Siria: tregua insuficiente para atender la emergencia humanitaria
02 marzo, 2017
category: EDICIONES IMPRESAS
El alto el fuego acordado en Siria el 30 de diciembre pasado se agrieta. Así como hay zonas en las que cesaron los combates de mayor magnitud, otros sitios están vedados a las organizaciones internacionales que asisten con alimentos y medicinas a millones de personas.
Según datos de Naciones Unidas más de 13 millones de sirios necesitan asistencia humanitaria en el país. Unos cuatro millones de civiles se encuentran en áreas de muy difícil acceso por razones de seguridad y también por obstáculos burocráticos. De ellos, cerca de 650 mil civiles están cercados militarmente.
En las zonas de menor intensidad del conflicto armado trabajan instituciones gubernamentales y organizaciones no gubernamentales (ONG). Pero en aquellos puntos donde no se respeta la tregua la situación es muy preocupante ya que la entrada de alimentos y otros artículos vitales disminuye.
La Oficina de Naciones Unidas para la Ayuda Humanitaria resumió que en las zonas de combate hubo un alto porcentaje de autorizaciones de las partes en conflicto pero por diferentes razones sólo llegan uno o dos convoyes por mes.
El mismo organismo ejemplificó que en diciembre se pidió autorización para cubrir las necesidades de 930 mil personas pero sólo llegó un convoy para seis mil habitantes mientras que en enero sólo ingresó ayuda para 40 mil. En todos los casos representa menos del 1% de las necesidades más urgentes.
Alepo, ciudad capital de la provincia del mismo nombre que fue recuperada por las fuerzas gubernamentales en diciembre; Deir-el-Zur; el área rural de Damasco y Al Raqa, son los cuatro centros poblados que la ONU considera más críticas.
En estos puntos se desarrollan intensos combates. Deir-el-Zur y Al Raqa permanecían a fines de febrero bajo control del grupo extremista Daesh, mientras que en Alepo y en las afueras de Damasco, el ejército sirio intenta quebrar los últimos focos de resistencia.
Esto se produce en medio de gestiones políticas y diplomáticas para una salida negociada al conflicto que comenzó hace seis años y que dejó hasta el momento más de 300 mil muertos, cientos de miles de heridos y unos 11 millones de desplazados y refugiados.
A fines de enero se estableció un acuerdo de cumpliento parcial en Astaná, capital de Kazajistán, entre el gobierno sirio y grupos de los llamados “moderados”, monitoreados por Rusia y Turquía. Para fines de febrero estaba previsto un nuevo intento en Ginebra esta vez impulsado por la ONU.
Febrero fue particularmente cruento. No sólo por los choques entre el ejército regular sirio y Daesh sino también por las acciones de Turquía. El gobierno de Ankara libra su propia batalla contra las milicias kurdas que luchan tenazmente contra Daesh pero son considerados “terroristas” por el gobierno turco.
En en la ciudad de Al Bab, bastión del Daesh en la provincia de Alepo, murieron a causa de las bombas turcas entre el 7 y el 20 de febrero 124 personas, entre ellas 38 niños y 27 mujeres y casi 500 desde el pasado noviembre.