Revitalizar al MAS para acompañar a Evo
02 febrero, 2017
category: EDICIONES IMPRESAS
Grandes responsabilidades para los movimientos sociales y políticos
El Partido deberá congelar las disputas internas y respaldar en la calle al Presidente; recoger firmas para una nueva candidatura y luego buscar los mecanismos para darle forma constitucional.
Sólo de los primeros meses de 2017 dispondrá el Movimiento al Socialismo (MAS) para darle forma al mandato del Congreso Extraordinario de fines de 2016: dejar de lado las disputas internas y trabajar desde todos los frentes para la nueva candidatura de Evo Morales en 2019. Hay tiempo pero el camino es largo y complejo entre otras cosas porque los mecanismos constitucionales para una nueva repostulación deberán estar allanados a fines de este año. Con menos urgencia, del debate deberá surgir el compañero de fórmula de Evo tras la decisión de Álvaro García Linera de no ir por un nuevo período.
Las diferentes organizaciones sociales, campesinas e indígenas que conforman el partido de gobierno comprometieron un trabajo arduo. A mediados de enero comenzaron en La Paz y luego en diferentes departamentos los cabildos de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) para impulsar una nueva postulación de Morales. Uno de los caminos que saldrá de estos encuentros es la recolección de firmas y la realización de asambleas y reuniones en todo el país.
El alineamiento de quienes convergen en el MAS era, precisamente, uno de los grandes desafíos. Generar conciencia de que, como dijo en varias oportunidades el Presidente, la revolución democrática y cultural debe imponerse por sobre los intereses personales y grupales. Mantener al bloque indígena campesino y obrero en el poder político del Estado es el objetivo para 2019. Sin Evo las disputas internas, las candidaturas y las proclamaciones con el lógico desgaste, no podrán evitarse. En ese sentido, Morales es irreemplazable dentro del MAS y también hacia fuera.
El Movimiento al Socialismo, convertido en el partido de Gobierno más importante de la historia de Bolivia, analiza cuatro vías para legalizar la nueva postulación de Morales en 2019: volver a consultar al electorado para una reforma constitucional; una reforma constitucional parcial del artículo 168 por ley de la Asamblea Legislativa Plurinacional que deberá ser aprobada por los dos tercios de los votos; que Morales renuncie seis meses antes de finalizar su mandato (que termina el 22 de enero de 2020) y se vuelva a presentar; y someter a consideración del Tribunal Constitucional el articulado sobre elección y reelección de presidente y vicepresidente.
Certidumbre
La reforma constitucional (primera opción de las cuatro acordadas) trataría en realidad de una reforma parcial de los artículos constitucionales que regulan los períodos de gobierno y las reelecciones. A esta instancia se llegaría por iniciativa ciudadana con la recolección de firmas de al menos el 20% del padrón electoral de Bolivia que actualmente es de 6,3 millones de ciudadanos.
Tras el cierre del XI Congreso Extraordinario del MAS y su Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (Ipsp) de diciembre el vicepresidente Álvaro García Linera destacó la decisión del Partido de avalar una nueva candidatura presidencial de Morales. “Se acabó la incertidumbre interna y la tensión interna. Todo el mundo se alinea para garantizar que Evo nuevamente sea candidato y que ganemos nuevamente las elecciones en diciembre de 2019”, dijo.
Reconoció que antes del Congreso “había fuerzas encontradas buscando opciones y preguntándose qué va a suceder con el proceso (revolucionario)”. Detalló tres conclusiones de aquel encuentro partidario que marcó los pasos a seguir: ejercicio democrático, principio de certidumbre y Evo candidato ganador para el 2019. García Linera llegó a ese Congreso del MAS con la decisión de retirarse de la política activa luego de cumplir su mandato en 2020.
Al clausurar aquel encuentro de los movimientos sociales y políticos del partido, ante unos seis mil representantes de 90 organizaciones, Morales aceptó la idea de una nueva postulación: “tengo mucha confianza en nuestros movimientos sociales, unidos vamos a vernos (con la derecha) en las urnas y que no manipulen con mentiras”.
