¿De qué se lo investiga a Bolsonaro en el Senado?
Una comisión del Senado de Brasil analiza la actuación del gobierno federal durante la pandemia de coronavirus, en especial la responsabilidad que le cabe al presidente Jair Bolsonaro como jefe máximo del Poder Ejecutivo.
La investigación, que no es parte de los intentos de juicio político que promueve la oposición pero puede impulsarlo, busca revelar la responsabilidad de Bolsonaro, quien buscará la reelección en 2022.
La comisión parlamentaria, que tiene un mandato renovable de 90 días, fue instalada por orden del Supremo Tribunal Federal (STF, Corte Suprema).
Este tipo de comisión puede desembocar en un proceso de destitución, como ocurrió con el presidente Fernando Collor a inicios de la década de 1990, aunque también puede terminar en nada, según la disputa política.
Según legisladores de la oposición, especialistas médicos, gobernadores e incluso aliados que dejaron de serlo cuando estalló la pandemia, le hacen varios reproches a Bolsonaro.
Recuerdan que el mandatario desafió continuamente las recomendaciones para controlar la propagación del virus y criticó las medidas de cuarentena, como alternativa de freno del avance de contagios.
Bolsonaro rechazó el uso de mascarillas, cuestionó las vacunas y promovió el uso de remedios como la hidroxicloroquina, sin eficacia comprobada contra la enfermedad.
Un año después de la pandemia, Brasil enfrenta problemas para conseguir vacunas para inmunizar a sus 212 millones de habitantes y registra casi 400.000 muertos por la pandemia, superado sólo por Estados Unidos.
La comisión parlamentaria de investigación (CPI) analizará si hubo negligencia o actos de corrupción en el manejo de la pandemia.
Está incluida en el sumario la crisis de suministro de oxígeno que en enero provocó la muerte por asfixia de decenas de personas en Manaos, capital del estado Amazonas.
Los denunciantes sostienen que la comisión es apenas un aspecto institucional de las evidencias, que no hace falta una investigación porque las acciones del gobierno durante la pandemia están a la vista de todos.
Las responsabilidades de Bolsonaro no se analizan sólo por las omisiones e inacciones ante el avance del Covid-19, sino también sus acciones contrarias a lo sugerido.
En una de ellas, su gobierno fue a la Corte Suprema para tratar de impedir las medidas de distanciamiento social impuestas por los estados, se negó a comprar vacunas e hizo militancia para minimizar la pandemia.
Para evitar que los denunciantes avancen, Bolsonaro se alió este año con partidos de derecha conocidos como el «Centrao», con la esperanza de protegerse de un eventual «impeachment» (juicio político).
Pero los fracasos de Bolsonaro en su construcción política genera permanentes señales de debilidad con sus nuevo socios así como sucedió con otros aliados.
En términos electorales el terreno también es débil: los sondeos muestran que puede ser derrotado en los comicios de octubre de 2022 por el exmandatario Lula da Silva.
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