Nuevo Orden Internacional – Por Ángel Rafael Tortolero Leal
20 enero, 2021
category: FORO DEBATE
Desde la perspectiva de un análisis macro, la pandemia por COVID19, implica de manera directa, la asunción de un nuevo modelo de relaciones internacionales, que puedan viabilizar, las posibilidades de curación y defensa ante el letal virus, con el concurso de todas las naciones.
De allí que partiendo de la tesis que señala que: frente las inefables consecuencias de la Pandemia del COVID19, un nuevo orden internacional es urgente para la preservación de la especie humana. Las aproximaciones teóricas me llevan a pensar en términos de geopolítica disruptiva [1] como vía para ratificar, los objetivos estratégicos de una política exterior que esté en correspondencia con el clamor universal de la humanidad por soluciones estructurales para la sostenibilidad de la vida humana.
En ese orden de ideas, la heurística que implica el tema, se plantea desde la aspiración por el desarrollo de un pensamiento dialéctico y diverso en sus epistemes, pero consustanciado con la vida más que con los intereses particulares de los Estados hegemónicos y su política colonizadora.
En consecuencia, a los fines metodológicos correspondientes este artículo se ordena en cinco premisas claves y sus respectivas reflexiones:
1.- La realidades políticas, económicas y sociales que se han develado con la pandemia del COVID-19, dejó en evidencia, la ineficacia del modelo económico neo liberal, para atender a la población en sus demandas de salud, buen vivir y bienestar.
Un claro ejemplo de la certeza de la premisa antes expuesta, es recogido por el informe de la CEPAL, en el cual se señala que: La Pandemia del COVID-19 ha producido la mayor contracción de la actividad económica en la historia de la región. En ese sentido, Alicia Bárcena, (2020) Secretaria Ejecutiva de la CEPAL 2020 recalca, que la crisis demanda cambios estructurales en la organización productiva, el comercio internacional y el actual modelo de globalización». Asimismo la referida Secretaria General señala que los efectos económicos y sociales de la actual crisis derivada del impacto del coronavirus en la región Latino Americana y el Caribe bajo crecimiento, con un promedio de 0,4% entre 2014 y 2019.
En ese contexto, según el citado informe, (NU.CEPAL, 2020), la tasa de pobreza en la región aumentaría en 4,4 puntos porcentuales durante 2020 al pasar de 30,3% a 34,7%, lo que significa un incremento de 29 millones de personas en situación de pobreza. Por su parte, la pobreza extrema crecería en 2,5 puntos porcentuales pasando de 11,0% a 13,5%, lo que representa un incremento de 16 millones de personas.
Sin embargo, en el marco de la actual pandemia, incluso los libertarios más fundamentalistas están exigiendo regulaciones del mercado más estrictas y un papel más activo para el Estado, lo que implica una vuelta al viejo Estado Liberal Burgués y sus diversa formular de resguardo de la riquezas concentrada en los sectores pudientes, en detrimento de las masas de trabajadores asalariados los cuales, diluyen su condición con la división del trabajo y la utopía de la riqueza fácil con el trabajo duro.
Llama la atención, que a pesar del fracaso de la economía capitalista evidenciado en la actual situación en la que se encuentran los países denominados del primer mundo, el mercado allana caminos y establece negocios a partir de la urgente demanda por la preservación de la vida.
En ese orden de ideas, la Carta Encíclica Fratelli tutti del Santo Padre Francisco, (2020) sobre la Fraternidad y la Amistad Social, en este caso, pareciera sentenciar el fracaso del capitalismo y denuncia su ineficacia para el desarrollo de un estadio de felicidad plena de las mujeres y hombres del mundo al decir: «Hay más bien mercados, donde las personas cumplen roles de consumidores o de espectadores. El avance de este globalismo favorece normalmente la identidad de los más fuertes que se protegen a sí mismos, pero procura licuar las identidades de las regiones más débiles y pobres, haciéndolas más vulnerables y dependientes. De este modo la política se vuelve cada vez más frágil frente a los poderes económicos transnacionales que aplican el «divide y reinarás». (2020).
