Debate, reflexión y acción – Por Ángel Rafael Tortolero Leal
06 diciembre, 2021
category: FORO DEBATE, VENEZUELA
El presidente Nicolás Maduro nos ha llamado al debate abierto, la reflexión profunda y la acción revolucionaria y comprometida con los objetivos históricos claramente expresados en el plan de la patria y el legado indelebles del Comandante Chávez.
Ha dicho con claridad, que hay que limpiar las estructuras del poder del Estado de vicios y traiciones, del negociado politiquero y las maniobras de los amancebados de la democracia representativa que desconocen al pueblo y se encapsulan en sus oficinas y las veleidades del poder.
En ese orden de ideas, el Presidente redobla el paso y convoca a las y los revolucionarios a asumir desde la consciencia, el papel protagónico que implica desconstruir con el pueblo las desviaciones impuestas por el pragmatismo idiotizante de la derecha y sus “normalidad instrumental racista, xenófoba y radicalmente aporofóbica y clasista”, para despejar la paja del trigo y así centrarnos en la praxis de la participación y el protagonismo que demanda la lucha por la construcción del Socialismo de siglo XXI.
Ahora bien, la convocatoria presidencial no es una tarea fácil, y su nivel de complejidad requiere del concurso colectivo, disciplinado y organizado, de todas las estructuras socio-políticas revolucionarias; el partido (PSUV) y las organizaciones revolucionarias comprometidas, las cuales junto a toda la sociedad, deben asumir con prontitud la corrección de todo lo que deba ser corregido por y la para la felicidad del pueblo.
En ese sentido, el jefe del Estado, alerta a los Gobernadores y Alcaldes de la revolución, de su deber con el poder popular y su obligación con el desarrollo de un liderazgo colectivo que ponga su énfasis en el mandato obediencial que ello implica. En consecuencia, “no se admite egos exacerbados” “ni la petulancia de quienes al asumir el poder se alejan del pueblo y la realidad” pues el compromiso de las y los gobernantes, es mandar obedeciendo al poder popular. Un camino de dos vía que con igual fuerzas solicita la participación activa y comprometida de todos, incluyendo a quienes desde la oposición suscriben el mandato constitucional y el respeto al Estado de derecho.
Ahora bien, la convocatoria presidencial es abierta y plural, pues se trata de superar la crisis inducida por la ultraderecha golpista, la cual no solo afecta a las y los bolivariano, sino que, permeó a todo el aparato económico incluyendo a aquellos que desde organizaciones empresariales históricamente se han confabulado en contra de los Gobierno Bolivariano para tomar el poder por vías no democráticas y a cualquier costo.
En ese mismo orden de ideas, el Presidente Maduro pone el énfasis en la organización del poder popular a la vez que incentiva la praxis productiva nacional, la inversión extranjera con respeto a la soberanía y la necesidad de producir y exportar con calidad para vencer y avanzar.
Así en el plano ético político, la Revolución Bolivariana plantea el crecimiento económico a todos los sectores sociales, a la vez que, eleva el discurso en sus bases militantes, asumiendo el debate de cara al desarrollo de todas las formas de propiedad establecidas en la Constitución del 99 y la superación de los niveles de corresponsabilidad social. Sin dudas, una nueva dinámica económica, que obliga al incremento de la producción y a la asunción de responsabilidades sociales que trasciendan a lo coyuntural, de cara al fortalecimiento de la democracia participativa y protagónica.
Sin lugar a dudas, en Venezuela se ha librado una batalla por la vida y por la paz, nadie sensato puede desconocer la titánica conducción del Presidente Nicolás Maduro en estos 8 años de ataques imperiales. Por ello, lejos de todo pronóstico malévolo, hoy vamos saliendo de la crisis inducida y las ineficacias de los coleados, siempre en democracia, con el apoyo de las mayorías organizadas y de cara a la conquista de la mayor suma de felicidad posible.
Sin prisas, pero sin pausas; bajo la conducción del Presidente Nicolás Maduro lejos de dogmas y recetarios preconcebidos, la revolución bolivariana avanza en la construcción de un ideario dialéctico, abierto al debate y con los pies sobre la tierra, o lo que es lo mismo, inserto en el pueblo, organizado y consciente, de allí nuestra fortaleza; nuestras especificidades ideológica y nuestra contundencia para el combate electoral y el debate sustantivo.