La Consulta Popular en Colombia no se puede politizar – Por Fernando Alexis Jimenez
30 abril, 2025
category: COLOMBIA, FORO DEBATE
Nos encontramos a las puertas de que se presente al Congreso la iniciativa de Consulta Popular y, de la mano con este proyecto, las voces a favor y en contra que se levantarán en esa célula legislativa.
En esa dirección, debe ser claro que la Consulta no se puede politizar. Es decir, ningún partido o movimiento en particular debe escriturarse esta convocatoria al constituyente primario, porque entonces entraríamos a profundizar la polarización que vive el país.
Antes que sacar adelante las reformas sociales que tanto requieren los más vulnerables, terminaríamos en un callejón sin salida. En pocas palabras, más enfrentados que antes.
La Consulta Popular es una de las formas más directas de participación democrática en Colombia y debemos defender ese instrumento, así haya quienes se oponen férreamente para defender intereses particulares.
Es cierto, la propuesta nace en el gobierno del presidente Petro, pero no es petrista. Es de todos los colombianos. Así debemos abrazarla y promoverla, si queremos superar el umbral de los 13.7 millones de votos por el SÍ.
Si los movimientos y organizaciones que convergieron para llevar a la presidencia a Gustavo Petro, se abrogan la pertenencia de la Consulta, estaremos marginando a las militancias de otros partidos y cerraremos las puertas a un paso fundamental para que el cambio siga avanzando en el territorio nacional.
La Consulta Popular, según la Constitución de 1991, es un mecanismo de participación ciudadana que permite a los colombianos pronunciarse sobre aspectos de gran relevancia nacional o local, que no sean exclusivamente de competencia del Congreso o de la Corte Constitucional.
La herramienta fue concebida como un instrumento para que la ciudadanía pueda influir directamente en las decisiones que afectan su vida cotidiana, sin depender de las dinámicas partidistas o de los intereses particulares de los políticos de turno.
Así las cosas, lo más sensato e incluso, inteligente, es desmarcarla del partidismo y convertirla en una plataforma amplia y participativa. Es ahora o nunca.
¿Colombia se asoma a un nuevo estallido social?
Ante el eventual hundimiento de una propuesta para la Consulta Popular en el Congreso, toma fuerza la eventualidad de un estallido social.
El estallido social del 2021 todavía sigue en la memoria de millares de personas. Marcó un antes y un después en la historia del país.
Nadie imaginó jamás que el nivel de inconformidad escalara hasta tal punto que, hubo momentos, en que se pensaba que estábamos en la antesala de una guerra civil como consecuencia de las confrontaciones entre la fuerza pública y quienes protestaban.
Frente al hundimiento de la reforma laboral, que beneficia en gran medida a las nuevas generaciones—catalizadoras del paro—y de otras iniciativas que han naufragado en la célula legislativa, se especula que el ambiente de inconformidad, nuevamente propiciaría el bloqueo en todas las regiones.
¿Qué podría desbordar la taza? Que el Congreso de la República no apruebe la consulta popular. Si hay posiciones reacias a esta auscultación de la opinión de los colombianos, que sea en las urnas y no en las calles donde se diriman las diferencias.
Un riesgo que no podemos alimentar, por las consecuencias sociales y económicas que tendría, es generar las condiciones para que nuevamente nos veamos ante un estallido social, en el que los jóvenes asuman el papel protagónico porque sienten, se les está esquilmando la posibilidad de acceder al trabajo en condiciones dignas.
Basta recordar todo lo que se vivió en el 2021 para considerar oportuno, desde el Congreso, dar vía libre a la consulta a los colombianos.
“Si nos van a derrotar, que sea sufragando y no en el Congreso”, me dijo Jonnathan, el vendedor de libros de segunda mano, a una cuadra de la Plaza de Cayzedo en Cali.
A sus casi 43 años, lleva una década rebuscándose con la cultura. Un día cualquiera lo sacaron de la empresa. Su delito fue pedir que pagaran los dominicales. “No tenía vida y a mi familia casi no la veía los fines de semana. Por eso me independicé y prefiero vender libros”, me dijo mientras acomodaba varios ejemplares que él mismo ha reparado y ahora lucen en buen estado. Por eso, él está a favor de una consulta.