Paraguay: destacan la necesidad de alentar la piscicultura
13 abril, 2022
category: DOCUMENTOS, PARAGUAY
Por Jorge Zárate
Se hacen 19 mil toneladas de pescado de criaderos al año en Paraguay pero podrían ser muchas más.
“Es un rubro que tiene impacto social, ambiental y en la renta. Social porque genera mano de obra a todos los miembros de la familia”, cuenta Susana Barúa, veterinaria especialista en Acuicultura, que insiste en que debería impulsarse con presupuesto público el desarrollo de esta alternativa económica.
En un país con ríos, arroyos, lagos, lagunas y una topografía que es amable para este tipo de emprendimiento económico, lo extraño es que no se haya consolidado como una producción tradicional.
Barúa fue coordinadora del Programa Nacional de Desarrollo de la Acuicultura Sostenible que dice es un lineamiento importante pero que “hoy no tiene presupuesto, está dependiendo del Programa Nacional de Fomento Pecuario (Pronafope)” lo que lo haría débil en su ejecución.
La actividad no es nueva en el país, según cuenta: “La piscicultura es un rubro no tradicional que se inició en la década del 40 con la especie Carpa, ya en los 60 llegó la tilapia” pero la falta de asistencia técnica fue haciendo que se abandonaron piletones y estanques.
Desde el 2010 “comenzamos a trabajar con productores y en la formación de centros de producción modelos demostrativos como el de Itacurubí del Rosario (San Pedro) donde el productor puede conocer cómo se construye un estanque y de esa manera avanzar. Tener el apoyo de un apoyo del gobierno local es mejor porque tiene un costo de inversión inicial que ronda los 5 millones de guaraníes”, comentó. A veces en principio sólo se necesita de una retro excavadora de la municipalidad para cavar el estanque, por ejemplo.
Además del Programa Nacional y las binacionales Yacyretá e Itaipú que impulsan la piscicultura, también el programa Ñapu’ake de la Oficina de la Primera Dama (OPD) aparece entre los promotores públicos de la actividad.
Por lo pronto este año, el gobierno tiene proyectado entregar 30 mil alevines a pequeños productores. La jefa de la División Embalse de Itaipú, Ana Gossen, dijo que beneficiarán a los asentamientos que trabajan con el Instituto de la Tierra (Indert).
Destacó que, en total, se tiene previsto proveer peces a 350 productores aproximadamente y más de 250 estanques. “Nosotros entregamos los peces y el Indert hace el acompañamiento para el correcto crecimiento y todo el apoyo técnico a los productores de estos asentamientos que están distribuidos en diferentes departamentos de nuestro país”, resaltó.
Asistencia, la clave
Para Barúa lo principal es que no se deje de brindar asistencia técnica “o si no se dejan los proyectos. Tiene que haber 2 o 3 años para que se afirme la cultura de producción piscícola, porque es un rubro peculiar que va de 6 meses cuando es tilapia, a un año si es pacú, que hay que trabajar para poder producir. Requiere orden y mucha capacitación, actualización y constante intercambio de experiencia con otros productores”, explica.
“Aquí se aprovecha un 5% del potencial de nuestros recursos naturales. Debemos incrementar ese número para producir de manera sostenible, amigablemente con el medio ambiente, pero hay que seguir trabajando con gobiernos locales, departamentales y empresas privadas que puedan trabajar y apoyar a través de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
La técnica asegura que la principal debilidad del sector “es la falta de unificación de criterios técnicos en el área de producción. Por ejemplo en la construcción de estanques se va un técnico y dice una cosa, después va otro y dice otra y confunde a los productores”, comenta.
Tiene ventajas importantes en lo económico ya que puede dar una rentabilidad de hasta un 70% si se consigue reducir el mayor costo que está en la alimentación. Para ello se hace un trabajo “para que los productores puedan usar materia prima que tienen en su finca: se puede usar la soja, como fuente de proteína, el maíz, la mandioca, los verdeos, leucaena, moringa, etc.”.
