En un contexto de ausencia de debates de fondo sobre el futuro del país y tras semanas de gran incertidumbre por la devaluación de la moneda y la fuga de capitales, el dirigente Juan Grabois tomó la bandera de la reforma agraria.

Grabois es uno de los dirigentes principales de los llamados movimientos sociales y es el referente de la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Además, forma parte de la amplia alianza electoral que tiene como candidato presidencial a Alberto Fernández, secundado por Cristina Fernández de Kirchner, bajo el lema Frente de Todos.

“Hay un fuerte consenso dentro de los movimientos sociales y populares de que hay que avanzar con una reforma agraria, que implica necesariamente la redistribución de la tierra”, declaró Grabois en el marco de una serie de videos que viene realizando a través de Facebook.

La propuesta del dirigente que también es cercano al Papa Francisco, es que nadie pueda poseer más de 5 mil hectáreas, porque eso supone una “injusticia en el país”. “Queremos que la tierra sea de quien la trabaja”, planteó. Y propuso “la expropiación de 50 mil parcelas, para poder entregárselas en propiedad a los pequeños productores”.

Según su argumentación, este mecanismo es “absolutamente legal” porque “no rompe ninguno de los pactos democráticos y constitucionales” que tiene Argentina.

“Estamos convencidos de que sin una reforma agraria y una distribución de la población en el territorio la Argentina es inviable. Es ridículo que tengamos un país agrario sin población agraria, un país campesino sin campesinos, un país que supuestamente vive del campo, pero en el campo no vive nadie. Y que tengamos a nuestro pueblo hacinado en las ciudades y en los cordones periurbanos cuando tenemos un maravilloso territorio para poder compartir y donde podrían vivir con tierra, techo y trabajo millones de argentinos y mucha gente que quiera poblar esta tierra”, aseguró en el video.

Contradicciones internas

Grabois reconoció que su postura no tiene consenso en el llamado Frente de Todos. Durante los años en que Alberto y Cristina Fernández estuvieron fuertemente distanciados, el kirchnerismo apodó al ahora candidato presidencial como “lobista de las corporaciones”. Una de las figuras claves de los gobiernos kirchneristas, el exsecretario de Comercio Guillermo Moreno, calificó en las últimas horas a Alberto Fernández como un “neoliberal en lo económico” y un “socialdemócrata en lo político”.

Luego de unas elecciones primarias en las que el candidato del peronismo obtuvo 16 puntos porcentuales más que Mauricio Macri, se espera una contundente victoria de Fernández el 27 de octubre y los debates sobre el rumbo de la política económica del próximo gobierno empiezan a asomarse antes de esa fecha. El próximo gobierno asumirá recién el 10 de diciembre.

Lo cierto es que Grabois no dudó en plantear que “la concentración de la tierra es escandalosa”, un fenómeno que aumentó incluso durante el período de gobiernos kirchneristas (2003-2015). El dirigente social aseguró que el 2% de los productores es dueño de la mitad de la tierra productiva y denunció que “ahora la producción está basada en un modelo de red, con pooles de siembra, en el que el 70% de la tierra se arrienda”. “Sus propietarios viven de arriba, la alquilan, es una beca de por vida”, protestó.

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