
Está bien consciente Martí de la complejidad de la situación social de la época que le tocó vivir, caracterizada, en política, por la lucha de clases entre los obreros y los capitalistas:
“Estamos en plena lucha de capitalistas y obreros. Para los primeros son el crédito en los bancos, las esperas de los acreedores, los plazos de los vendedores, las cuentas de fin de año. Para el obrero es la cuenta diaria, la necesidad urgente e inaplazable, la mujer y el hijo que comen por la tarde lo que el pobre trabajó para ellos por la mañana. Y el capitalista holgado constriñe al pobre obrero a trabajar a precio ruin.” OC T9 P322
“Para el capitalista, unos cuantos céntimos en libra en las cosas de comer, son apenas una cifra en la balanza anual. Para el obrero, esos centavos acarrean, en su existencia de centavos, la privación inmediata de artículos elementales e imprescindibles. El obrero pide salario que le dé modo de vestir y comer. El capitalista se lo niega.” OC T9 P322
Martí, hay que decirlo por ser cierto, y más aún, porque la historia posterior le daría la razón, pensaba que el movimiento obrero europeo no tenía buen porvenir, entre otras cosas, por el apresuramiento excesivo en la toma del poder político, para lo cual no estaba aún preparado.
“Otras veces, movido del conocimiento del excesivo provecho que reporta al capitalista un trabajo que mantiene al obrero en pobreza excesiva,- rebelase este último, en demanda de un salario que le permita ahorrar la suma necesaria para aplicar por sí sus aptitudes o mantenerse en los días de su vejez.
Pero ya estas rebeliones no son hechos aislados. Las asociaciones obreras, infructuosas en Europa y desfiguradas a manos de sus mismos creadores, por haberse propuesto, a la vez que remedíos sociales justos, remedios políticos violentos e injustos, son fructuosas en Norteamérica, porque sólo se han propuesto remediar por modos pacíficos y legales los males visibles y remediables de los obreros.” OC T9 P323
Llega incluso a escribir que:
“Todo hombre necesitado es un capitalista.” OC T9 P341
¿Querrá esto decir que resulta necesario salir de la miseria, alcanzar la cultura y la cultura política -una cultura nueva-, para ponerse por encima de las convenciones?, y llegar a ser, como expresara el Che, revolucionario, es decir, alcanzar el escalón más alto de la especie. Esta fórmula se actualizaría en el socialismo del siglo XXI o socialismo americano, que viene trazando las pautas del futuro luminoso de la sociedad, como única alternativa viable para la salvación de nuestra especie. Aunque este tema merezca estudio aparte y detenido, veamos al menos dos citas que indican esta posición.
“La educación suaviza más que la prosperidad: no esa educación meramente formal, de escasas letras, números dígitos y contornos de tierras que se da en escuelas demasiado celebradas y en verdad estériles, sino aquella otra más sana y fecunda, no intentada apenas por los hombres, que revela a éstos los secretos de sus pasiones los elementos de sus males, la relación forzosa de los medios que han de curarlos al tiempo y naturaleza tradicional de los dolores que sufren, la obra negativa y reaccionaria de la ira, la obra, segura e incontratable de la paciencia inteligente.
Por educación se ha venido entendiendo la mera instrucción y por propagación de la cultura la imperfecta y morosa enseñanza de modos de leer y de escribir. Un concepto más completo de la educación, pondría acaso rieles a esta máquina encendida y humeante que ya viene rugiendo por la selva, como que trae en sus entrañas los dolores reales, innecesarios e injustos de millones de hombres. Y sería entonces mensajera de vida aquella que ¡guárdenos Dios! se viene encima, a son de tambor de odio, con todos los arreos salvajes de la guerra.”