Esto también permite vincularla a la horticultura porque el agua de las piletas se puede usar para regar lo que ayuda a evitar el abuso de agroquímicos, contó Barúa.
Comercialización
Otro elemento a atender es el de la comercialización ya que un acopiador “compra a 10 mil guaraníes el kilo, pero el productor habilitando un pesca y pague puede vender directo en la finca a 25 mil guaraníes el kilo”, indica Barúa.
Según explicó el sistema de pesque y pague está siendo adoptado por las posadas turísticas para ofrecer una actividad lúdica a sus huéspedes.
Entiende que es difícil hacer que los pescadores tradicionales se transformen en piscicultores, aunque considera que no es imposible. Entiende que les podría ayudar durante la veda que considera “en general es corta, ya que el período de reproducción de los peces en nuestros ríos va de octubre hasta enero. La nuestra es una veda casi social, pero debería hacerse más tiempo, de acuerdo a los consejos técnicos que se recibieron. Por ejemplo el tiempo de la veda con Argentina es poco”, dice.
“Tenemos que trabajar con los niños y jóvenes para brindar conocimiento sobre la importancia del consumo de pescado. En Paraguari lo hicieron y ahora se están reactivando y se puede replicar en otras comunidades educativas y el MAG tiene colegios agrícolas donde sería interesante replicar, porque modelo tenemos, ahora depende de la voluntad política”, considera.
“Hay que seguir luchando es que se incorpore el pescado en el almuerzo escolar, como se hace en Peru por ejemplo donde comenzaron a hacer hamburguesas y eso disparó el consumo. Por eso insistimos con el lema “Consume pescado, elegí vivir sano” porque es una carne que evita enfermedades cardiovasculares, es importante en el primer trimestre de gestación para el desarrollo neuronal, para diabéticos, evita colesterol, triglicéridos, y aporta calcio, fósforos, omega 3 y 6, minerales súper importantes que ayudan a evitar la obesidad, por ejemplo”, dijo.
También hay que recordar el aporte de la harina de pescado como fuente de proteína.
Finalmente, es bueno recordar que las Naciones Unidas declarararon el 2022 como “Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales (AIPAA 2022)”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) pondrá en marcha una serie de actividades al efecto que seguramente se reflejarán en nuestro país el próximo 11 de abril, fecha que fue establecida como el “Día del Pacú”.
Proyecto Surubí
Está en marcha el Proyecto Surubí de la Misión Técnica de Taiwán que inició un proceso de reproducción artificial de la especie así como el manejo y cultivo de larvas y el proceso de preparación de matrices reproductores.
La actividad se desarrolla en el Centro Nacional de Producción de Alevines de Eusebio Ayala que el año pasado ya produjo 100 mil alevines de surubí. La idea es, según explicaron los taiwaneses “abastecer la demanda del mercado paraguayo, aumentar el rendimiento de los productores y disminuir el riesgo de que los peces sufran de enfermedades y parásitos”
También, la producción de alevines de surubí (pseudoplatystoma) se lleva a cabo en el Laboratorio de Piscicultura de la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
Al respecto, desde la Misión Técnica de Taiwán informaron que el pasado 28/1 continuaron los trabajos en el Laboratorio de Piscicultura de la FCV-UNA con la preparación de hormonas, cosecha y fertilización de los huevos para la posterior distribución de los mismos en incubadoras.
Aporte de Taiwán
La experiencia de Taiwán en acuicultura y su apoyo en el desarrollo de la industria de cultivo de pacú fueron fundamentales. La Misión Técnica de Taiwán, en conjunto con el Ministerio de Agricultura (MAG), viene desarrollando el sistema de autorreproducción e incubación del cultivo de pacú en el Centro Nacional de Producción de Alevines de Eusebio Ayala.
Dicho sistema es un método de fertilización natural menos dañino para los peces reproductores, que fue diseñado y patentado por Fu-Guang Liu, vicedirector del Instituto de Investigación Pesquera de Taiwán (Fricoa).
La importancia del método taiwanés radica en que el proceso aplicado disminuye el daño causado con métodos tradicionales a los peces reproductores, elevando así la tasa de supervivencia de un 2% a más de un 80%.
