La madrugada del 1 de agosto de 2018 varias detenciones simultáneas destaparon la investigación judicial sobre corrupción más grande de la historia argentina. Popularmente se la denomina “causa de los cuadernos”, por estar basada en rigurosas anotaciones del chofer oficial de Roberto Baratta, quien fue la mano derecha de Julio De Vido en el Ministerio de Planificación durante los gobiernos del kirchnerismo.

El chofer Oscar Centeno anotó durante 12 años (2013-2015) todos los viajes de su jefe y otros funcionarios que cargaban y descargaban bolsos con dinero en efectivo, en muchos casos con amplios detalles.

Un año después, hay 174 procesados entre exfuncionarios públicos y empresarios que participaron de este entramado de corrupción y sobornos con eje en la obra pública, que es novedoso por las formas, pero de vieja data en Argentina.

Aunque la prensa nacional hace hincapié en los funcionarios del kirchnerismo involucrados y en la propia expresidenta Cristina Fernández, en la causa figuran varios de los empresarios más poderosos del país, especialmente los del rubro de la construcción. Entre ellos aparece nada menos que el primo de Macri, Angelo Calcaterra, dueño de la constructora de la familia Macri, IECSA. También están los grupos empresarios Roggio y Techint, entre otros.

Sin embargo, con el correr de los meses la causa se fue desarrollando favorablemente para muchos de los grandes empresarios y el blanco quedó puesto sobre la expresidenta Cristina Fernández y los empresarios más cercanos al kirchnerismo.

Hasta ahora hay 30 personas que están bajo el régimen de “arrepentidos”, una herramienta judicial que puede ser muy útil, pero cuando hay sospechas de politización de la justicia se transforma en un poder peligroso y sospechoso, como sucedió en Brasil. Algo similar ocurre con el juez federal que lleva la causa argentina, Claudio Bonadío, y el fiscal Carlos Stornelli, aunque en el caso argentino hay mucho más material probatorio y evidencias.

Se espera que a partir de este lunes haya más novedades de la causa, porque termina la feria judicial.

De lo que prácticamente no hay noticias es del destino que tuvo el dinero proveniente de los sobornos de la obra pública.

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