Revolución, Elecciones y Socialismo del Siglo XXI – Por Ángel Rafael Tortolero Leal
31 mayo, 2021
category: FORO DEBATE
En Venezuela, luego de 22 años de la llegada de la Revolución Bolivariana al poder por vía electoral, es menester evaluar con precisión los elementos constitutivos de su praxis Democrática Participativa y Protagónica y el transitar político de dicho proceso, por la senda del Socialismo como producto social en construcción y no como imposición preconcebida.
En ese orden de ideas, la Revolución Bolivariana se ha caracterizado por No Ser calco de ninguna experiencia política anterior y aunque se nutre de lo mejor del ideario emancipador y progresista de los siglo XVIII, XIX y XX, no es menos cierto, que irrumpe en el Siglo XXI, como un proceso de construcción y desconstrucción continua del ideario político, con el cual edifica un nuevo bloque histórico, que desde la dialéctica de lo concreto (Praxis y Teoría; Teoría y Praxis) hace posible el nuevo Estado y la Democracia Participativa y Protagónica.
Adicionalmente en marco referencial, se puede asegurar que está emergiendo un nuevo pensamiento emancipador, que conjuga, al poder popular organizado con las teorías referentes e inherentes que en él se amalgaman y se expresa en las fortalezas que el pueblo tiene para resistir y avanzar.
He allí los fundamentos políticos y teóricos de la Democracia Participativa y Protagónica. Para ella el Dialogo es permanente; la diversidad de ideas una constante y el acuerdo de las mayorías, un acto de concreción.
En base al párrafo anterior, es importante destacar que la Revolución Bolivariana, es una propuesta en construcción que sin menoscabo de sus fines (Claramente expresados en el Plan de la Patria) sustenta su pertinencia en la vocación contra hegemónica y anti dogmática de quienes la asumen. En ella, el debate se realiza desde la complejidad social para lograr las transformaciones que se propone y sustenta lo electoral, más que como un acto cívico de consulta, como una acción de conciencia colectiva, que pone en manos de todos, la evaluación a los gobernantes y la eficacia revolucionaria del poder popular organizado.
Por ello no es extraño, que en veintidós años de Revolución Bolivariana, a cada crisis provocada por los enemigos de la patria, ha surgido una consulta electoral, de allí que, con cada llamado al sufragio, ratifica su permanencia y cuando se ha producido un revés, el reconocimiento al adversario no se ha hecho esperar. ¿Habrá otro país con mayor democracia que esta?
En Venezuela las elecciones son prueba irrefutable de la presencia de un Estado de derecho y justicia, un Estado democrático, extremadamente democrático, al punto que hasta quienes le atacan con rabiosa saña y alevosía, y en muchos casos, han actuado en complicidad con los enemigos de la patria, son llamados a participan.
Sin embargo, los relato mediático de la derecha y sus mandantes imperiales, continúan repitiendo como salmo responsorial, los desvaríos del viejo y degastado discurso hegemónico para ocultar las derrotas y las frustraciones políticas en las que viven.
Ahora bien es importante destacar, que la Revolución Bolivariana traída por el Comandante Chávez y continuada por el Presidente Nicolás Maduro, es cambio sustancial y profundo y acude permanente a la Rectificación y el Reimpulso, como arma para Resistir y Avanzar ante sus enconados enemigos dentro y fuera del país.
Adicionalmente, dicha revolución, ha marcado distancia de los dogmáticos capitalistas y demostrados con eficiencia, los desvaríos e incoherencias de esa clase política opositora que vocifera como verdad absoluta, las mentiras que proclama.
En el plano económico, para nadie es un secreto que el pueblo venezolano ha sido víctima de la mayor agresión jamás vivida en estas tierras. Hoy nadie tiene dudas que el descalabro de nuestro aparato productivo, es consecuencia del bloqueo financiero criminal impuesto al país por parte de aquellos que al no tener, ni organización política, ni propuestas programáticas, ni pueblo organizado que le acompañe, acuden belicismo económico-financiero, como estrategia para motivar el caos y con él, derrocar al Gobierno, derrumbar al Estado y tomar el Poder.
Ahora bien, mientras el proceso venezolano avanza en lo político al preservar el poder en manos del pueblo, el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro extiende sus manos a los adversario e insiste en el logro de la Paz, a la vez que, convoca a la dirigencia empresarial del país y a los inversionistas extranjero, para venga a desarrollar zonas económicas exclusivas con las cuales producir la riqueza que demanda toda la sociedad.
Socialismo es repartición de la riqueza, pero esa riqueza se debe producir y en esa tarea estamos involucrados todos.
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