El Gobierno de Bolivia denunció ante la comunidad internacional que el dirigente cívico Fernando Camacho y el candidato de la alianza política Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, impulsan un plan de golpe de Estado que incluye la toma de la Casa de Gobierno.

La denuncia fue difundida en las últimas horas de este viernes a través de un comunicado oficial de la Cancillería boliviana, al final de una jornada donde se registraron hechos graves como el amotinamiento de policías y una nueva ofensiva de la derecha.

El comunicado recuerda que “ante la confusión generada por las denuncias de fraude en los comicios del 20 de octubre, aún sin pruebas, el Ejecutivo tras un pedido del Tribunal Supremo Electoral (TSE) solicitó a la Organización de Estados Americanos (OEA) una auditoría al recuento oficial de votos, para transparentar ese proceso”.

Allí recuerda que “la auditoría comenzó el 31 de octubre y se prevé que culmine el 13 de noviembre”.

Agrega que “tanto los cívicos que responden a Camacho y los seguidores de Mesa rechazan la auditoría, la que en un inicio aceptaron, lo que devela que las denuncias de fraude solo fueron el pretexto para generar caos y enfrentamiento entre bolivianos con el fin de derrocar al Gobierno constitucional”

“Ambos grupos – cívicos y políticos-, señala el comunicado, día a día impulsan una serie de medidas y acciones antidemocráticas tales como la quema de instituciones, persecución a indígenas, campesinos, obreros, la convocatoria a las Fuerzas Armadas (FFAA) a desconocer al Gobierno y demandar la renuncia del presidente Evo Morales”.

El documento agrega que el Gobierno de Bolivia rechaza todo tipo de violencia y ratifica su confianza en el rol de la comunidad internacional para que coadyuve en la preservación del orden Constitucional en el país.

LECTURA COMPLEMENTARIA:

Bolivia en alerta por el intento de golpe contra Evo Morales

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