Al Assad destacó la unidad siria frente a los colonizadores
El presidente de Siria, Bashar al Assad, juró este sábado para asumir su cuarto período de Gobierno, durante un acto en el que destacó la unidad, conciencia y patriotismo del pueblo sirio frente a los intereses imperialistas que hace más de 10 años detonaron la guerra más cruenta en lo que va de este siglo.
Durante su discurso de investidura, aseguró que «el pueblo sirio demostró con su conciencia y patriotismo, que los pueblos no pierden la determinación de defender sus derechos, sean cuales sean los planes de los colonizadores.
Al Assad agregó que esos planes externos «fracasaron gracias a la unidad del pueblo», en referencia al proceso de resistencia y la posterior ofensiva para recuperar el territorio en manos de mercenarios y extremistas.
«La conciencia popular es nuestra fortaleza y es el estándar por el cual medimos nuestra capacidad para desafiar las dificultades y distinguir entre la traición y el patriotismo, y entre la revolución y el terrorismo», agregó.
Al Assad, que está en el poder desde 2000, juró sobre la Constitución y el Corán, en presencia de unos 600 invitados, entre ellos ministros, empresarios, académicos y periodistas.
Explicó que en las primeras etapas de la crisis, los enemigos apostaron por el miedo del pueblo al terrorismo y por convertir al ciudadano sirio en un mercenario que vende su patria.
“Apostaron por nuestro miedo al terrorismo y nuestra desesperación de la liberación. Hoy, apuestan por transformar el ciudadano sirio en un mercenario que vende su patria y sus valores a cambio de un puñado de dólares», dijo.
Agregó que «los resultados de sus apuestas fueron todo los contrario, y lo que sucedió fue un shock que no pudieron ignorar, pues sus cálculos estaban equivocados, ya que los sirios dentro de su tierra natal están cada día más firmes».
Destacó el rol de millones de personas que abandonaron el país como consecuencia de la guerra, ya que «los enemigos quisieron que fueran una carta contra su patria (pero) se convirtieron en verdaderos apoyadores de su país en los momentos de necesidad”.
“Nuestros enemigos desde las primeras semanas de la guerra, intentaron persuadirnos de suspender la actual Constitución y su objetivo era crear un vacío que lleva al caos”, denunció.
Dejó en claro que estas propuestas, que continúan en la actualidad mediante agentes patrocinados por Turquía, buscan poner a Siria a merced de potencias extranjeras y convertir a su pueblo en un grupo de esclavos.
En las elecciones de mayo, el líder sirio ganó con el 95,1% de los votos, en unas elecciones presidenciales que «mostraron la fuerza de la legitimidad popular dada al Estado por el pueblo».
Afirmó que el resultado «quitó credibilidad a las declaraciones de los responsables occidentales sobre la legitimidad del Estado, la Constitución y la Patria».
El Presidente hizo referencia a la reconstrucción del país, tras las victorias militares desde 2015 le permitieron torcer el destino de la guerra, con el apoyo de sus aliados, Rusia, Irán y las milicias de Hezbollah.
Aseguró que “la conciencia popular es nuestra fortaleza y es el estándar por el cual medimos nuestra capacidad para desafiar las dificultades y distinguir entre la traición y el patriotismo, y entre la revolución y el terrorismo”.
Manifestó que el pueblo que libró una guerra feroz y recuperó la mayor parte de sus tierras es ciertamente capaz de construir su economía en las circunstancias más difíciles y con la misma voluntad y determinación.
Asimismo, reiteró su llamado a todos aquellos que fueron engañados y apostaron por la caída de la patria y el colapso del Estado, que vuelvan porque las apuestas se cayeron y sólo quedó la patria.
El presidente llamó también a centrar el empeño durante la próxima etapa en la inversión de energías alternativas por ser una inversión rentable.
“Somos un pueblo rico en diversidad pero homogéneo en su composición, libre y diverso en sus ideas y tendencias, pero coherente en su estructura, tolerante incluso con sus oponentes, pero testarudo en su patriotismo, y feroz en la defensa de su dignidad”, precisó.
Ramarcó que “perdemos cuando creemos que los problemas que nos rodean están aislados de nuestra causa, y ganamos cuando entendemos que el más cercano de estas causas a nosotros es Palestina”.
Cerca de 500.000 personas murieron en los más de 10 años de guerra en Siria, según el reporte documentado por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), aunque aclaró que las víctimas mortales superaría las 600.000.
La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)
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