El país que deja Rafael Correa
06 abril, 2017
category: EDICIONES IMPRESAS
El 24 de mayo asume el próximo presidente de Ecuador
En 10 años los ecuatorianos vivieron profundas transformaciones económicas y sociales. Al cierre de esta edición se definía la continuidad o quiebre de la llamada Revolución Ciudadana.
La campaña electoral fue dura e intensa, con millonarios fondos volcados sobre la candidatura del banquero Guillermo Lasso, que llegó al extremo de hacer publicidad regalando leche y pan previamente empaquetados con su foto y consignas. Por el lado de Alianza País, Lenín Moreno se apoyó en todo momento sobre los profundos cambios que vivió el país desde el inicio de la Revolución Ciudadana el 15 de enero de 2007.
Pero al margen de las elecciones, la inminente salida de Rafael Correa del poder, tras una década al frente del país, invita a realizar un balance sobre las transformaciones realizadas y el estado de situación económico y social que recibirá el próximo presidente de los ecuatorianos para el período 2017-2021.
Uno de los rubros que mejor refleja los cambios en el nivel de vida de la población es el aumento de la inversión social, que subió de 1.976 millones de dólares a 9.581 millones en los últimos 10 años. Medida por habitante, la inversión se multiplicó por cuatro, al pasar de 142 a 580 dólares. El dato surge del Informe de Desarrollo Social presentado por la ministra del área, Gabriela Rosero, para el período 2007-2017.
Según el mismo documento, la llamada “pobreza multidimensional” bajó del 51,5% al 35,1% entre 2009 y 2016, y la pobreza medida por necesidades básicas insatisfechas se redujo de 41,7% a 28,2% entre 2008 y 2016, gracias a las políticas sanitarias, educativas y de vivienda. En cuanto a la medición por ingreso, desde que asumió la presidencia Correa la pobreza había descendido de 36,7 a 23,3% al terminar 2015 y la pobreza extrema de 16,5% a 8,5%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo.
Al dividir la población de las ciudades y el campo, surge como resultado que la pobreza urbana por ingresos cayó de 24,3% a 16,4% y la rural se redujo de 61,3% a 35,3%. “Son más de dos millones de personas que han salido de la pobreza, no con asistencialismo, sino que hemos atacado las causas estructurales de esa pobreza”, celebró el Presidente en uno de sus últimos actos públicos.
Otra cuestión clave para analizar es la desigualdad social. Cuando hay crecimiento económico, en la mayoría de las sociedades capitalistas se produce una disminución de la pobreza, pero eso no significa necesariamente que la distribución del ingreso sea más equitativa. En muchos casos, aún cuando baja la pobreza, las familias de más altos ingresos multiplican más rápidamente su riqueza y aumenta la desigualdad.
Pero en el caso ecuatoriano se produjo una drástica disminución de la desigualdad social. El ingreso promedio del 10% más rico de la población respecto al 10% más pobre era 42 veces superior cuando Correa llegó a la Presidencia, y al terminar 2015 la diferencia era de 25 veces, porque el quintil más pobre duplicó sus ingresos mensuales. Este rápido achicamiento de la brecha social se notó en el período 2007-2013: mientras el coeficiente de Gini en América Latina bajó dos puntos: de 0,52 a 0,50, el de Ecuador bajó seis: de 0,55 a 0,49.
Salud y educación como pilares
En estas dos áreas fundamentales se reflejan cambios profundos desde 2007 a la fecha. Algunos datos lo demuestran con claridad, como los relativos al crecimiento de la población escolar. Los primeros ocho años de Revolución Ciudadana, la matrícula neta en educación básica subió de 92% a 96% y en el sector de menores ingresos ascendió de 89% a 95,4%.
En cuanto a las universidades, la inversión estatal llegó al 2% del PIB y se otorgaron 14.276 becas estudiantiles entre 2007 y 2015, frente a las 237 dadas durante los 10 años anteriores (1995-2006). Más de mil millones de dólares se invirtieron en la construcción de nuevas instituciones universitarias, entre ellas: la Universidad Nacional de Educación, Universidad Regional Amazónica Universidad de las Artes y el proyecto Yachay. Este último es en realidad una pequeña ciudad planificada “para el desarrollo de la investigación, ciencia y aplicativos tecnológicos necesarios para alcanzar los objetivos del Plan Nacional del Buen Vivir”, según consta en el propio proyecto oficial, de vanguardia a nivel mundial.
