Un tribunal de la provincia de Buenos Aires absolvió y ordenó liberar al excura Carlos Eduardo José, de 62 años, acusado de abuso sexual infantil agravado, con el argumento de que los hechos están prescriptos.

José fue absuelto con un fallo dividido en el juicio que se le seguía por abuso de una alumna del colegio parroquial que dirigía en la localidad bonaerense de Caseros.

El fallo, contrario al pedido de la Fiscalía que había solicitado 20 años de cárcel, generó profundo dolor en la víctima y sus familiares y reavivó las reacción social contra la justicia en caso de abusos y de violencia de género.

El fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 de San Martín, estuvo integrado por los jueces Raúl Luchelli Ramos, Carolina Martínez y Mónica María Carreira (foto).

Las denunciantes, sus familiares y amigos de la víctima, repudiaron el fallo mientras se cruzaron en la calle con un grupo de personas que llegaron al Tribunal para apoyar al exsacerdote.

“Los jueces, los abogados, los que vinieron a defenderlo son cómplices. Cubren a un pedófilo, él ahora sale y vuelve a abusar. De mí abuso 15 años”, dijo la denunciante, Mailin Gobbo, entre lágrimas al salir del tribunal.

Mailín Gobbo denunció al ex párroco en 2017. Desde ese año, el acusado se encontraba en el penal de José León Suárez, cumpliendo prisión preventiva por intento de fuga.

Señalando a las otras denunciantes y víctimas de otros casos de abuso en el mismo colegio San José Obrero de Caseros, la joven recordó que no fue el único caso denunciado.

Otras tres víctimas del sacerdote, que se presentaron como testigos durante el juicio, aguardan el fallo de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, ya que también fueron declaradas prescriptas en instancias anteriores.

Los hechos por los cuales Gobbo denunció al ex cura sucedieron en 1999 y 2008, primero cuando ella cursaba en el Instituto San José Obrero, en Caseros, y luego en su casa, ya que José era de confianza para los padres de Mailín.

Según la agencia de noticias Telam, los magistrados desdoblaron en dos los hechos sucedidos entre 1999 y 2008, según hubieran ocurrido en la escuela o en la casa familiar de la denunciante.

Así, votaron unánimemente por la absolución en el primer caso y mayoritariamente por la absolución en el segundo caso, con el voto en disidencia de Martínez.

El abogado de Gobbo, Héctor Silveira, calificó el veredicto como “impresentable”, “bochornoso” y “una vergüenza”, y explicó que no correspondía la absolución por un hecho “prescripto”.

“El cura nunca lo negó, los hechos están confirmados. Lo que dice es que ahora no lo pueden penar, como si por confesarse pudiera recibir el perdón”, señaló.

El letrado contó que los jueces “partieron los hechos en dos, que es algo que podían hacer”, pero aseguró que “el Juzgado de Garantías y la Cámara ya habían confirmado que no había prescripción».

“Todavía nadie se pone los pantalones largos en la justicia de la provincia de Buenos Aires; gobierne quien gobierne tenemos el mismo procurador que es del Opus Dei y donde está la iglesia, hay prescripción”, afirmó.

Anticipó que «ahora iremos a Casación y si no hay respuesta iremos a la Suprema Corte de Justicia, a la Corte Interamericana (de Derechos Humanos) y donde tenga que ser, para cortar de una vez por todas” la impunidad.