“No hay más que dos remedios”. Y allí están los remedios a su lado: una mujer de terrible hermosura vestida de rojo, procura atraer la atención del trabajador, que le vuelve la espalda: es la revolución, recurso que sólo ha de tentarse cuando todos los demás han fracasado: del lado opuesto, otra mujer, de belleza serena, enseña la urna del voto al trabajador, que con el Monopolio encima se va hacia ella. ¡Oh! la paciencia es fácil a los poderosos; ¡pero cuánto más meritoria no es en los infortunados! Estos son los héroes de ahora: los que doman sus pasiones. . OC T10 P85
Martí deseaba un cambio pacífico de sociedad, una victoria de los pobres basada en la política y no en la guerra. Sólo mucho más tarde en la historia, con Salvador Allende en Chile, con Chávez en Venezuela y con Evo en Bolivia, se pudo hacer realidad este sueño.
Y conste que Martí no temía a la guerra, toda su vida estuvo organizando una, muy peculiar, con un partido político como gestor, en lo que se adelantó a Lenin. Y, para ser objetivo, ha de decirse que en ocasiones -aunque era su deseo- dudaba de la posibilidad de un triunfo pacífico.
“El monopolio es un gigante negro. El rayo tiene suspendido sobre la cabeza. Los truenos le están zumbando en los oídos. Debajo de los pies le arden volcanes. La tiranía acorralada en lo político, reaparece en lo comercial. Este país industrial tiene un tirano industrial. Este problema, apuntado aquí de pasada, es uno de aquellos graves y sombríos que acaso en paz no puedan decidirse, y ha de ser decidido aquí donde se plantea, antes tal vez de que termine el siglo. Por la libertad fue la revolución del siglo XVIII; por la prosperidad será la de éste.” OC T10 P85
“este trance nuevo del hombre, del cual saldrá, como de todos los suyos, mejorado; esta entrada probablemente violenta, en un estado social amable y justiciero” (OC T11 P172)
“El mundo está en tránsito violento, de un estado social a otro” (OC T5 P109)
Una y otra vez denuncia las injusticias del capitalismo, llamado por su nombre:
“Desde el seguro de una roca empina un capitalista su magnífica cometa, que lleva escritas las palabras “carne”, “harina”, y otras como ellas, y con su gran cola se remonta a gran vuelo por el aire, sin que pueda alcanzarla como pobre trotón que compite con un caballo de carreras, la cometilla desdichada que desde tierra llana empina un trabajador y lleva escrito con letras flacas y hambrientas, la palabra “salarios”,-y por más que el trabajador tira, los salarios no llegan al precio de la harina y de la carne.” OC T10 P85
“Ahora está en pie la gente obrera norteamericana. Demanda cambios esenciales en la organización social. Que sufre, es cierto. De alguien será, pues, la culpa.” OC T11 P292
“El monopolio está sentado, como un gigante implacable, a la puerta de todos los pobres.” OC T10 P84
“Raro don, don excelso, es la justicia. Todo hombre tiene un poco de león, y quiere para sí en la vida la parte del león. Se queja de la opresión ajena; pero apenas puede oprimir, oprime.-Clama contra el monopolio ajeno; pero apenas puede monopolizar, monopoliza. No en balde, cuando el Libro de los hebreos quería dar nombre a un varón admirable, lo llamaba “un justo”.-No desearlo todo para sí; quitarse algo de sí para que toquen a igual parte todos,-es valor que parece heroico, a juzgar por el escaso número de los que dan prueba de él.” OC T9 P479
Tocaría ahora tratar el tema de la aplicación de estos conceptos al caso específico de su patria. La revolución que organizó Martí, estuvo sustentada, desde los primeros pasos, con un concepto claro de las clases sociales, y de los eventos sucesivos imprescindibles, para llevar a la victoria cierta a las clases humildes. Acaso esta razón explique el por qué Cuba llegó primero al Socialismo, a pesar de que fue última en la Independencia. Pero el espacio es una barrera infranqueable a veces, por lo que ha de quedar para otra ocasión.
ORLANDO LICEA
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