Bolsonaro hace de Brasil un sismo político y sanitario
Dos renuncias claves y varios cambios dispuestos por el presidente Jair Bolsonaro generan una nueva crisis en Brasil, esta vez política, que se suma a la grave situación sanitaria, en medio de un repudio general por el manejo de la pandemia, con hospitales desbordados de más de 3.000 muertos diarios.
Este lunes se conoció la sorpresiva dimisión del ministro de Defensa, el general de reserva Fernando Azevedo e Silva, horas después de que hiciera lo propio el ministro de Exteriores, Ernesto Araújo.
Ambas renuncias se suman a la del general Eduardo Pazuello al frente del Ministerio de Salud hace dos semanas, atravesados por la corrupción y el avance de la pandemia de coronavirus.
El Gobierno intentó hacer ver que estos alejamientos son parte de una decisión del presidente de hacer seis cambios para darle aire a su gobierno, pero la realidad es que se trata de una nueva crisis que sacude las entrañas del Gobierno.
En esta nueva crisis en Brasil no sólo está en juego la falta de respuesta política y sanitaria federal frente a la pandemia sino la necesidad de Bolsonaro de reacomodar filas para evitar un juicio político.
El asesor presidencial y diplomático de carrera Carlos França, especialista en integración energética sudamericana, fue designado como nuevo canciller brasileño.
La voz oficial del bolsonarismo es que el presidente decidió el cambió de seis ministros pero la lectura política es que el mandatario da lugar en su gabinete al grupo conocido como Centrao, la derecha que domina gran parte del Congreso.
Otro dato es que el general Fernando Azevedo, hasta hoy ministro de Defensa, representaba al sector de las Fuerzas Armadas reacio a la política anticuarentena de Bolsonaro.
Otro general fue a Defensa, el jefe de gabinete, general Walter Braga Netto, quien dejará el cargo de ministro coordinador a la mano derecha de Bolsonaro, Luiz Eduardo Ramos.
Ramos era secretario general de la presidencia, cargo que ahora ocupará Flavia Arruda, diputada federal de la derecha tradicional y clave para la negociación con el Congreso, en medio de las presiones para un juicio político.
En el Ministerio de Justicia Bolsonaro puso a un policía federal, el comisario Anderson Torres, en lugar del abogado evangélico André Mendonça, quien regresa a la abogacía general del gobierno.
«Preservé a las Fuerzas Armadas como instituciones de Estado», dijo el ministro de Defensa saliente en un comunicado difundido luego de reunirse con Bolsonaro en el Palacio del Planalto.
En Brasil se interpreta que la jugada de Bolsonaro cayó como sorpresa en el mundo militar, sobre todo porque el mandatario se irritó por la posición del jefe del Ejército, general Edson Pujol, en favor de las cuarentenas.
Este es el segundo general que deja el gabinete del ex capitán Bolsonaro, luego de que la semana pasada cayera el hasta entonces ministro de Salud, Eduardo Pazuello.
El diario O Globo especuló que Bolsonaro rompe con los comandantes de las tres fuerzas para que tengan un mayor alineamiento con su pensamiento.
La nueva crisis con el sector militar que lo acompañó en la llegada al Gobierno tiene que ver con la cuarentena a la que Bolsonaro repudia, pero también con que la jefatura militar no adhiriera a las manifestaciones del presidente a favor del cierre del Congreso el año pasado.
El cambio en Defensa ocurre cuando los clubes de militares retirados conmemoran como un festejo el 31 de marzo de 1964, día del golpe militar contra Joao Goulart que instaló una dictadura hasta 1985.
El costo político por la falta de vacunas
La renuncia del canciller fue presentada el domingo cuando el mandatario recibió en el Palacio del Planalto al diplomático, que la semana pasada citó en el Senado una frase en latín que era repetida por Benito Mussolini.
Pero el detonante de la renuncia de Araújo no fue la cita al líder fascista -en un país donde el presidente Bolsonaro reivindica los golpes militares y la persecución política- sino la falta de gestión para conseguir vacunas.
Los senadores le enrostraron la falta de gestiones diplomáticas para obtener vacunas en el exterior cuando la crisis sanitaria sacude a Brasil, el país con más muertos por día en todo el mundo desde hace por lo menos dos semanas.
El presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, y el titular de Diputados, Arthur Lira, los dos oficialistas, exigieron la salida de Araújo, en línea con otros congresistas que amenazaron realizar un impeachment (juicio político) con el ministro saliente.
A comienzos de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre la situación por la pandemia en Brasil, al afirmar que el país y la región están bajo «amenaza extrema«.
Unos días antes se habían disparado las alarmas sobre el colapso del sistema sanitario en varios estados del país, como Río Grande do Sul, Río de Janeiro y San Pablo, entre otras.
La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)
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