Sudáfrica acusó de genocidio a Israel en la Corte de la Haya
Sudáfrica acusó a Israel de «genocidio» ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya, en una audiencia en la que argumentó con datos, información, antecedentes y contexto político en la que quedó explícita la magnitud de los cargos.
Un equipo de juristas acompañados por el Estado sudafricano dieron cuenta de la dimensión de la ofensiva del país hebreo a la Franja de Gaza al sostener que no se justifica ni siquiera por la masacre perpetrada por el movimiento islamista Hamas a su territorio el 7 de octubre.
El equipo de expertos jurídicos y académicos sudafricanos estuvo encabezado por John Dugard, profesor de Derecho Internacional y exrelator de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre los Derechos Humanos.
Dugard acusó a Tel Aviv de mantener un patrón de conducta genocida en Gaza, manifiesto a través de asesinatos en masa, con más de 30.000 víctimas mortales, entre civiles asesinados y desaparecidos, el 70 por ciento de ellos mujeres y niños; desplazamientos forzosos que afectan al 85 por ciento de la población gazatí (1.9 millones de habitantes) y daño físico o mental grave a los civiles.
«Ningún ataque armado en el territorio de un Estado, por muy grave que sea (…) justifica que se vulnere la Convención» para la Prevención de Genocidios, afirmó el ministro de Justicia sudafricano, Ronald Lamola, en su alegato.
«La respuesta de Israel al ataque del 7 de octubre cruzó esta línea y da lugar a violaciones de la convención (…) es por eso que Sudáfrica presenta este caso», agregó.
Asimismo, subrayó que «la violencia y la destrucción en Palestina no comenzaron el 7 de octubre» sino que los palestinos «han experimentado violencia durante los últimos 76 años».
«En la Franja de Gaza desde 2004 Israel ejerce control sobre los cruces terrestres y la infraestructura civil. La entrada y salida de Gaza está estrictamente prohibida, siendo Israel el único punto de entrada», afirmó.
En el caso de la red sanitaria, el equipo sudafricano recordó que Israel bombardeó hospitales, clínicas, ambulancias y equipos sanitarios y de socorristas.
El documento presentado detalla que el país ocupante dejó solo 13 hospitales de 36 en funcionamiento parcial, luego de privarlos de electricidad, agua, combustibles, generadores e incluso máquinas de soporte vital.
El abogado Tembeka Ngcukaitobi, miembro del equipo legal sudafricano, analizó que «Israel tiene una intención genocida contra los palestinos en Gaza» y así lo han dejado saber «líderes israelíes y generales del Ejército (…) lo que ha sido repetido por soldados de Gaza».
En este sentido, recordó las declaraciones del primer ministro, Benjamin Netanyahu, citando la historia bíblica de Amalek o las palabras formuladas el 9 de octubre por el ministro de Defensa, Yoav Gallant, cuando dijo que Israel «combate contra animales humanos y actúa de forma acorde».
Asimismo, mencionó las palabras del presidente, Isaac Herzog, quien el 12 de octubre señaló que «toda la nación (palestina) es responsable», unas palabras de carácter «deshumanizador» que «no diferencia» entre civiles y miembros de Hamas.
«Las declaraciones fueron realizadas por personas al frente del Estado. Si las declaraciones no fueran intencionadas, no habrían sido formuladas. La intención genocida de estas palabras no es ambigua para los soldados israelíes desplegados sobre el terreno», sostuvo.
La abogada sudafricana ante la CIJ Adila Hassim destacó que las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza han puesto a la población «al borde de la hambruna» y aseguró que «los expertos prevén que podría morir más gente en Gaza por hambre y enfermedad» que debido a las acciones militares.
La respuesta de Israel, que prometió «aniquilar» a Hamas, dejó hasta el momento más de 23.000 muertos palestinos, una gran mayoría de ellos mujeres y niños, y una grave crisis humanitaria.
En la denuncia se menciona la destrucción de dos terceras partes de los hospitales, la escasez de suministros esenciales y alrededor de 1,9 millones de personas (de un total de 2,2 millones que viven en el enclave) obligadas a abandonar sus hogares.
Sudáfrica reconoce en su acusación el «peso particular de la responsabilidad» de acusar a Israel de genocidio y condena «inequívocamente» los ataques de Hamas que desencadenaron la guerra en Gaza.
Pero al mismo tiempo, afirma que los bombardeos y las operaciones terrestres de Israel tienen «la intención específica (…) de destruir a los palestinos de Gaza como parte del grupo nacional, racial y étnico más amplio de los palestinos».
Varios países, entre ellos Turquía, Malasia, Venezuela, Colombia, Brasil e Irán apoyaron la demanda de Sudáfrica, mientras que Estados Unidos dijo no ver señales de genocidio en la Franja de Gaza.
El miércoles, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, oficializó su apoyo en una reunión con el embajador palestino en Brasilia, Ibrahim Alzeben.
Por su parte, el Gobierno colombiano de Gustavo Petro expresó en un comunicado que «saluda la demanda presentada por Sudáfrica contra Israel (…) por la violación de disposiciones de la Convención de 1948 contra el Genocidio».
Israel, que este viernes tendrá la oportunidad de defenderse, acusó a Sudáfrica de actuar como «el brazo jurídico de la organización terrorista Hamas».
También acusó de «hipocresía» a los abogados de Sudáfrica y aseguró que vertieron «una serie de afirmaciones falsas y carentes de fundamento» en la corte.
Estados Unidos, que apoya a su aliado Israel, considera que las acusaciones de Pretoria son «infundadas». «Israel tiene derecho a defenderse», señaló el vocero del Departamento de Estado, Matthew Miller.
«Israel opera en un entorno excepcionalmente difícil en Gaza, un campo de batalla urbano en el que Hamas (…) se esconde intencionadamente detrás de civiles», apuntó.
La CIJ podría pronunciarse en cuestión de semanas y, aunque sus fallos son definitivos y no pueden ser apelados, los países no siempre siguen sus veredictos.