De allí que, la contradicción a despejar es, entre las promesas capitalista de un estadios de confort social para todos y la privatización de los servicios de salud, educación y vivienda. Se derrumba el modelo económico pero persisten los intereses particulares de quienes manejan el poder real e imponen la cultura y se benefician de las desgracias. ¿Democracia en Emergencia? Las mayorías empobrecida en todo el planeta, y las muertes, son un agente regulador para el control de población «no productiva» y por tanto, no consumidoras de los bienes y servicios producidos desde la lógica del capitalismo.
2.- Sólo los pueblos organizados, casados con sus valores y decididos a preservar su historia y ejercer la autodeterminación que le corresponde, han sabido resistir y combatir los golpes imperiales; sobrevivir a los infiernos de sus guerras y superar valientemente los recurrentes ataques y emboscadas económicas, financieras y militares que propician, inspiran y / o ejecutan contra ellos, los dueños del mercado. Parafraseando Nietzsche: «Dios ha muerto» si el Dios del Mercado y la mano invisible que todo lo regula.
No se puede ignorar que los imperialistas, pese a su bestialidad, armamento y sofisticados medios de manipulación, no han podido, ni podrán, borrar de la historia sus fracasos frente a la dignidad y valentía, que inspiran a la grandes mayorías que frente a las consecuencias de la Pandemia, siguen el camino de su libertad.
Hoy es tangible, visible y real que los efectos de los ataques criminales de los imperios sobre los pueblos, por omisión o por acción intencional, independientemente de su raza, credo político o religión, están moviendo los cimientos de la relativa normalidad.
En este orden de ideas, es imperativo destacar los grandes ejemplos de resistencia y dignidad de naciones como Irán, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Siria, Corea del Norte, entre otras, que coinciden en el ejercicio del antiimperialismo, como principio inalienable y en la protección de sus pueblos.
Pero cuanto mayor es la resistencia y el progreso de los pueblos dignos; mayor es la intensidad de los ataques imperiales en su contra, lo que se traduce en campañas mediáticas que imponen historias macabras entre post verdades y más mentiras, para narcotizar a sus seguidores adictos dentro de las naciones, descargándole altas dosis de violencia, negándole la posibilidad para comprender su propia historia; su realidad concreta y la exégesis que se deriva de la vida y sus circunstancias
En este sentido, el mundo está a merced de millones de mensajes; en su mayoría composiciones idílicas, que conducen al receptor a espacios irreales hasta imponer en su conciencia la aspiración a una etapa ilusoria de confort, que prometen exclusividad, distanciamiento y distinción.
Así, cada teléfono celular, por ejemplo, es fuente de este mensaje y cada una de las redes, aplicaciones y programas informáticos, una fábrica de sueños inconmensurables, en su mayoría inalcanzables por los trabajadores, pero no por ellos, inocuos, casuísticos y naturales.
Solo así las clases dominantes y sus bien estructuradas clases media ideologizadas, validan el hostigamiento, los bloqueos y las amenazan de invasión, con las que de ordinario los imperio hegemónicos, secularizan cualquier viso de resistencia catalogándolo de conducta indebida para alcanzar el desarrollo.
En Venezuela vivimos tiempos muy difíciles, porque los imperios y sus seguidores han logrado demoler nuestra economía interna, impedir el libre comercio internacional y bloquear cuentas y activos externos. No satisfechos con esto, intentaron demoler el estado, difamar sus instituciones y mantener la farsa de un gobierno de transición con el cual justificar la continua expropiación de la patria.
3.- Se derrumba el modelo económico pero persisten los intereses particulares de quienes manejan el poder real e imponen la cultura y se benefician de las desgracias; para este sector, no se elige entre alternativas, sino para garantizar la continuidad. ¿Democracia en Emergencia?
