Más de 50 muertos en un mes por tiroteos masivos
El acceso legal a las armas está generando cada vez más violencia y matanzas en Estados Unidos (Por Ignacio Díaz).
01 septiembre, 2019
category: FORO DEBATE
Ignacio Díaz – América XXI
Aunque tiene el mayor presupuesto militar y en seguridad del mundo, Estados Unidos es probablemente el país desarrollado con mayor nivel de violencia y registro de matanzas con armas del planeta.
Este sábado al menos cinco personas murieron en Texas y más de 20 resultaron heridas porque un hombre comenzó a tirotear indiscriminadamente a los automovilistas que circulaban a su paso. Fue nada menos que el 38° caso de este tipo en lo que va del año y el cuarto en el estado de Texas este mes.
Con este ataque en el último día, agosto superó la cifra de 50 víctimas fatales por ataques a mansalva con armas de fuego.
El Departamento de Justicia considera que existe una matanza cuando el atacante mata al menos a tres personas, por lo que solo esos casos quedan en el registro oficial como “mass killings”.
El mes había comenzado con la matanza del día 3 en El Paso, cuando un hombre asesinó a 22 personas y luego declaró que su objetivo eran las personas de origen mexicano. En un texto que llevaba consigo durante el ataque, el asesino aseguró que su accionar era resultado de “la invasión hispana de Texas”, en referencia a la inmigración latinoamericana.
Contradicciones
Mucho más grave que el denominado “terrorismo internacional”, el multimillonario negocio de la venta de armas provoca un espiral de violencia, muerte y terror que no cesa en Estados Unidos.
Sin embargo, el gobierno actual y la mayoría de los dirigentes políticos de ambos partidos no actúan frente a esta realidad para no perder el respaldo de las organizaciones vinculadas al negocio de las armas o para evitar tenerlas en contra.
Incluso numerosas voces promueven desvergonzadamente una multiplicación del negocio como supuesta solución, bajo la consigna de que si el grueso de la población está armada, respondería rápidamente ante un eventual atacante, reduciendo así el número de muertes.
Insólitamente, en un país donde los ciudadanos financian gastos militares y en seguridad por miles de millones de dólares, están expuestos casi en cualquier lado a ser víctimas de una matanza con armas de guerra compradas legalmente por otros conciudadanos.
Cuando el lucro vale más que la vida, la irracionalidad no tiene límites, ni siquiera en el país con mayor desarrollo económico del mundo.