Nueva etapa para la Revolución Ciudadana
30 mayo, 2017
category: EDICIONES IMPRESAS
Comenzó el gobierno de Lenín Moreno en Ecuador
La salida de Correa y el menor apoyo electoral multiplican los desafíos de Alianza País. Deberá consolidar una nueva mayoría, resistir embates más duros y fijar un rumbo claro para el país.
Rodeado por presidentes latinoamericanos, Lenín Moreno tomó el mando del país el 24 de mayo, tras 10 años de gobierno de Rafael Correa. El hecho dio inicio formal a una nueva y distinta etapa del proceso de Revolución Ciudadana, que ahora tiene desafíos puntuales. El más evidente es la necesidad de reemplazar el fuerte liderazgo de Correa, tarea que pone al movimiento político Alianza País en el centro de la escena.
Otra característica del período recién inaugurado es la radicalización de un sector de la oposición, que al no reconocer la victoria electoral de Moreno y referirse al gobierno como “la dictadura de Correa”, intenta profundizar el rechazo de un sector de la sociedad. Hasta el momento las convocatorias a protestas callejeras han sido minúsculas y la mayoría de los partidos opositores no acompaña los llamados ni el desconocimiento del nuevo Presidente.
El triunfo de Moreno en el balotaje con 51,16%, algo menos de 700 mil votos de diferencia respecto del banquero Guillermo Lasso, resultó la elección más reñida de la Revolución Ciudadana. El resultado plantea para el mandato 2017-2021 la necesidad de consolidar una nueva mayoría y recuperar apoyo popular en distintas sectores y territorios.
Consecuencia de ello es el carácter más dialoguista y transigente que imprime Lenín Moreno a su gestión, con el objetivo de tender puentes con distintas organizaciones para consolidar su gobierno. La estrategia busca acercar a antiguos simpatizantes del proyecto político, a la vez que evitar posibles radicalizaciones de algunos grupos opositores.
La composición del nuevo gabinete de 18 ministros mostró esa misma intención, aunque con mayoría de personas que ya ocuparon funciones claves en distintas etapas de la Revolución Ciudadana.
Primeras decisiones
Para dar contenido real a esta línea dialoguista, un mes antes de asumir Lenín Moreno logró que un conjunto de organizaciones mayormente indígenas y campesinas firmaran un “Pacto de unidad de los pueblos, nacionalidades, organizaciones sociales y trabajadores” para coordinar proyectos y una agenda de trabajo común.
Pusieron su firma dirigentes de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), la Confederación de Nacionalidades y Pueblos Indígenas de la Costa Ecuatoriana (Conaice), la Asociación de Pueblos Afros (Aopa), la Federación de Iglesias Indígenas Evangélicas Residentes en Pichincha (Fierpi), y otras nueve organizaciones campesinas e indígenas.
En base a los acuerdos se conformarán distintas mesas de trabajo para tener un contacto directo con Lenín Moreno, a la vez que estas organizaciones tendrán la tarea de tender puentes con otras que están más alejadas del gobierno ecuatoriano. El objetivo es ir integrando a más sectores a este “pacto de unidad”.
Las agrupaciones campesinas e indígenas buscan principalmente financiamiento para proyectos productivos y avances legislativos para un mayor acceso a las tierras, medidas de protección ambiental, entre otros objetivos. El presidente de la Conaice, Édison Aguavil, expresó que las políticas públicas todavía no llegan a los territorios: “Hemos pasado 10 años de la Revolución Ciudadana, pero aún sentimos que hay una deuda social con nuestros sectores”, manifestó. En su opinión, el Pacto tiene como objetivo “hacer cumplir los acuerdos” existentes y las normas constitucionales conseguidas “en base a la lucha”.
La principal organización indígena del país, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), se mostró abierta al diálogo con el Presidente, pero exige primero que se resuelva “la cuestión de los indígenas encarcelados por la protesta social”, tal como lo anunció su máxima autoridad, Jorge Herrera. El dirigente indígena denunció que “los que están detenidos, encarcelados, sentenciados, no son personas que han cometido un delito, simplemente ha sido una forma de amedrentarlos, una forma de callar a un pueblo”. Sin embargo, varias colectividades que forman parte de la Conaie no comparten esa visión y ya se sumaron a las mesas de trabajo con el Presidente. Las diferencias internas en el movimiento indígena son notorias.
