Camioneros paraguayos lideran protestas contra el gobierno
Por Jorge Zárate
A pesar de ser duramente reprimidos en la ciudad de Itá, a unos 35 kilómetros al sur de Asunción, los camioneros continuaban este 14 de septiembre con breves cierres de las rutas nacionales. Lo hacen para exigir que se reduzca el precio de los combustibles en 1.500 guaraníes por litro (poco más de 20 centavos de dólar estadounidense) para el diésel tipo III y la nafta de 93 octanos, los carburantes más utilizados por los trabajadores del volante.
Los cánticos de repudio se escucharon en todas las manifestaciones destacándose el “Marito nde inútil, Marito nde inútil”, (“Marito sos un inútil”), coreado en yopará, mezcla de castellano y guaraní que se habla en las ciudades, que se elevó en repudio a las declaraciones del presidente Mario Abdo Benítez que negó la posibilidad de bajar los precios.
El ministro del Interior, Federico González, dijo que utilizará la policía para despejar las rutas y que se conversa con los camioneros a los que ya se ofreció una reducción de 700 guaraníes por litro sin conseguir que depongan su medida de fuerza. “El Gobierno no puede disminuir el precio del combustible 1.500 guaraníes. Eso es imposible, no depende del Gobierno, si pudiera, incluso lo haría hasta 3 mil guaraníes”, comentó a la prensa.
Las protestas de las distintas nucleaciones del gremio de camioneros se desplegaron en cruces estratégicos, principalmente en la Gran Asunción y en el interior. Por ahora estas movilizaciones son intermitentes, pero amenazan con convertirlas en totales con sus consecuentes efectos en el abastecimiento y la economía de una población golpeada por la recesión y una perceptible suba de precios, leve pero constante.
Ante ello, Petróleos Paraguayos (Petropar) anunció que le 16/9 reducirá en 250 guaraníes el precio del gas de uso doméstico y G.150 el de la nafta 88 octanos, quedando los valores en G. 4.250 y G. 7.850, el litro respectivamente.
Darío Toñánez, referente de los camiones dijo que están «más firmes que nunca» y que seguirán en las rutas: «La Policía quiso criminalizar las movilizaciones de los compañeros en Itá, pero son amedrentamientos para debilitarnos, pero a raíz de eso nos fortalecimos», apuntó.
En su movimiento, los camioneros lograron la solidaridad de conductores de mototaxis, los que hacen reparto de comida y mercaderías (deliverys) y conductores de plataformas (Uber, Bolt, etc) que se movilizaron principalmente en la capital.
Incumplimientos
También nucleaciones campesinas acampan en el centro de Asunción y se movilizan por considerar que el gobierno incumplió un acuerdo firmado el 24 de marzo pasado en el que se comprometía a apoyar a la agricultura familiar campesina, aportes para los servicios de salud, refinanciación de deudas, proveer kits de alimentos, entre otras reivindicaciones.
El senador José “Pakova” Ledesma (Partido Liberal) dijo tras una reunión en el Palacio Legislativo que seguirá el diálogo con la Coordinadora Nacional Intersectorial (CNI) a la espera de que autoridades del Banco Nacional de Fomento, Banco Central del Paraguay, Crédito Agrícola de Habilitación y el Ministerio de Salud Pública den rápida respuesta a los reclamos campesinos.
Explicó en estos días el analista Hugo Ruiz Díaz Balbuena que “los sucesivos gobiernos del Partido Colorado desde 2013, (Horacio Cartes y Abdo Benítez) incluyendo el interregno golpista del Partido Liberal (PLRA), se ocuparon de desmantelar derechos, perseguir a los movimientos sociales, criminalizar las luchas de los sectores populares y a saquear el país. Hundieron a la sociedad paraguaya en el abandono, la miseria, la pobreza, el desempleo. Veinte y cinco por ciento de los hogares paraguayos pasan hambre”.
Recordó que implementaron “el negocio y negociado de la deuda externa, que se revela impagable y cuya víctima es el pueblo paraguayo. Predación de los recursos naturales y de la finanza pública. Una economía en descalabro en medio de la crisis del sistema capitalista y una política represiva en aumento por lo que este estado de cosas, alcanzó sus límites. Existe un indiscutible desencanto del pueblo. Un clamor por el cambio, no simplemente el reclamo de una alternancia o cambio de maquillaje. Se precisa una transformación que se revela hoy, un imperativo para las fuerzas de izquierda y del progresismo”, propuso
Recordó la Ong Base de Investigaciones Sociales (Base-IS): “Más allá de las promesas incumplidas la movilización campesina tiene un trasfondo mucho más profundo, desde 2016 la propia CNI, realiza movilizaciones denunciando la crisis crónica que atraviesa la producción campesina en el país, con sus consecuencias sociales y económicas, como la expulsión de familias campesinas, el aumento de la dependencia alimentaria y otros… Movilizaciones similares se repitieron en agosto del 2021, tras la etapa más dura de la pandemia, y el pasado mes de marzo”, historió.
En un artículo recordó que apenas 347 mil hectáreas de las tierras cultivadas se destinan a la producción de rubros de la agricultura campesina, mientras el agronegocio acumula más de 5.5 millones de hectáreas. Lo hizo citando al investigador Abel Irala, apuntando que “un modelo agrario que promueve la concentración de la tierra, la de los medios de producción, las modificaciones de las semillas, formas agroganaderas en oposición al medio ambiente y a prácticas culturales, es un modelo que necesariamente será cuestionado por la mayoría de la población campesina e indígena”
Como ejemplo de esto último, indígenas de la comunidad Yapy Santa Isabel del norteño departamento San Pedro, se manifiestan «por tiempo indefinido» en la capital exigiendo al gobierno que cumpla la promesa de construirles viviendas que hiciera ya en 2018.
Alfirio Vera Lezcano, líder de la comunidad explicó el porqué de la protesta: “Hace poco vinimos a hacer un acuerdo con el ministro, con el gobierno y hasta ahora no se cumple. En quince días teníamos que tener resultados y pasó un mes y nada”, se lamentó.
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