Por lo general las elecciones son sinónimo de democracia y libertad, sin embargo, recientemente este precepto de la modernidad, ha sido puesto en dudas, pues a cada proceso electoral que NO favorezca a los candidatos plegados al mandato de los EEUU y la UE, «se le desconoce su legitimidad, aludiendo vicio en el sistema electoral e inculpando a sus autoridades electorales de delitos que nunca o casi nunca son probados ante ninguna instancia judicial». (Tortolero, Foro por la libertad. Caracas 2020)
Por supuesto, el desconocimiento a las elecciones se convierte en un motivador de caos con el que se rompe el hilo democrático y se imponen gobiernos de facto, sin legitimidad de origen, ni apoyo popular.
Es el caso de lo sucedido en el Estado Plurinacional [2] de Bolivia, donde el Presidente Evo Morales, a pesar de haber ganado en primera vuelta con más de 50% de los votos escrutados, fue derrocado por una casta fascista y racista, que bajo auspicio y el apoyo de los EEUU ha hecho trizas la institucionalidad democrática construida por ese pueblo.
Es evidente, que el imperio no da puntada sin hilo, ni dedal y pese que su modelo económico, político y social ha fracasado rotundamente ante la pandemia; no por ello, deja de asediar a toda nación que le contradiga sus afanes por mantener un estado bélico tensional en el mundo, el cual le sirve para saquear e intervenir en los pueblos que sus intereses geopolíticos le indiquen.
En ese orden de ideas, si bien la pandemia del COVID19 ha traído desgracias, muertes y desesperación para todos los pueblos, independientemente del sistema de gobierno u estatus quo que en cada nación rija; paradójicamente, con su infesta presencia, se ha desgarrado el velo de las ignominias gubernamentales del viejo capitalismo «civilizado y moderno» a decir de su engañosa propaganda; y «respetuosos» de las instituciones «democráticas» y presumible «libertad domesticada».
En ese sentido, es pertinente señalar que lo que comenzó siendo en los EEUU y la EU una «Emergencia en Democracia» por los embates del COVID-19 en sus pobladores; resulto en una «Democracia en Emergencia»; herida de muerte pero comprometida con la ejecución de un plan macabro con el cual imponer su hegemonía colonizadora.
Del COVID-19 nadie está a salvo, todas las naciones han sufrido sus letalidad, y quienes negaron o quisieron obviar sus tangibles consecuencias, so pretexto que eran más graves las pérdidas económicas que las vidas humanas cobradas por el virus; no les ha quedado otro camino, que exhibir su incapacidad para gobernar y el fracaso de sus fallidos modelos socio económicos.
En ese sentido, la pandemia ha sacado lo mejor y lo peor de la condición humana, pero más allá de todas las miserias del capitalismo: único responsable de los desequilibrios ecológicos sobre el planeta; está la voluntad de los progresistas; el empeño de las naciones enamoradas de la vida y la férrea voluntad de quienes desde la diversidad han asumido su existencia consagrados por la construcción de un mundo mejor, solo regido por el respeto a su conformación multiétnica y pluricultural, en el entendido que solo la unidad nos hace libres.
Afortunadamente, a pesar de los desmanes del imperio en este siglo XXI, las líneas geopolíticas y el sistema mundo de Naciones Unidas, ha ido cambiando las relaciones de poder y frente a la hegemonía occidental de EEUU y EU, surge como nuevo bloque histórico, alianzas geoestratégicas que señalan que la interculturalidad permite el desarrollo de nuevas oportunidades para la paz y la vida.
En correspondencia al párrafo anterior, Irán, China, Rusia, India, Vietnam, Turquía, entre otras naciones, van desarrollando una senda de oportunidades económicas y de crecimiento sin menoscabos de sus particularidades individuales, a la cual se suma gran parte de las naciones «no alineadas» al hegemónico imperial.
De allí el desespero de los Imperios y la negación de sus propio sistema democrático, el cual solo es sostenido como mascarada en los relatos mediáticos que de ordinario decoran el discurso de la derecha mundial con el agravante que se desfigura ante la pandemia al no poder desmontar el reto histórico que plantea este siglo XXI con la construcción de un mundo distinto al que vivimos.
