Regresa la derecha boliviana y exige «democracia y justicia»
(Con informe de la Agencia Boliviana de Información, ABI) – Los expresidentes Jorge Quiroga y Carlos Mesa, junto al exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas (foto), el alcalde de La Paz, Luis Revilla y el líder de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, firmaron este miércoles una declaración conjunta denominada en «defensa de la democracia y la justicia».
El documento que fue suscrito en un acto público, en un céntrico hotel de la ciudad de La Paz, consta de cinco acápites referidos a la Judicialización de la política, Órgano electoral, Intento de vulnerar la soberanía del pueblo, Elecciones judiciales y Acción de Unidad.
En el inicio de la declaración, las exautoridades y jefes políticos expresan la «necesidad» de dar a conocer su palabra en defensa de la democracia y justicia.
«Nuestra vocación democrática nos compromete con la unidad no para resolver legítimas diferencias de pensamiento y de visión, sino para reafirmar ante nuestros compatriotas que creemos en la democracia como un valor que debe preservarse, profundizarse y defenderse sin tregua», establece el segundo párrafo del documento.
Los líderes políticos, considerados por el Gobierno como de oposición, resaltan en el primer aspecto: Judicialización de la política, que «El gobierno ha roto los límites de la independencia y coordinación entre poderes, ha transformado al Órgano Judicial en un instrumento de persecución política y ha violado normas, o ha creado normas arbitrarias a su medida».
En el tema del Órgano electoral, reconocen la «idoneidad» con la que el Tribunal Supremo Electoral manejó el referendo de febrero de 2016; sin embargo, establecieron que «no podemos dejar de expresar nuestra preocupación por el recientemente nombramiento de nuevos miembros de los tribunales departamentales electorales, que en un número significativo tienen afinidad con el Movimiento al Socialismo».
En el tercer punto referido al intento de vulnerar la soberanía, los firmantes del documento señalan que «El 21 de febrero de 2016, el pueblo de Bolivia se pronunció con claridad en contra del intento de una nueva postulación del Presidente Evo Morales Ayma. Por tanto, exhortamos con vehemencia a los gobernantes y a todos los funcionarios del Estado a respetar el voto del pueblo».
Sobre las elecciones judiciales, expresan que tras el «fracaso» del Órgano Judicial los próximos comicios judiciales son una oportunidad que «no podemos desperdiciar», por lo establecieron que «proponemos que la potestad de preselección de candidaturas al Órgano Judicial, que le corresponde a la Asamblea Legislativa, sea realizada del siguiente modo: Que la Asamblea nombre una comisión independiente que haga una evaluación meritocrática de los postulantes. Esa Comisión deberá representantes de toda la sociedad y su calificación deberá tener un carácter vinculante en la preselección final de la Asamblea para la habilitación de los candidatos al proceso electoral judicial establecido en la Constitución».
Finalmente, afirman que «trabajaremos unidos para denunciar ante la opinión pública nacional e internacional las acciones gubernamentales que se planifican y se realizan poniendo en entredicho las libertades ciudadanas en Bolivia».
Unidos por el miedo
El ministro de la Presidencia, René Martínez, dijo que exmandatarios y líderes políticos de la oposición decidieron unirse por «miedo» al presidente Evo Morales en una letanía por la «democracia neoliberal» que rigió en Bolivia entre 1985 y 2005.
«Gonistas, separatistas y neoliberales se unen por miedo contra @evoespueblo. Saben que ninguno puede contra @evoespueblo», escribió en su cuenta twitter.
Asimismo el Ministro de la Presidencia caracterizó la denominada Declaración de representantes de la oposición como un «acto de nostalgia de políticos neoliberales que demuestran su añoranza por la democracia pactada, cuando se cuoteaban el voto del pueblo».
«Quienes suscriben ese documento, desconocen la legitimidad histórica del Gobierno del presidente Evo Morales y pretenden asirse de una democracia que nunca respetaron y más bien utilizaron para sus beneficios políticos y sectaristas», dijo.
Martínez calificó al grupo de políticos que firmó la ‘Declaración conjunta en defensa de la democracia y la justicia’ como «neoliberales», «cachorros de dictadores», «separatistas» y «golpistas».
También consideró que esa unión es una «paradoja» de la historia de Bolivia y dejó establecido que «jamás usurparán la voluntad soberana del pueblo boliviano» con ese tipo de acciones.
Martínez cuestionó si tiene moral para reclamar por la democracia, la libertad y la justicia el ex vicepresidente de un ex dictador que llegó al poder con el 22.26% de votos en 1997 y tiene en su haber decenas de muertos por la represión contra bolivianos que reclamaban por sus derechos.
Las críticas de Martínez están dirigidas a los expresidentes Jorge Quiroga y Carlos Mesa, al exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, al gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, al alcalde de La Paz, Luis Revilla, y al líder de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina.