Brasil perdió 15% de su agua dulce en los últimos 30 años
Las superficies cubiertas con agua dulce entre 1991 y 2020 en Brasil se redujeron 15,7%, un dato que confirma, además, los muy graves riesgos en la región, según datos oficiales revelados por la plataforma multidisciplinaria MapBiomas.
El estudio se dio a conocer este lunes, en momentos de la peor crisis hídrica de los últimos 91 años en el país y en el Cono Sur, que provoca desastres económicos y ambientales.
En su informe, la plataforma MapBiomas, una entidad donde se agrupan especialistas de las universidades brasileñas y de organizaciones no gubernamentales, reveló el tamaño del agotamiento de las reservas hidrográficas.
La situación es de gran impacto global, porque Brasil es una de las mayores reservas de agua del planeta, y regional, ya que este país comparte con Argentina la Cuenca del Paraná, que se encuentra en grave crisis de sequía, con otros siete países la Cuenca del Rio Amazonas.
Según el informe, la situación más crítica es la región del Pantanal, en el estado de Mato Grosso do Sul, fronterizo con Paraguay.
Mato Grosso do Sul perdió 57% de su agua dulce y se transformó en un polo sojero desde fines del siglo XX, algo similar al segundo estado en el ranking de sequía, Mato Grosso, la locomotora del agronegocio de Brasil.
El coordinador general de MapBiomas, el ingeniero forestal Tasso Azevedo, advirtió que «estamos perdiendo la superficie del agua y eso no es poco. Los períodos de inundación ya no son suficientes para compensar la sequía».
Según Azevedo, las razones hay que encontrarlas en el cambio climático, con más sequias en general con aumento de la temperatura y reducción de temporadas de lluvia.
Otro argumento es la deforestación amazónica (para ganadería, extracción ilegal de madera y minería ilegal), que redujo los llamados «ríos voladores» que generan humedad a todo el planeta.
El Río San Francisco, que nace en Minas Gerais y baña el semiárido nordestino, redujo 10% su capacidad de agua mientras que el Río Negro, en la región amazónica, perdió 22% de superficie debido a la deforestación y a que los terratenientes han desviado el curso del agua para hacer reservorios en las haciendas.
La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)