Agenda de gobierno
Para el cumplimiento del programa que llevó a Lenín Moreno al poder es fundamental la mayoría legislativa que sostiene Alianza País. Entre los ejes de trabajo para estos cuatro años de mandato, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional (AN), José Serrano, destacó: la apertura política, la preparación de una agenda legislativa coherente con las propuestas de campaña, la “consolidación de un bloque democrático para garantizar gobernabilidad”, el liderazgo colectivo y el fortalecimiento de las relaciones internacionales.
La agenda legislativa que lleva adelante Alianza País tiene como prioridades temas como el Código de la Salud, beneficios para adultos mayores y personas con discapacidad y un ambicioso proyecto de construcción de viviendas prometido por Lenín Moreno. También será debatida la ley de Educación Intercultural para fortalecer la formación docente y ampliar el acceso a este tipo de educación, y la Ley Especial Amazónica.
En cuanto a la aplicación del reglamento de la Asamblea Nacional, Serrano fue tajante: aseguró que no permitirá que las bancadas de oposición usen “el show mediático” dentro del recinto. “Seremos respetuosos, pero intolerantes antes quienes difamen”, concluyó.
Por el lado de la oposición, el tema que unifica a los distintos bloques es la reforma de la Ley de Comunicación, con la que buscan presionar al nuevo gobierno, impulsados por la prensa ecuatoriana.
Despedida con advertencia
El sábado 20 de mayo, desde el Parque Samanes de Guayaquil, su ciudad natal, Rafael Correa ofreció su último informe sabatino a la población ante más de 10 mil personas que se acercaron a despedirlo. Fue su última presentación pública como presidente ecuatoriano, antes del traspaso de mando a Lenín Moreno.
Durante una década, Correa ofreció semanalmente el Enlace Ciudadano desde distintos puntos del país, con gabinetes itinerantes. Fue su manera de recorrer Ecuador, llevar el gobierno a todos sus rincones y mantenerse en contacto permanente con la población, ante la fuerte oposición de la mayor parte de los medios de comunicación.
“Cada sábado (hemos) informando a nuestra gente sobre lo que hemos hecho, para cumplir con el mandato que nos dieran en las urnas”, recordó el ex presidente en su Enlace número 523. “Es un signo más de la nueva democracia que vive el país, que ya no es la democracia formal, reducida a elecciones cada cierto tiempo, sin participación del mandate”, reivindicó. “Estoy seguro que con Lenín continuará la Revolución y el informe permanente a nuestro pueblo de lo que haga el Gobierno”, completó.
Pese a tratarse casi de una despedida, Correa tomó muy seriamente su última rendición de cuentas semanal, remarcó críticas y advirtió sobre el mayor desafío que enfrentó y enfrentará la Revolución Ciudadana en el período 2017-2021: “Nuestro principal adversario ha sido la prensa mercantilista, corrupta, que nos ha intentado engañar constantemente”, remarcó.
Al abordar la coyuntura actual, señaló que “molesta cómo se quiere legislar desde los titulares de la prensa, cómo los dueños de los medios se creen dueños del país y con derecho de poner el programa de gobierno, la agenda legislativa”. Repudió que ahora la prensa ecuatoriana intente mostrar que la Ley de Comunicación es el principal problema del país y su población. “A no caer en la trampa”, señaló ante la presencia de asambleístas de Alianza País, tras advertir que las prioridades legislativas las deben fijar las demandas ciudadanas y no los medios de comunicación comerciales. “¡Todos a luchar contra la prensa corrupta, contra la oposición mentirosa!”, lanzó.
Para enfrentar las campañas mediáticas contra el Gobierno y los ataques opositores que se hacen en base a mentiras evidentes –como la denuncia de fraude electoral– Correa resaltó que es fundamental crear una mayor conciencia política y ciudadana, tarea en la que Alianza País tiene un rol fundamental. “El pueblo ecuatoriano tiene que luchar para tener medios de comunicación que respeten el derecho a la información”, agregó tras considerar que “una mala prensa es mortal para la democracia”.
En esta nueva etapa, y mediante el uso de los medios de comunicación, distintas organizaciones buscarán exigir demandas para torcer el rumbo de Gobierno. Por ejemplo, sectores empresariales ya promueven una flexibilización laboral “para defender el empleo”. Frente a estas presiones, Moreno estará obligado a fijar posturas claras y consolidar el contenido programático de su gobierno. Múltiples desafíos se abren en Ecuador.