4.- Las mayorías empobrecidas en todo el planeta, y las muertes, son un agente regulador para el control de población menos favorecida y por tanto no consumidoras de los bienes y servicios producidos desde la lógica del capitalismo.
Harvey, (2014) identifica 17 contradicciones fundamentales del capitalismo, a saber: 1). Valor de uso y valor de cambio; 2). El valor social del trabajo y su representación mediante el dinero; 3) La propiedad privada y el Estado capitalista; 4). Apropiación privada y riqueza común; 5).Capital y trabajo; 6). ¿El capital es una cosa o un proceso?; 7). La contradictoria unidad entre producción y realización; 8).Tecnología, trabajo y disponibilidad humana; 9). Divisiones del trabajo; 10) Monopolio y competencia: centralización y descentralización; 11). Desarrollos geográficos desiguales y producción de espacio; 12). Disparidades de renta y riqueza; 13). Reproducción social; 14).Libertad y sometimiento; 15). El crecimiento exponencial y acumulativo sin fin; 16). La relación del capital con la naturaleza; 17) La rebelión de la naturaleza humana: la alienación universal
Con esta categorización del capitalismo como sistema, el referido autor desmonta el andamiajes discursivo y la praxis de un modelo económico social capaz de producir sus crisis, deconstruir su fachada y a la vez reconfigurar su esencia, sin que por ello se entienda que muere y desaparece.
El ese orden de ideas, señala:
Las crisis son esenciales para la reproducción del capitalismo y en ellas sus desequilibrios son confrontados, remodelados y reorganizados para crear una nueva versión de su núcleo dinámico. Mucho es lo que se derriba y se deshecha para hacer sitio a lo nuevo. Los espacios que fueron productivos se convierten en eriales industriales, las viejas fábricas se derriban o se re convierten para nuevos usos, los barrios obreros se gentrifican. En otros lugares, las pequeñas granjas y las explotaciones campesinas son desplazadas por la agricultura industrial a gran escala o por nuevas e impolutas fábricas. Los parques empresariales, los laboratorios y los centros de distribución y almacenaje al por mayor se extienden por todas partes mezclándose con las urbanizaciones periféricas conectadas por autopistas con enlaces en forma de trébol. (Harvey, 2014, pág. 11)
A eso le llaman progreso, y es hoy lo que se está derrumbándose frente a las consecuencias de la pandemia del COVID19, pues de nada vale el fetiche socio cultural que decora a la modernidad, si la vida se diluye. De allí una oportunidad para un nuevo amanecer.
5.- Un nuevo orden internacional es urgente para la preservación de la especie humana. La geopolítica disruptiva es su única posibilidad, pues en ella se involucra: Multipolaridad, Pluriculturalidad, Autodeterminación e Integración Solidaria y Complementaria de los pueblos y sus gobiernos.
Esta iniciativa se inspira en el urgente reclamo de concebir, constituir, y promover desde la diversidad, la concurrencia de todas las corrientes de pensamiento filosófico crítico, humanístico y científico técnico, con un sentido amplio, democrático y participativo, en concordancia con la misión y visión de un nuevo mundo que está naciendo al fragor de sus contradicciones.
Hoy es menester reconocer, que el contrato social y el Estado del Bienestar que surgieron tras la segunda revolución industrial fueron cruciales para asegurar la prosperidad de la mayor parte de las sociedades en las economías avanzadas y propiciar la Gran Nivelación.
Es necesario repensar y rediseñar ambos en el marco de una geopolítica disruptiva. Nuevos niveles de relacionamiento internacional, que centre la atención en el Estado del Bienestar acorde a las nuevas necesidades sociales. Una nueva geopolítica de los pueblos para la autodeterminación, complementariedad e integración contra hegemónica. Que permita aumentar la productividad, producir la riqueza y distribuir con eficacia a todos los pueblo del mundo.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
Las nuevas formas de trabajo exigen nuevos derechos y relaciones laborales; lo mismo ocurre con la competencia en los mercados de bienes y servicios, que requieren cambios en las regulaciones y derechos de protección de los consumidores, particularmente en lo que se refiere a la propiedad colectiva, el resguardo de la vida y el logro de un más equilibrado.
