La siembra de Hugo Chávez Frías sigue abriendo caminos en medio de bloqueos para la construcción de una Patria Grande, vigorosa y fuerte.
En uno de sus tantos discursos Chávez dijo: “Seguiremos batallando por la verdadera unidad e integración de nuestros Pueblos, pero no es con el imperialismo que vamos a integrarnos. Bastante daño le hizo el imperio al proyecto de Bolívar”.
Desde el comienzo mismo del proceso de transformación, la Revolución Bolivariana tuvo que soportar y superar los embates no solo de la derecha y la extrema derecha criolla, sino del imperialismo. Recordemos el golpe de estado de abril de 2002 con el apoyo y control directo de Washington y otros gobiernos satélites. Traigamos a colación igualmente al boicot petrolero fomentado por la derecha fascista y neofascista, que perseguía el quiebre del proceso de transformación.
La derrota político – militar que el Pueblo y Chávez generaron a la derecha fascista y golpista ante estos actos de barbarie, la decidida defensa incondicional del Pueblo que rescató a Chávez de las garras del imperialismo, revela la profundidad y humanismo de la revolución iniciada por Chávez. Con el Pueblo.
Este hecho, marcó la historia, marcó la disrupción del Pueblo, marcó el imbricamiento entre Chávez y el pueblo, entre Chávez y los pueblos oprimidos.
La victoria sobre el imperialismo y la oligarquía, abrió los caminos para una democracia popular radical, para la implementación de las políticas sociales, materialización de los derechos sociales postergados siempre por la minoría predadora. Y sobre todo, la militancia y los lazos de solidaridad con otros pueblos, con las naciones de América Latina y el Caribe.
Esa militancia por la Patria Grande desde el inicio, se concretó en un amplio frente antiimperialista de movilizaciones continentales, de articulación de las luchas sociales regionales.
Ese proceso de transformación resucita la figura del libertador Simón Bolívar, tirada en los baúles de historia y olvidada intencionalmente por la oligarquía. La lucha por la emancipación de la Patria Grande, fue uno de los desafíos más resaltantes que tuvo Chávez. Y no dudo un segundo en darlo todo, hasta su propia vida, en esta tarea titánica.
Un aspecto más que importante a resaltar es el discurso de Chávez y su repercusión en los Pueblos.
Su discurso representó el clamor de millones de seres humanos desposeídos, humillados por las minorías predadoras. Discurso cargado de revolución y de desafíos a los grupos dominantes y al imperialismo. Discurso nítido, dirigido no a intelectuales, sino un discurso dirigido al principal actor de la revolución: el pueblo.
Discurso de indignación, pero también discurso de esperanza, de nuevo proyecto emancipador. Chávez un hombre carismático, excepcionalmente carismático.
Y tal autoridad moral que en plena hegemonía del neoliberalismo, en plena coyuntura de dominio absoluto del imperialismo norteamericano a un nivel planetario; en una situación de relación de fuerzas absolutamente desfavorables; no dudó en confrontar con las élites.
Solo Chávez pudo, en plena cumbre de las Américas pronunciar, ante el opresor imperialista y ante gobiernos satélites neoliberales, decir: “mientras los gobernantes andamos de Cumbre en Cumbre los Pueblos van de abismo en abismo”.
Pueblos, Patria Grande inundando todo su espíritu. ¡Autenticidad pura! ¡Rebeldía en su estado puro! ¡Defensa de la Patria Grande!
El legado de Hugo Chávez a los Pueblos indoamericanos es que aun en las condiciones más adversas, con la organización, con la articulación más allá de las fronteras, se puede concretar una revolución socialista. Y hoy más que nunca, el legado de Chávez es la lucha por la independencia, soberanía, unidad, justicia social, igualdad y autodeterminación.
Chávez es de los hombres que nunca mueren. Siempre viven en el corazón del pueblo oprimido y que busca su liberación ¡Chávez esperanza en la desesperanza, utopía en la distopía!
El mejor homenaje a Hugo Chávez Frías hoy, es seguir su ejemplo: ¡Hacer la Revolución! ¡Materializar la Revolución socialista en esta crisis final del capitalismo! Fomentar y construir el Socialismo.
¡Nosotros, nosotras, Venceremos!