Perú: un oficialismo dividido pone a Castillo en nueva crisis
El presidente peruano, Pedro Castillo, renunció a su afiliación al partido de izquierda Perú Libre, pocas horas después de que esa fuerza, que lo llevó a la Presidencia, anunciara que se pasa abiertamente a la oposición.
«He presentado mi renuncia irrevocable al partido político Perú Libre. Obedece a mi responsabilidad como presidente de 33 millones de peruanos. Soy respetuoso del partido y sus bases construidas en la campaña», escribió Castillo en su cuenta de Twitter.
Antes de eso, el jefe del bloque, Waldemar Cerrón, aseguró que «no somos bancada oficialista, definitivamente», luego de que su hermano y titular del partido, Vladimir Cerrón, pidiera a Castillo que se desafilie de la fuerza.
Como expresión de esta nueva posición, Waldemar Cerrón anticipó que la bancada votará a favor de una censura al ministro del Interior, Dimitri Senmache.
Aún así, se diferenció de la derecha destituyente al sostener que Perú Libre actuará como «oposición propositiva», a diferencia de la «oposición obstruccionista» de los partidos que dominan el Congreso.
«Que nosotros no estemos de acuerdo con algunos términos (del gobierno) significa que podríamos ser una oposición propositiva y no una oposición obstruccionista», expresó Cerrón.
El anuncio amplía la distancia que separa a Perú Libre de Castillo, que se agudizó el martes último luego de que el partido le pidió «renunciar irrevocablemente» a su militancia bajo amenaza de expulsarlo.
Perú Libre se queja de que Castillo dejó de lado el programa del partido y sus promesas electorales y de que, en cambio, está «implementando el programa neoliberal perdedor».
La ruptura entre Perú Libre y Castillo se da justo cuando una comisión del Congreso investiga al presidente por presunta corrupción y planea recomendar una acusación constitucional en su contra.
Si avanza esa iniciativa, puede derivar en otro pedido de destitución contra Castillo del cargo al que llegó hace 11 meses.
Las dudas ahora se centran en si los 16 congresistas que permanecen en PL (de 37 que fueron originalmente) se sumarán a las acciones de vacancia (destitución), una decisión que dejaría en desamparo al mandatario.
Para la destitución se necesitan los votos de 87 de los 130 congresistas.
La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)
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