De allí que el Objetivo 4 del Plan de la Patria (Chavez H. , 2019) legado histórico del Comandante Chávez, cobra importancia suprema:
Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional, en la cual tome cuerpo el mundo multicéntrico y pluripolar, que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria Las condiciones de desarrollo geopolítico del país, el andamiaje construido por el Comandante Chávez, son una clave fundamental para el desarrollo de la presente etapa de la Revolución.
Tal como lo anunciamos al principio de este artículo, es imperativo profundizar la diversificación y consolidar las instancias de integración ante las agresiones imperiales. Nuevos retos y nuevos modos deben surgir por y para la vida., pues de acuerdo a mi criterio, se impone la necesidad de construir un complejo sistema de relaciones entre las naciones, transversalizado por la solidaridad, la complementariedad y la producción del bienestar y buen vivir con las particularidades auto determinadas por cada nación.
Como es natural pensar, esto implica avanzar contra las desigualdades sociales y económicas, que son inherente a las imposiciones hegemónicas del capitalismo neoliberal, como sistema económico, político y social, contraponiendo la asunción de valores correspondientes a la preservación de la Especie; como Ser Humano y como Ser Social activo.
Finalmente, la tesis que he señalado: frente a las inefables consecuencias de la Pandemia del COVID19, premonitoriamente desencadenará en un nuevo orden internacional urgente para la preservación de la especie humana. La naturaleza del tema, desborda sus aproximaciones teóricas, desde lo imperativo que es pensar el mundo, en términos geopolíticos disruptivos como vía para ratificar, los objetivos estratégicos de una política exterior que esté en correspondencia con el clamor universal de la humanidad por soluciones estructurales para la sostenibilidad de la vida humana.
Referencias
Barcena, A. (21 de 4 de 2020). La Pandemia del COVID-19 llevará a la mayor contracción de la actividad económica en la historia de la región: caerá -5,3% en 2020. Comunicación de prensa. Recuperado el 6 de 10 de 2020, de https://www.cepal.org/es/comunicados/pandemia-covid-19-llevara-la-mayor-contraccion-la-actividad-economica-la-historia-la
Chavez, D. (1 de 4 de 2020). El Estado, las respuestas públicas y el día después de la pandemia. Pensar la pandemia; observatorio social del coronavirus. Recuperado el 6 de 10 de 2020, de https://www.clacso.org/el-estado-las-respuestas-publicas-y-el-dia-despues-de-la-pandemia/
Chavez, H. (2019). Plan de la Patria. Caracas: Presidencia de la Repuclica.
Francisco, P. (2020). Fratelli tutti. El vaticano. Roma: Santa sede. Obtenido de https://www.vidanuevadigital.com/wp-content/uploads/2020/10/FRATELLI-TUTTI_espanol.pdf
Harvey, D. (2014). Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo (Traficantes de Sueños ed.). (C. P. Hernández, Ed., & J. M. Madariaga, Trad.) Madrid: Profile Books LTD.
NU.CEPAL. (2020). Dimensionar los efectos del COVID-19 para pensar en la reactivación. CEPAL. Obtenido de https://www.cepal.org/es/publicaciones/45445-dimensionar-efectos-covid-19-pensar-la-reactivacion
Dr. (PhD) Ángel Rafael Tortolero Leal. Profesor Investigador Titular en la UNERG, Diplomático Ex Embajador, Analista Internacional, Miembro del Centro de Estudios Socialistas Jorge Rodríguez. Internacional Bolivariana y Miembro de la Línea de Investigación: Políticas Públicas y Pensamiento Contra Hegemónico. Militante del PSUV.
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