Evo marca el camino en su relación con Macri
02 marzo, 2017
category: EDICIONES IMPRESAS
Tras roces por políticas migratorias Bolivia y Argentina buscan mejorar vínculos
Bolivia repudió las expresiones de la ministra argentina de seguridad que vinculó a inmigrantes suramericanos con el narcotráfico. El hecho marcó un punto de inflexión entre ambos gobiernos.
Evo Morales y Mauricio Macri se reunirán en abril en Buenos Aires para analizar una serie de temas comunes a la relación bilateral. El encuentro entre los presidentes de Bolivia y Argentina se confirmó luego de un proceso de distensión en el que intervinieron los cancilleres de ambos países y que alcanzó su punto de mayor aspereza con la decisión argentina de impedir el ingreso o eventualmente deportar sin demora a inmigrantes con cargos o sospechas de narcotráfico.
Ambos mandatarios hablaron telefónicamente el 10 de febrero para cerrar una semana de tensiones por un tema delicado para ambos países: Bolivia, junto a Paraguay, es el principal país de origen de las corrientes migratorias de las últimas décadas. Antes también habían hablado los ministros de exteriores de Bolivia, Fernando Huanacuni, y de Argentina, Susana Malcorra.
Morales informó que acordó con Macri impulsar una agenda de conversaciones bilaterales. Explicó que discutirán “sobre comercio, inversión y, evidentemente, los temas de migrantes”. Agregó que también analizarán el comercio bilateral marcado fundamentalmente por la venta de gas natural boliviano hacia Argentina.
La conversación telefónica entre Morales y Macri se produjo después de una visita que realizaron a Buenos Aires delegados del gobierno de Bolivia para aclarar algunas cuestiones vinculadas con la relación bilateral y fundamentalmente pedir al gobierno argentino que la aplicación de las nuevas medidas migratorias de Mauricio Macri no cometan excesos contra la amplia comunidad boliviana.
Tras aquella reunión en la capital de Argentina, el presidente del Senado boliviano, José Alberto Gonzales, detalló que “se ha decidido instalar dos puntos focales, dos personas que del lado argentino y del lado boliviano van a verificar que no hayan excesos” en la aplicación de esas políticas. Advirtió que “cualquier exceso que se cometa inmediatamente va a ser transmitido a las autoridades e inmediatamente se van a tomar acciones”.
Leyes duras
A fines de enero Macri promulgó un decreto que modifica las leyes argentinas sobre migración. El objetivo, anunció el presidente argentino, es acelerar los procesos de deportación y prohibición de ingreso en el país de extranjeros que hayan cometido delitos graves.
Este anuncio estuvo precedido con declaraciones de funcionarios argentinos a las que se sumaron algunos medios comerciales de comunicación que históricamente estigmatizan a los inmigrantes latinoamericanos. Por esos mismos días el diputado argentino ultra reaccionario Alfredo Olmedo se manifestó públicamente a favor de la construcción de un muro en la frontera entre Argentina y Bolivia.
El senador González explicó que la mesa de trabajo será “de carácter técnico-jurídico” y estará integrada por el ministro de Gobierno (interior) de Bolivia, Carlos Romero, y la ministra de seguridad de Argentina, Patricia Bullrich.
Gonzales fue recibido por Bullrich en Buenos Aires. La delegación boliviana estuvo integrada también por el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, y el viceministro de Comercio Exterior e Integración, Clarems Endara. El Senador señaló que el objetivo del encuentro era “hacer saber la molestia que han generado” las declaraciones de algunos funcionarios argentinos –entre ellos la propia ministra– “en torno a una suerte de estigmatización o de generalización donde lamentablemente se involucraba a los bolivianos con hechos delictivos, con el narcotráfico”.
La representante argentina había relacionado el aumento del narcotráfico en Argentina con la inmigración de paraguayos, peruanos y bolivianos. Al momento de anoticiarse de estos conceptos el presidente Evo Morales comparó las palabras de Bullrich con el “discurso xenofobo” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El ministro de Desarrollo Rural y Tierras señaló durante su visita a Buenos Aires que “las declaraciones de la ministra Patricia Bullrich y de otros políticos fueron denigrantes y han lastimado el sentimiento nacional”. El presidente del Senado reflexionó que “con esta visita oportuna y positiva (…) se ha logrado finalmente aclarar estos temas y se ha generado un espacio” de diálogo entre ambos gobiernos.