Esta mejora en la reproducción se da ya que se logra preservar mejor los huevos fecundados, al tiempo de permitir un mayor aprovechamiento del agua y la energía.
Trabajo para todos
Para Susana Barúa (foto superior), veterinaria especialista en Acuicultura, la principal ventaja de la cría de peces está en que “hasta un niño puede apoyar a la producción porque no requiere de fuerza. Si mucha responsabilidad porque hay que alimentar dos veces al día para el engorde a partir de las 9 de la mañana. Se hace a esa hora porque a la noche es menor el proceso de fotosíntesis y los peces se estresan si se les alimenta a esa hora, por ejemplo si se hace a las 6 es un gasto y no una inversión”
La técnica asegura que “también es una terapia ocupacional, hemos trabajado en el leprocomio, y de repente esta gente que se siente alejada de la sociedad, sin actividad, se encuentra con una actividad que vuelve a dar vida a muchas personas. También trabajamos en el centro de adicciones sobre Venezuela. Allí transformamos una pileta que era un centro de multiplicación de mosquitos Aedes Aegypti en una piscina de cría donde los peces se comen todas las larvas”.
Recuerda que “también las personas de la tercera edad pueden ayudar. En lugares como un asentamiento, tener un estanque, influye mucho porque tiene un alimento de mucho valor proteico, brinda trabajo comunitario. Igual en comunidades indígenas donde se habilitan estanques comunitarios por la cultura de ellos”.
Soñando con exportar
Bennie Hildebrand, el mayor productor del país comenta sobre la actualidad del rubro: Nosotros hacemos todo el ciclo, alevines y toda la cadena del engorde, frigorífico y después venta. Nuestro mayor problema era el balanceado, que ahora solucionamos con una fábrica nueva de alimento para peces. Con todo pensamos que podemos abaratar nuestros costos para ser más competitivos porque nuestra idea siempre fue la exportación.
Actualmente, hacemos más de 100 hectáreas de espejos de agua en producción. Haremos unas 20Ha de estanques de agua más para la producción de Pacú que es una en la que se necesita más agua. Por eso nos enfocamos muy fuerte en dicha producción y haremos esta inversión”, anunció.
En el país hay productores de congelados que venden los peces enteros y filetes de tilapaia. Hay plantas de proecesamiento y frigoríficas que transportan hasta los lugares de comercialización, hoteles y restaurantes por ejemplo.
Susana Barua, especialista en el tema, recuerda que “todavía en el país no tenemos volumen para exportar y no somos competitivos en precios. Paraguay tiene una producción, no podemos decir orgánica, porque se usa balanceado comercial que tiene soja transgénica. Nos falta volumen porque el producto es de calidad. Falta trazabilidad, pero si se sabe desde donde vienen los alevines”, comenta. Cuestiones a ajustar, pero nada que no se pueda superar con trabajo.
Una experiencia exitosa
La comunidad educativa del Colegio Nacional Gianfranco Ferrarini y pobladores del distrito de San Roque González de Paraguarí, reiniciaron la ejecución del proyecto “Piscicultura en mi Comunidad” que busca integrar a docentes, alumnos, familias y autoridades a instalar la piscicultura como una opción de autoconsumo y renta.
«Desde el 2014 en el que se inició el proyecto con los alumnos del tercer año de la Educación Media, se notó el impacto que tuvo el desarrollo del proyecto de piscicultura en la comunidad. Los alumnos fueron capacitados y ellos mismos ejecutaron a pala para sus estanques e involucraron a sus familias y así se multiplicó dentro de la comunidad lo que es la producción de peces», afirmó el director del Colegio, Miguel Fernández en entrevista con la agencia estatal IP Paraguay.
Sostuvo que además de trabajar de cerca con los alumnos, el proyecto actualmente y tras la pandemia busca crecer por medio del trabajo con los productores de la zona, «ya que estamos convencidos que la piscicultura es un rubro que debe ser multiplicado dentro del departamento y el país», manifestó.
Artículo publicado en La Nación y reproducido en La Página de Aguará