Chile: más de 3000 violaciones de DDHH durante la rebelión
A un año del inicio de la rebelión popular, se conoció un nuevo informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos.
Un nuevo informe del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile señaló que más de 3.000 chilenos y chilenas fueron víctimas de violaciones de derechos humanos durante el estallido social del año pasado que devino en una rebelión popular hasta estos días.
Según el trabajo de esta institución, elaborado en coincidencia con el primer aniversario del comienzo de las protestas, más de 2.500 presentaron querellas contra agentes de seguridad del Estado.
El director del organismo, Sergio Micco, destacó que el objetivo es dar a conocer “avances en materia de verdad, justicia, reparación y garantías para que no se repitan” los hechos.
Micco informó que se presentaron 2.520 querellas contra organismos de seguridad por violaciones a derechos humanos en todo el país.
Destacó que la gran mayoría (2.340) fueron dirigidas contra efectivos de Carabineros, 97 contra militares del Ejército, 34 contra integrantes de la Policía de Investigaciones (PDI) y 49 a “otros”.
En un contexto de apoyo institucional a los Carabineros, el INDH informó que sólo se formalizaron 31 causas y se imputaron a 72 involucrados en violaciones a derechos fundamentales.
Sobre las víctimas, el INDH reveló hubo 3.023 víctimas de violación a derechos humanos, de los cuales 1.810 fueron hombres, 621 mujeres, 336 niños y adolescentes, 132 niñas y adolescentes y 124 los califican como “otros”.
Resaltó la gran cantidad de personas que sufrieron un trauma ocular: 163 personas afectadas, de las cuales 110 tuvieron algún tipo de lesión en el ojo y 32 presentaron pérdida de la visión por “trauma ocular irreversible”.
El INDH es una de las principales organizaciones que denuncia el accionar represivo de fuerzas de seguridad del Estado chileno desde el inicio de las manifestaciones sociales el 18 de octubre del 2019.
La rebelión, motorizada por jóvenes a los que luego se sumaron docentes, profesionales, obreros, artistas, ciudadanos sin pertenencia partidaria, permitió al mundo ver que «el modelo chileno» era, en verdad, producto de la élite gobernante de los partidos tradicionales.
La pandemia quitó de las calles la masividad de aquellas protestas, que llegaron a convocar varios millones de chilenas y chilenos en diferentes ciudades, pero no aplacó las demandas sociales de mejor sistema social, sanitario, económico, laboral, educativo y previsional.
El plebiscito constitucional del próximo 25 de octubre es consecuencia de esta rebelión. Allí las chilenas y los chilenos podrán elegir si cambian o no la actual Constitucional, redactada en 1980 durante la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet.
También podrán optar entre quienes deber encargarse de la nueva constitución, si lo hacen constituyentes elegidos todos por el voto popular o si lo hace una asamblea que combine a legisladores actuales con nuevos constituyentes.
LA NOTICIA EN AUDIO (Voz: Salvatrice Sfilio)
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