Israel continúa destruyendo viviendas palestinas
El desalojo y la demolición de una casa en un barrio de Jerusalén Este, ocupada ilegalmente por Israel, según resoluciones de Naciones Unidas, reafirma la práctica de Israel contra los palestinos, violatoria del derecho internacional.
Este nuevo caso, ocurrido el miércoles último en el barrio de Sheikh Jarrah con 15 personas de la familia Salhiya, se suma a una serie de asentamientos y demoliciones en la histórica capital de Palestina.
Muchas familias palestinas, que vivían en Jerusalén Este desde la década de 1950, son expulsadas mediante la aplicación de leyes solicitadas por los colonos israelíes ante la justicia, con el objetivo de avanzar en los territorios.
En ese sector en disputa viven unos 350.000 palestinos junto a más de 200.000 colonos israelíes, según informes de organizaciones políticas y sociales ignoradas por el régimen israelí.
En reiteradas oportunidades, la ONU advirtió a Israel que las expulsiones forzosas de familias palestinas son consideradas un «crimen de guerra» que viola el derecho humanitario.
La opresión del régimen es tal que, a principios de agosto pasado, la Corte Suprema de Justicia israelí propuso a los palestinos que viven en algunos barrios de la ciudad, permanecer en sus viviendas a cambio de aceptar que la tierra era del país ocupante. La propuesta fue rechazada por las víctimas.
Las organizaciones humanitarias temen que el caso de la familia Salhiya sirva de modelo para que centenares de familias palestinas sean desalojadas de Jerusalén Este. De hecho, los desalojos y la destrucción continúa.
La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)
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