Duque y el negacionismo de la extrema derecha colombiana
EL presidente de Colombia culpó al “narcoterrorismo” por las masacres pero guarda silencio sobre los paramilitares.
El presidente de Colombia, Iván Duque, atribuyó al “fenómeno del narcoterrorismo” el aumento de las masacres en el país y volvió a hacer silencio sobre la denunciada participación de grupos paramilitares en estos y otros hechos aberrantes.
Tras dos nuevas matanzas que dejaron 15 muertos, Duque quitó ideología a los hechos que incluyen amenazas a líderes sociales que defienden el derecho a la tierra.
El mandatario dijo que “muchas de las crueles circunstancias de asesinatos colectivos, como los que vimos tristemente en las últimas horas, obedecen a ese fenómeno del narcoterrorismo”.
En un acto con jefes militares, ámbito donde los gobiernos de Colombia muestran todo su ímpetu guerrerista, Duque dijo que el combate a ese tipo de crímenes “no es de izquierda ni de derecha” sino de sentido común.
El jefe del Estado identificó a varios cabecillas de organizaciones criminales y citó entre ellos a Iván Márquez y Jesús Santrich, antiguos comandantes guerrilleros disidentes del acuerdo de paz que el gobierno firmó con las FARC.
El domingo se reportaran dos nuevas masacres, una en Betania, en el departamento Antioquia, en la que murieron 10 personas, y otra en El Mango, Cauca, que dejó cinco víctimas fatales.
El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) informó que en lo que va de 2020 se produjeron 76 masacres en Colombia, en las que murieron 305 personas.
Es cierto que el «narcoterrorismo» recluta paramilitares y guerrilleros disidentes para el comercio de la droga, pero también es cierto que los gobiernos de Colombia niegan la existencia de grupos armados de extrema derecha.
Los paramilitares, que combaten a líderes sociales y que muchas veces son denunciados por sus vínculos con políticos, son grupos armados ideologizados a los que el poder establecido prefiere denominar bandas criminales.
En los últimos años, la Justicia colombiana investigó y procesó a varios dirigentes políticos del Centro Democrático, el partido de Duque y de su antecesor Álvaro Uribe (2002-2010), por los vínculos con los paramilitares.
Sólo entre 2014 y 2018, al menos en tres ocasiones, jueces colombianos solicitaron que investiguen los supuestos nexos entre Álvaro Uribe y los grupos paramilitares. Pero hay más denuncias aún antes de que sea Presidente.
El mismo también rechaza el conflicto armado en Colombia y lo plantea como una guerra; repudia los acuerdos de paz con la guerrilla y considera extremistas a quienes sostienen ideas de izquierda o progresistas.
LA NOTICIA EN AUDIO (Voz: Salvatrice Sfilio)
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