Tras varios días de protestas y represión que dejaron al menos diez muertos, según denuncias de ONG, el presidente de Colombia, Iván Duque, anunció la retirada de la reforma tributaria presentada ante el Congreso hace tres semanas.

«Le solicito al Congreso de la República el retiro del proyecto radicado por el Ministerio de Hacienda y tramitar de manera urgente un nuevo proyecto fruto de los consensos y así evitar incertidumbre financiera», declaró.

Duque enfatizó que «la reforma no es un capricho», sino «una necesidad», y que «la verdadera discusión es poder garantizar la continuidad de programas sociales».

Según el presidente, el «único propósito» de la reforma es «darle estabilidad fiscal al país, proteger los programas sociales de los más vulnerables y generar condiciones de crecimiento».

El anuncio se produce tras cuatro días de protestas en todo el país, donde decenas de miles de personas salieron a las calles en varias ciudades para expresar su rechazo al proyecto de reforma.

Las protestas fueron masivas en Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Cartagena, ciudades en que la policía ejecutó una feroz represión.

Las manifestaciones continuaron incluso después de que Duque anunciara el viernes que haría varias modificaciones a su propuesta, retirando algunos de los puntos más polémicos, como el incremento del IVA a bienes y servicios.

Pero los ánimos no se calmaron, las protestas fueron masivas en varias ciudades y la policía reprimió varias movilizaciones y persiguió a varios ciudadanos por las calles con visibles muestras de violencia institucional.

Este sábado, tras una jornada de feroz represión que dejó varios muertos, Duque sacó el Ejército a las calles y militarizó ciudades, apenas después de que el ex expresidente de extrema derecha Álvaro Uribe lo pidiera.

Originalmente, la iniciativa que promovió el jefe del Ejecutivo al Congreso, llamada Ley de Solidaridad Sostenible, contemplaba aumentar el IVA en productos y servicios, así como ampliar el padrón de contribuyentes.

Con ese proyecto, ahora retirado, el Gobierno colombiano buscaría recaudar 6.800 millones de dólares que serían destinados a paliar los efectos de la crisis económica provocada por la pandemia del covid-19.

En concreto, la propuesta oficial contemplaba fijar el IVA del 19 % para los servicios públicos de energía, alcantarillado y gas domiciliario.

También promovía eliminar la exención de este impuesto en alimentos básicos y reducir el monto mínimo a partir del cual los ciudadanos deben pagar impuestos.

La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)

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