Por Jorge Zárate

Se inició en Asunción, la capital de Paraguay, una semana de movilizaciones y protestas por la grave situación económica que vive la población, que se intensificó con la suba de los precios del combustible.

Desde el fin de semana pasado comenzaron a arribar a la ciudad, contingentes de organizaciones campesinas e indígenas que se sumaron a trabajadores de la Gran Asunción.

La Federación Nacional Campesina (FNC) liderará el jueves 24 la “XXVIII Marcha Campesina, Indígena y Popular” como una continuidad de lo que dio en llamar “la lucha prolongada”, un serie de mítines y protestas en todo el país que iniciaron el 9 de marzo.

Reclaman, entre otros puntos, la derogación de la llamada “Ley Zavala-Riera”, que criminaliza la ocupación de tierras y el cese de los desalojos de los asentamientos campesinos, indígenas y urbanos.

LA FNC y sus aliados demandan a su vez una política de estado para estimular la producción nacional y una baja en los precios de los combustibles que aumentaron unos 2.300 guaraníes por litro (unos 50 centavos de dólar estadounidense) sólo en el último año.

Piden por ejemplo, una ley de emergencia nacional, “que contemple la asistencia con kits de alimentos, subsidio al pago del uso de electricidad, intermediar la moratoria de pago de deudas campesinas a nivel nacional”.

Vale destacar que la marcha del jueves, para la que se espera una movilización de unas 10 mil personas como mínimo, será la primera de carácter unitario del sector campesino en más de una década.

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La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)

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