Tormentas
Varios dirigentes señalaron que el MAS llegó al Congreso burocratizado y peligrosamente encapsulado; con disputas sectoriales antes que objetivos comunes. Once años de gobierno, fugas internas, intereses propios y ajenos erosionaron la conducción y las bases. Los movimientos sociales e indígenas que conforman los cimientos del MAS fueron muchas veces más a fondo que el propio Partido. La derrota sufrida en febrero de 2016 en el referendo por la relección de Evo Morales por escasos 60 mil votos (menos del 1%) generó preocupación sobre quién sucedería a Evo en el liderazgo de la revolución.
De ahora en más el Partido tiene por delante la responsabilidad de sumar fuerzas políticas y sociales al proyecto de repostulación. Aquellos grupos que abandonaron a Evo en estos 11 años de gobierno se han radicalizado y no muestran, en su mayoría, intenciones de regresar a las filas masistas. Una posible alianza con la Central Obrera Boliviana (COB) es una incógnita tras los acercamientos y enfrentamientos de estos años.
Frente a este diagnóstico Evo y García Linera continúan marcando el rumbo de la política boliviana. El vicepresidente admitió que una de las debilidades del MAS es la falta de formación de nuevos cuadros políticos y se comprometió a trabajar en ello en los próximos años: “yo quiero ir a formar a estos cuadros políticos porque ésta es una de las principales carencias del Estado, nos hemos despolitizado internamente, por eso, hay que volver comunitaria a la política”.
El Presidente insistió: “ustedes saben que nuestro proceso está en la mira de todo el mundo. Tenemos una enorme responsabilidad de continuar profundizando, fortaleciendo nuestra revolución democrática cultural”, expresó. Entusiasmó al recordar que desde 2005 el MAS participó en siete procesos electorales, en los cuales tres veces ganó con más del 60% y otras tres veces con más del 50%. Señaló que “sólo el 21 de febrero (de 2016), con la mentira de la derecha, hemos perdido por mínima diferencia”.
Vías de integración con Paraguay
Bolivia y Paraguay, los dos países sin litoral marítimo de Suramérica acordaron impulsar vías de integración terrestre para intercambiar productos pero fundamentalmente para mejorar la salida de sus exportaciones. Este tema dominó la agenda del presidente Evo Morales en su visita al paraguayo Horacio Cartes. La decisión de acordar el comienzo de los estudios para una interconexión ferroviaria dio un nuevo impulso.
El anteproyecto busca enlazar a lo largo de 500 kilómetros la localidad boliviana de Roboré, integrada a la ya existente línea desde Santa Cruz de la Sierra hasta Puerto Suárez, en la frontera con Brasil, y la ciudad paraguaya de Puerto Carmelo Peralta, sobre el Río Paraguay, en el límite con Brasil. El objetivo es un proyecto bioceánico de integración que le permitiría a Paraguay exportar desde el Océano Pacífico a través de puertos peruanos y a Bolivia salir hacia el Atlántico por la Hidrovía que conforman los ríos Paraguay y Paraná.
El estudio incluirá la traza definitiva, costos, impacto ambiental y características de operación y mantenimiento del futuro ferrocarril. Evo Morales recordó que el proyecto ya había sido acordado con los gobiernos de Brasil y Perú, por lo que ahora se suma Paraguay. Reafirmó que “ese tren cuando se ejecute va a ser como el Canal de Panamá, por aquí va a pasar el comercio internacional no solamente entre suramericanos”.
En el documento conjunto suscripto en Asunción en los primeros días de enero ambos presidentes establecieron compromisos entre Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (Ypfb) y Petróleos Paraguayos (Petropar) para que la estatal boliviana mejore su presencia en el mercado paraguayo. El presidente de Petropar, Eddie Jara, explicó que la propuesta es que Ypfb abra una sociedad en Paraguay para participar en la comercialización. Señaló que la estatal paraguaya necesita de aliados que inviertan. La idea incluye instalar una fraccionadora de gas y comercializar el producto en Paraguay. Morales alentó: “cuando hay participación de los Estados y Gobiernos el pueblo gana”. También se firmaron acuerdos sobre integración eléctrica.
La declaración conjunta señala que ambos gobiernos “ratificaron su determinación de profundizar el proceso de integración regional a través de la consolidación del Mercado Común del Sur (Mercosur), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)”.
En la capital paraguaya el presidente Morales se reunió con residentes bolivianos y con una docena de organizaciones sociales de Paraguay. Les pidió “no depender de nadie (porque) la conquista de poder está en el trabajo”. También pidió luchar unidos por el pueblo; proponer proyectos de desarrollo y no solamente exigir.