¿Cómo hacer tu mascarilla más segura? – Por Carlos Torrealba Pacheco
20 julio, 2020
category: DOCUMENTOS
La calamidad universal que vivimos, denominada COVID-19, que es nuestro principal enemigo, presenta su mayor peligrosidad en el contagio exponencial, ya que de no ser detenida la cadena de transmisión puede llegar al extremo de sobrepasar las capacidades clínicas de cualquier país y sumirlo en un “caos sanitario impredecible”. En todos los países del mundo se han tomado medidas PREVENTIVAS DE BIO SEGURIDAD, entre ellas el uso de mascarillas, distanciamiento social de 2 metros aproximadamente, etc, desinfección de espacios públicos y medidas de seguridad en nuestros hogares, claro, es evidente que en tanto y en cuanto cumplamos con las normas de asepsia sanitaria recomendadas, en esa misma medida las probabilidades de infectarnos se reducirán a su mínima expresión, no obstante, como son tantos elementos a considerar para nuestra protección en el mundo exterior y en nuestros hogares, cualquier desliz, error u omisión que cometamos de manera aleatoria pudiese contagiarnos.
En otras notas, he señalado la falta de una campaña publicitaria en el mundo entero que recomiende el uso de lentes protectores para evitar el contagio con el COVID-19, cuando en realidad está comprobado científicamente que el virus penetra por las mucosas de los ojos, nariz y boca, las cuales presentan condiciones propicias para ello, evidentemente, el uso de lentes implica un costo importante para las personas de escasos recursos en el mundo que son la gran mayoría, por eso a lo largo de estas reflexiones señalaremos una forma práctica y económica para la protección ocular.
Ahora bien, hay una serie de “entendidos y especialistas”, que alertan de que la “mascarilla casera” no es confiable ciento por ciento (100%), pues una vez que se impregna con los fluidos naturales de la persona se crea un campo propicio para que el virus infeccioso haga contacto con las mucosas de la boca o de la nariz , esa alerta llega hasta allí, no hay ninguna propuesta, ninguna alternativa, creando un velo de angustia, incertidumbre, duda, preocupación, etc, es decir, son iguales al médico que es excepcional, brillante y único diagnosticando una enfermedad, pero no aporta ninguna solución y sus pacientes, irremediablemente terminan muriéndose.
El caso de la protección que aportan las ‘’mascarillas caseras”, es digno de especial atención, ya que en el mundo la gran mayoría de las personas, no disponen de los medios económicos para adquirir las mascarillas industriales antifluidos, debido a su alto costo; ante esta realidad y para dar una respuesta práctica a la problemática acá planteada, reconociendo que los ‘’tapabocas caseros” no proporcionan una protección ciento por ciento (100%) confiable por las razones señaladas; como un paliativo que proporcione a la persona mayor protección, proponemos que la mascarilla común y corriente sea recubierta con un plástico transparente, que cubra desde la frente a la barbilla, éste produce una barrera aislante con el medio ambiente que funge como una especie de “máscara anti fluido” y evidentemente obtenemos una mayor protección a las mucosas de nuestra boca, nariz y ojos. Luego, esta adición tiene un costo insignificante y brindaría una protección adicional a millones de personas en el mundo y pudiese salvar innumerables vidas. Muy humildemente con esta breve reflexión en una forma casera, práctica y de poco costo hemos querido dar una respuesta sencilla que permita detener la expansión de la tragedia que azota la humanidad.
“ARAR NUNCA ESA MALO AUNQUE SEA EN EL MAR”