Chile: derrota derechista pero sigue la sombra de Pinochet
El proyecto derechista de nueva Constitución de Chile fue rechazado por la mayoría de los ciudadanos de la misma manera que en 2022 fue rechazada la iniciativa progresista. La rebelión de 2019 que pedía una nueva configuración social, política y económica del país deberá esperar bajo la carta magna que elaboró el genocida Augusto Pinochet.
El rechazo al texto reunió 56% de los votos válidos contra 44% de aprobación en el referendo de este domingo mediante el cual los chilenos votaron para decidir si aprobaban o rechazaban un proyecto de nueva Constitución escrito en su mayoría por partidos de derecha
La dirigencia política pinochetista, conservadora, derechista, progresista y otras variantes admitieron que no hay chances, al menos en el actual momento político, de promover otro proceso para intentar actualizar la carta magna.
El presidente Gabriel Boric afirmó que los dos procesos similares en dos años, ambos fracasados, «polarizaron el país», por lo que «la política ha quedado en deuda con Chile».
El líder pinochetista del Partido Republicano de extrema derecha, José Antonio Kast: «Una gran mayoría de chilenos ha rechazado la propuesta que nosotros impulsamos del Consejo Constitucional y reconocemos esa derrota».
La Unión Demócrata Independiente (UDI, también pinochetista) señaló que el resultado del plebiscito “es una muestra de un cansancio constitucional que tiene el país”.
Más de 15 millones de personas estuvieron habilitadas para sufragar en 3.000 centros de votación en Chile y otras 120.000 en el exterior.
Debido a la obligatoriedad de la votación, se percibieron largas filas en las comisarias para excusarse por estar a más de 200 kilómetros del lugar de sufragio.
Según datos oficiales, más de 300.000 personas realizaron la solicitud de manera online, de las cuales más de 200.000 fueron validadas en las comisarías de manera presencial, el doble comparado con el primer proceso constitucional.
Expresidentes de Chile como Michelle Bachelet y Ricardo Lagos estaban en contra del nuevo texto mientras que Sebastián Piñera estaba a favor.
Chile se rige por la Constitución de 1980, que tuvo una importante reforma en 2005 durante el gobierno de Lagos, pero que fue el centro de los reclamos ciudadanos en el estallido social de octubre de 2019.
Eso derivó en un primer proceso constitucional, redactado en su mayoría por convencionales de izquierda e independientes, que finalmente fue rechazado por 61% de los chilenos en un plebiscito el 4 de septiembre de 2022.
Varios sectores sociales y políticos de izquierda y progresistas opinaron que el texto significaba un “retroceso” en materia de derechos, principalmente por el riesgo que habría corrido la ley de aborto en tres causales, mientras la derecha lo definió como la “Constitución de la seguridad”.
El borrador constitucional contemplaba un retiro del pago de contribuciones a la primera vivienda, la libertad de elección de salud y el derecho preferente de los padres a elegir la educación de sus hijos.
La libre elección en materia de salud habría podido dar rango constitucional a las prestaciones de salud privada de Chile, algo muy criticado por el oficialismo debido a los altos costos del sistema.
Además, el texto consultado este domingo proponía reducir la cantidad de diputados de 155 a 138 y establecer que los partidos políticos necesitaran superar un umbral de 5% de los votos para poder entrar en el Congreso.