Por Adrián Fernández

El circuito se repite en quienes aspiran por la derecha a competir en cada etapa electoral de Argentina: visita a Estados Unidos, acuerdos con ONG «y otros organismos» y reunión con Luis Almagro, administrador de la Organización de Estados Americanos (OEA) bajo el sello de Secretario General.

Por allí desfiló este viernes la derechista María Eugenia Vidal, en momentos en que, según la prensa hegemónica argentina «evalúa sin apuro sobre su futuro político».

Vidal fue gobernadora de la provincia de Buenos Aires entre 2015 y 2019, en paralelo al gobierno nacional de su copartidario Mauricio Macri, otro amigo de Almagro, militante del golpismo (nunca repudió el derrocamiento de Evo Morales y siempre avaló la injerencia en Venezuela, entre otras bajezas).

A comienzos de Mayo, Macri, a quien algunos medios intentan posicionar como enfrentado a Vidal, habida cuenta de la magra reputación del muy influyente expresidente, se reunió en Miami con el golpismo liderado por Almagro, Iván Duque, Lenín Moreno, Andrés Pastrana y la penosa ausencia de Álvaro Uribe.

Antes de eso, en abril de 2020, Macri firmó, junto a los ex presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; y España, José María Aznar,y más de un centenar de representantes de la derecha y extrema derecha mundial, una solicitada a favor “del mercado” y en contra del “autoritarismo” en tiempos de pandemia.

Aquel documento, titulado «Que la pandemia no sea un pretexto para el autoritarismo», fue impulsado por la reaccionaria Fundación Internacional para la Libertad (FIL), que preside el escritor Mario Vargas Llosa, altamente impactado por el triunfo de la izquierda peruana, en sus propias narices.

Heredera de Macri, según la prensa panfletaria de la derecha, Vidal llegó a Estados Unidos para realizar una gira «con un muy cuidado bajo perfil», dicen sus allegados.

En Washington participó de reuniones en la OEA con Almagro, denunciado internacionalmente por haber avalado denuncias de fraude en Bolivia que justificaron el Golpe contra Evo y en las que jamás hubo una sola prueba.

Vidal «aprovechó» la visita para dialogar también sobre el futuro de Argentina «en encuentros con analistas, inversores y académicos que siguen los vaivenes del país», dicen desde su entorno.

“Viajé para mantener reuniones con la OEA, con el objetivo de mantener conversaciones con sus equipos de trabajo, además de visitar algunos organismos internacionales y ONG que trabajan diferentes proyectos en la región», dijo Vidal a través de su vocero.

«De esta manera quiero continuar aprendiendo y preparándome para los desafíos que tiene la Argentina por delante”, agregó, tras informar que trabajará con la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de  la OEA sobre la participación política de mujeres en procesos electorales.

También se reunió con Interamerican Dialogue (ID), otro de los grupos derechistas, con sede en Washington, que busca «fomentar la gobernabilidad democrática, la prosperidad y la equidad social en América Latina y el Caribe».

ID investiga y realiza informes sobre «el estado de derecho, la educación, la migración, las remesas, la energía, el cambio climático y las industrias extractivas» de América Latina.

María Eugenia Vidal tiene buenos nexos con Almagro y con su modelo derechista continental. Hace un tiempo fue designada integrante de la Mesa de Observación Electoral de la OEA.

Las «misiones de observación electoral» de la OEA se encargan de «evaluar» los procesos electorales de América  Latina con algunas particularidades: inventaron un fraude golpista en Bolivia y desoyeron el fraude cometido en la relección del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández.

Morales pagó la falsedad de la OEA con su Presidencia mientras que Hernández sigue gobernando, investigado por nexos con el narcotráfico a través de su hermano, Juan Antonio, condenado en Estados Unidos a prisión perpetua por narcotraficante.

En estos mundos se mueve María Eugenia Vidal, producto de una construcción de los medios de comunicación de la derecha argentina que, amparados en su tono amable, sonrisa casi permanente y movimientos muy cuidados, es presentada como «de perfil bajo» y la cara más pura de la derecha abyecta.

La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)

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