La salud pública también ha dado un salto cualitativo muy importante. Se construyeron 21 nuevos hospitales en la última década y unos 20 mil médicos fueron incorporados al sistema sanitario público, de los cuales 1.200 regresaron al país tras haber emigrado en la década de 1990 gracias al programa “Ecuador saludable, vuelvo por ti”.
Uno de los índices de salud más importantes que se redujo drásticamente es la desnutrición, que pasó de 1,1% en 2007 a 0,4% en 2014. El avance de la salud pública también quedó demostrado en el aumento de las consultas hechas en hospitales públicos, que subieron un 250% en 10 años.
Crecimiento y perspectivas
El período 2007-2015 permitió a Ecuador tener un crecimiento económico anual promedio de 3,9% (un punto por encima del promedio latinoamericano). En ese contexto, el Estado logró triplicar la recaudación tributaria gracias al combate a la evasión fiscal y destinar un 9% del PIB a la inversión pública.
Los trabajadores lograron en general aumentos del salario real en todo el período. El ingreso mínimo legal, conocido como salario básico unificado, subió de 166 dólares (40% de la canasta básica) a 375 dólares (100% de la canasta básica) y el desempleo cayó hasta el 4,2%. Además, la cobertura de seguridad social para empleados subió de 26% en 2007 a 67% en 2015.
Sin embargo, la caída del precio internacional del petróleo provocó en 2016 el derrumbe de las exportaciones –cuadro al que se le debe sumar el terremoto de abril– y el aumento de la desocupación hasta 5,2%. Se estima que el PIB cayó 1,7% en un año que fue difícil para el país y tuvo consecuencias sociales. Para afrontar el déficit fiscal, la deuda agregada (interna y externa) volvió a subir hasta los 40 mil millones de dólares y representa casi el 40% del PIB.
Respecto a la política internacional, apenas asumió en 2007 Correa rechazó el Tratado de Libre Comercio (TLC) que el país negociaba con Washington y al año siguiente anunció que no renovaba el convenio gracias al cual Estados Unidos usaba desde 1999 el puerto de Manta como base militar con la excusa de combatir el narcotráfico. Mediante la reforma constitucional se prohibió el establecimiento de bases militares extranjeras en el país. En 2009, Ecuador ingresó formalmente a la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestramérica (Alba) y desde entonces mantuvo estrechas relaciones con Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua para conformar un eje antimperialista en la región y promover organizaciones independientes de Washington como la Celac.
Cuando Rafael Correa deje el Palacio de Carondelet el 24 de mayo, será recordado como el Presidente que logró quebrar años de inestabilidad política generada por la grave situación social. Su propuesta de reforma constitucional, las contundentes victorias electorales, exitosos planes de obras públicas y programas sociales, créditos a la producción y la defensa de una posición latinoamericanista e independiente respecto a Estados Unidos son algunos de los pilares de la Revolución Ciudadana que marcaron estos 10 años.
Ecuador está mejor preparado para afrontar temporales
Mientras Perú sufre una emergencia nacional debido a las fuertes lluvias desatadas por el fenómeno Niño Costero, Ecuador ha logrado disminuir considerablemente el problema de las inundaciones y su impacto humano, económico y ambiental. Pese a haber sufrido el mismo temporal, las grandes diferencias en su impacto permitieron incluso que el gobierno ecuatoriano brindara ayuda humanitaria a Perú.
El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczyinski, reconoció: “Esta mañana vi lo que ha hecho Ecuador, es un buen ejemplo que se debe seguir, los ríos deben tener murallas, los puentes deben tener pilares suficientes para que estén bien anclados…”.
Entre las obras públicas llevadas adelante por el gobierno de Correa para enfrentar las inundaciones se cuentan seis mil kilómetros de redes subterráneas para que fluya el agua, seis megaproyectos hídricos con mil millones de dólares de inversión, obras de alcantarillado y colectores de agua pluvial.
“Acá no es cuestión de suerte, es planificación, trabajo duro y buena inversión, que es el mejor ahorro”, destacó Correa al recordar los millonarios proyectos de inversión ejecutados los últimos años para prevenir inundaciones. “No es plata que recuperamos nosotros, pero sí la sociedad”, afirmó.