El sicariato se vuelve noticia permanente en el Paraguay
12 octubre, 2021
category: zBOLETIN SEMANAL, zBS20
Por Jorge Zárate
Los rociaron a balazos a la salida de una fiesta en Pedro Juan Caballero, capital de la Marihuana. Mataron a la hija de 21 años del gobernador liberal de Amambay, Ronald Acevedo y también a tres de sus acompañantes en un episodio brutal.
Fue el pasado sábado 9 de octubre, cuando sicarios acabaron con la vida de Haylee Carolina Acevedo Yunis; Kaline Reinoso de Oliveira, de 22 años; Rhannye Jamilly Borges de Oliveira, de 19 años; y Osmar Vicente Álvarez Grance, alias Bebeto, de 31 años, que habría sido el objetivo según los investigadores policiales.
La camioneta Toyota, que apenas llegaron a abordar, recibió más de 100 disparos de arma de fuego, alrededor de 60 vainillas percutidas fueron de calibre 7.62 y otras 50 vainillas, de un fusil 5.56.
El crimen se presume parte de las disputas de dos grupos de narcotraficantes brasileños: Primer Comando de la capital (PCC), el mayor de ellos, y el Comando Vermelho.
Este último grupo tiene en Paraguay ramificaciones propias y una permanente disputa en el departamento de Amambay (noreste, límite con Brasil) donde «los Acevedo» constituyen un clan político que gobierna desde hace años.
Un hermano del gobernador, el senador Robert Acevedo (Partido Liberal Radical Auténtico, de oposición), salió ileso de un atentado en 2010 en el que fueron asesinados dos de sus colaboradores. Robert falleció este año víctima de Covid 19.
La reiteración de este tipo de episodios es alarmante en Amambay, pero también fue extendiéndose a todo el país, a medida que el peso de narcotraficantes locales se fue extendiendo a otros departamentos en los que hay unas 10 mil hectáreas de plantaciones de marihuana, según cálculos de la Secretaria Antidrogas (Senad).
Durante la campaña para las elecciones municipales que concluyeron este domingo 10 de octubre fueron asesinados tres candidatos, por citar un ejemplo cercano.
Asistió al sepelio de la hija de Acevedo el presidente del PLRA, Efraín Alegre, para acompañar a la familia y señalar que la violencia seguirá mientras continúen “los mafiosos” en el poder insistiendo en que la falta de presencia de militares y policías en la región es un «caldo de cultivo» para los grupos delictivos.
Para el criminólogo Juan Martens, la impunidad de los casos, ayuda al despliegue territorial de este “método de resolución de conflicto entre civiles” y no descartó que este tipo de hechos vaya en aumento en Asunción y el departamento Central, el conglomerado urbano más importante del país.
El capitán de navío Humberto Ismael Fleitas Giménez (49) fue ultimado recientemente en San Lorenzo, departamento Central . En la capital, Asunción, fue asesinado el empresario Mauricio Schwartzman, cuando tres sicarios le asestaron al menos 15 disparos en el coqueto Barrio Jara.
«Lastimosamente, es lo que vemos va en tendencia y mientras haya oferta habrá demanda como una cuestión de mercado. Podrían empezar a resolverse problemas de cualquier tipo a través del sicariato, más aún cuando la impunidad de todos estos sicariatos es más del 90%», apuntó.
«Hoy en día la mayoría está vinculado al crimen organizado, pero la tendencia es que pase a una resolución de conflicto como por una deuda, una pelea, engaño o por un discurso», dijo Martens en una entrevista televisiva citada por el diario Ultima Hora.
«El 51% de todos los asesinatos ocurren en la frontera paraguayo brasileña y dentro de la frontera brasileña, Amambay concentra el 50% de esos asesinatos. A julio de este año, el 90% de los homicidios en Amambay fueron por sicariato. Yéndonos al mapa de Asunción y Central, son la segunda región más violenta después de Amambay, ese es un dato que nos tiene que llamar la atención», reveló.
El 20% de todos los asesinatos de Paraguay se concentran en Asunción y Central, mientras que la frontera sur que incluye Itapúa, Misiones, Paraguarí y Ñeembucú tiene el 7% de los asesinatos. En el Chaco se tiene apenas un 3%, y en el centro; Caaguazú, Caazapá y Guairá, se tiene un 12%, de acuerdo a los datos citados por el especialista.
La situación hace que el cuadro se parezca a lo que ya vivieron países hermanos como Colombia y México que vieron multiplicarse este tipo de asesinatos en una vorágine demencial y aterradora.
«El dinero que inyecta el crimen organizado a la política es difícil enfrentar sin que esté vinculado. Conozco un caso de un candidato a intendente que en las últimas elecciones internas, cuando faltaban cinco minutos para que se cierre la votación, él iba ganando por 20 votos, pero lo encañonaron y dejaron que solo voten por el otro candidato, obviamente perdió», contó, describiendo un fenómeno bautizado localmente como “Narcopolítica”.
El narcotráfico se fue expandiendo en Paraguay con la complicidad del Partido Colorado. El tirano Alfredo Stroessner en principio y luego Andrés Rodríguez; y el tándem Juan Carlos Wasmosy/Lino Oviedo, fueron los controladores de un sistema que permaneció lo suficientemente oculto hasta llegar, en el gobierno de Nicanor Duarte Frutos, a consolidarse como un movimiento donde pequeños jefes políticos locales comenzaron a hacerse cargo de sus zonas con dinero del narcotráfico.
Esta realidad pareció explotar durante la presidencia de Horacio Cartes y permanece hoy en la administración de Mario Abdo Benítez por lo que será muy difícil que, más allá de las persecuciones fiscales y policiales que pueda establecerse una política concreta de intervención del Estado en los departamentos productores de droga. El tema ni siquiera aparece en agenda, pese a que los asesinados por el narcotráfico, sólo en Canindeyú, durante los últimos diez años superan las 50 personas, según organizaciones departamentales.
Los cálculos de la Senad estiman que 10 fusiles de asalto o 100 granadas de mano se pueden comprar con la venta de lo producido en una hectárea de marihuana lo que establece una relación del poder de fuego con el que los narcotraficantes se desempeñan, muy superior al de la policía.
En los últimos años se consolidó un eje entre Concepción, capital del departamento del mismo nombre, y Pedro Juan Caballero, donde se asienta el fenómeno de los narco soyeros o narco ganaderos, delincuentes que encubren sus actividades con la fachada que les permiten los grandes latifundios.
De acuerdo a estimaciones las drogas que se producen en Paraguay, Bolivia, Colombia y Perú, abastecen a unos 14 millones de consumidores en todo el mundo.
Departamento de Amambay