Marcha atrás de Bolsonaro con la privatización de la salud
Anuló su propio decreto tras un amplio rechazo en todo el arco político, incluso entre allegados a su Gobierno.
Tras un amplio rechazo en todo el arco político, incluso entre allegados a su Gobierno, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, revocó un decreto que él mismo había firmado menos de 24 horas antes y que permitía la privatización del cordón primario del sistema público de salud.
«El decreto ya fue revocado», anunció Bolsonaro en las redes sociales, luego de enfrentar resistencias entre sus aliados sobre la forma en que se abría una privatización en las unidades básicas del sistema público, garantizado en la Constitución de 1988.
Bolsonaro intentó justificar la firma del decreto al señalar que «tenemos actualmente más de 4.000 salas de atención primaria con obras sin terminar, faltan recursos y el espíritu del decreto ya revocado era terminar esas obras y darles a los usuarios la posibilidad de usar la red privada con la consulta paga por el gobierno federal».
El decreto ahora derogado promovía que el Sistema Único de Salud, como se denomina al sistema de salud público de Brasil, podría estar incluido dentro del Programa de Proyectos de Inversión (PPI).
El PPI es el plan de privatizaciones del Gobierno que quedó trunco este año por la pandemia y la falta de apoyo masivo en el Congreso, incluso entre sectores que apoyan al presidente.
El Sistema Único de Salud atiende al 75% de la población brasileña, ya que un cuarto de ella posee seguros privados de salud y no existen las prestaciones médicas de los sindicatos como sí ocurre en otros países.
El sistema único de salud brasileño es financiado por el Gobierno federal y ejecutado por municipios y gobernaciones y fue creado en la Constitución de 1988 tras la dictadura militar.
La noticia en audio (Voz: Salvatrice Sfilio)
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