Afirmó que según lo transmitido por la ministra argentina “no es que a sola denuncia o a partir de un procesamiento judicial automáticamente corra la expulsión”. Agregó que todos los funcionarios argentinos con lo que hablaron (entre ellos el vicecanciller, Pedro Villagra, y el director de Migraciones, Horacio García) garantizaron que las modificaciones “de ninguna manera tienen el objetivo de restringir los derechos de los migrantes”.
Respecto a las declaraciones de Bullrich, el senador oficialista reafirmó que tras esta reunión en Buenos Aires “no hay ningún motivo por el cual alguna autoridad (argentina) podría volver a salir a los medios con un discurso de características xenófobas o discriminatorias”.
Al referirse al decreto de Macri el presidente del Senado boliviano reflexionó que en ese texto se observa una “presunción de culpabilidad” contra los inmigrantes. Pidió que si algún ciudadano boliviano siente violados sus derechos, lo denuncie inmediatamente. Por último recordó que, según las cifras que maneja el gobierno de La Paz, de casi 1,2 millones de bolivianos que viven en Argentina el porcentaje de encarcelados por cometer delitos es insignificante. Como ejemplo recordó que de las 39 mil personas que están detenidas en cárceles de la provincia de Buenos Aires, sólo 190 son de Bolivia. “Esperamos que este sea un tema superado para abril”, señaló, y lamentó que la ministra no acompañara a los visitantes para hacer declaraciones en común ante la prensa.
Bullrich prefirió dar su opinión en entrevistas particulares con algunos medios privados de comunicación. Allí justificó que “hay un ruido de parte de Bolivia (que) no es consistente ni con sus decisiones políticas ni con sus leyes”, en referencia a las reacciones del Ejecutivo boliviano sobre la estigmatización de los inmigrantes y las reformas legislativas de Macri. Tras asegurar que las leyes bolivianas son más duras que las argentinas en materia de inmigración, la ministra argentina concluyó: “nosotros no lo estábamos teniendo en cuenta y es algo muy importante (en endurecimiento de las políticas). Por eso Argentina tuvo enorme posibilidad de que crezca el delito de narcotráfico en los últimos años, no solamente con países fronterizos. Hemos tenido problemas con la mafia china, con algunos ciudadanos rusos… Estos temas se discuten porque hoy el delito es trasnacional”.
Puentes, no muros
Apenas se conocieron esas declaraciones y los alcances del decreto de Macri el nuevo canciller boliviano, Fernando Huanacuni, condenó las expresiones xenófobas. “Para nadie es extraño que el racismo y la xenofobia existen, es una realidad que vivimos los bolivianos en diferentes lugares. Pero que las autoridades se manifiesten en este contexto sí es una preocupación, porque los gobiernos están trabajando por una integración para facilitar la migración”, lamentó. Luego condenó la criminalización de la inmigración y la ejecución de políticas con una “visión xenófoba o racista” y aclaró que “Bolivia está construyendo puentes y no muros”.
Desde el gobierno argentino comunicaron que las declaraciones hechas por la ministra Bullrich “no son los lineamientos de la República de Argentina”, pero no hubo marcha atrás en el decreto 70/2017 que afecta a residentes bolivianos, entre otras comunidades de inmigrantes. Las autoridades bolivianas cuestionan del nuevo decreto la reducción del período de la residencia precaria de 180 a 90 días, el aumento del plazo de prohibición de reingreso de cinco a ocho años y la aceleración del proceso legal para la expulsión de extranjeros.
Mientras la delegación de su gobierno estaba en Buenos Aires el presidente Morales expresó su deseo de trabajar con Macri pese a las diferencias. “Tenemos diferencias ideológicas, de carácter cultural y social, tenemos diferencias de programas, pero finalmente somos electos con el voto del pueblo. Yo quiero trabajar con el presidente Macri para hacer respetar a nuestros pueblos de Bolivia y Argentina, pero también de América Latina”, dijo el 7 de febrero durante un acto en la región andina de Oruro.
Evo prometió que el trabajo conjunto entre Bolivia y Argentina será una “justa reivindicación de los latinoamericanos ante las políticas del Norte”, en referencia a las nuevas normas decretadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “Somos de la patria grande, no somos del Norte y todas las autoridades de América Latina tienen que entender que somos una patria”, insistió.