«Hacia una fotografía con Sabor a Pueblo». Para el resultado positivo de esta premisa, se necesita la más absoluta decisión del artista visual, para construir un lenguaje que sea el lenguaje del pueblo.

Innumerables son los ejemplos en la historia reciente de la fotografía en Venezuela, que evidencian el papel de Nuevas Tribus amantes de la fotografía, que han insurgido para reproducir los parámetros que impone la gran Industria Cultural de Masas o para indagar, mostrar y atestiguar la cotidianidad social y hechos que han marcado la vida del país desde una perspectiva con «Sabor a Pueblo».

Ya sea desde la indagación estética, política o puramente de carácter documental, cientos de fotógrafas y fotógrafos, han venido incursionando, durante este proceso de cambio social, en tener un contacto más directo con el pueblo a la hora de informar y comunicar su realidad, a través del hecho fotográfico.

Por consiguiente, sus obras gráficas, han buscado un compromiso con la justicia social y, aun más, han pretendido asumir una postura crítica, en relación con la decadencia del sistema de valores predominante actual.

Referencias históricas como punto de partida…

Históricamente, ellas han estado influenciadas por el eurocentrismo, evolucionando desde las individualidades, grupos, cooperativas, fundaciones, ONG hasta colectivos.

Muchos siguen signados fotográficamente, a los criterios internacionales, políticos, sociales, religiosos, personales y territoriales. Su visibilización o invisibilización ha estado determinada, históricamente, por el estatus social, influyendo en la adquisición de equipos y conocimientos a la hora de hacer fotografías de calidad.

Fragmentados a la hora de reflejar la realidad y sujeto a la manipulación por los grandes medios de comunicación, ¿cuál es la moda a fotografiar?, desde realizar una fotografía diaria hasta la intervención o manipulación fotográfica y posterior publicación en las RRSS. O sea, han bailado al son de las tendencias que impone la industria cultural de masas.

Activadores Fotográficos, rompe ese paradigma.

Moviéndose más allá de la valoración artística de la fotografía, investigando los comportamientos sociales que determinan, cómo entendemos desde los diversos imaginarios colectivos, el hecho fotográfico en los procesos de socialización y de comunicación visual.

De aquí, la necesidad de reivindicar nuestra postura política, activadores fotográficos, en el desempeño de su oficio de creación e investigación de la imagen, no solo es un hecho cultural de vanguardia, es un instrumento de transformación social comunitaria.

En suma, demostrando que la interacción cultural desde la fotografía, no se reduce al plano valorativo de la creación fotográfica individual, sino también como un hecho social de construcción colectiva, donde la acción participativa y protagónica de la comunidad es fundamental en pro de inducir cambios paradigmáticos que promuevan el desarrollo de la conciencia creadora del pueblo con sentido social, a través del hecho fotográfico.

Texto y Fotografìa: Luis Zulueta
Colaboración: Alexander Vivas

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