30 octubre, 2017
category: EDICIONES IMPRESAS
Ciclo de cine colombiano en Buenos Aires
El cine colombiano, fomentado por una legislación moderna, tuvo espacio en la capital de Argentina. Largos, cortos y mediometrajes de un sitio prolífico de América.
El Festival de Cine Colombiano en Buenos Aires se llevó adelante en octubre con una programación que incluyó largos, cortos y mediometrajes colombianos recientes. Las proyecciones tuvieron lugar en tres espacios característicos de la capital argentina: Cine Gaumont, Centro Cultural San Martín y Manzana de las Luces. El encuentro, con entrada libre y gratuita, fue coproducido por Cine.ca y Cine Fértil.
Cuando en diciembre de 2016 un grupo de jóvenes cinéfilos y amigos discutía por qué no había un ciclo de cine colombiano en la capital argentina, no imaginaban que un año después el festival iba a ser una realidad. Cine.ca nació de las ganas de estos jóvenes de dar a conocer el cine colombiano en la ciudad que eligieron para vivir.
Ellos se preguntaban por qué existían festivales de cine de casi todas las nacionalidades pero no había un espacio destinado al cine de Colombia, país que tiene en Buenos Aires una comunidad importante. A esto se sumaban las ganas personales de todo el equipo de ver proyecciones colombianas que no se encontraban en los cines porteños. A partir de esta conversación nació el impulso para materializarlo en dos ciclos: uno en agosto y otro en octubre.
La idea de las dos muestras y del festival es presentar producciones cinematográficas originarias de Colombia de los últimos años que reflexionan sobre la complejidad y la riqueza de la cultura del país. “Comprendemos al cine como una herramienta para mostrar la diversidad de Colombia, buscando afianzar más los lazos de coproducción entre Colombia y Argentina”, explicaron sus organizadores. Antes de cada largometraje se mostró un cortometraje previamente elegido mediante convocatoria para conocer a los directores emergentes.
Primer ciclo
Entre el 15 de agosto y el 1 de septiembre se realizó el primer Ciclo de Cine Colombiano que, según sus organizadores, comprende al cine como una herramienta para mostrar la diversidad de Colombia y se propone acercar los distintos géneros cinematográficos al público porteño. La película que abrió este festival fue La Tierra y la Sombra de César Augusto Acevedo.
Según los organizadores el cine colombiano está viviendo su mejor momento: en 2010 hubo en el país tan sólo 10 estrenos de películas nacionales mientras que 2016 marcó un récord gracias al estreno de 41 largometrajes colombianos. Además, por primera vez, el país obtuvo una nominación a los Premios Óscar con la película El abrazo de la Serpiente, del director Ciro Guerra.
Dago García, realizador y productor de cine, señaló que “el buen momento por el que pasa el cine colombiano es el resultado de tres cosas fundamentales: la llegada de sangre nueva a la cinematografía, con jóvenes realizadores muy buenos; la posibilidad que ofrecen las nuevas tecnologías que han facilitado la producción de cine y, por último, el marco jurídico o las leyes de cine, que son ejemplares y que han permitido que muchas personas que antes no podía hacer películas hoy en día lo puedan hacer”.
“Entonces en ese orden de ideas podemos decir que gracias a todo esto el cine de Colombia se encuentra muy bien posicionado en la Industria”, completó.
El mencionado Ciro Guerra, director de El Abrazo de la Serpiente, señaló que Colombia está trabajando muy fuerte en materia legislativa para las artes. Un resultado de ello –dijo– son las dos leyes de cine que se encuentran establecidas y que benefician de manera sustancial a los nuevos productores. “Este trabajo continúa con el trámite de otras leyes ante los entes gubernamentales que serán fundamentales en la industria del cine en Colombia”, subrayó.
Entre las películas destacadas que se presentaron en este primer festival se cuentan La Tierra y la sombra, ganadora de la Palm D’Or de Cannes 2015, del director César Augusto Acevedo; Oscuro Animal, de Felipe Guerrero, ganadora del Premio de la mejor película en el Festival de Cine de Lima de 2016; y El vuelco del cangrejo de Oscar Ruiz Navia, ganadora del Premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci) en la sección Forum en el 50º Festival Internacional de Cine de Berlín en el 2010. Algunas de las proyecciones del Ciclo estuvieron acompañadas por charlas y debates de los directores.
Segundo ciclo
El segundo ciclo se abrió con Destinos (2016), de Alexander Giraldo, que cuenta cinco historias que se entrelazan en la búsqueda de los sueños, la nostalgia del pasado y la vida que pasa frente a nuestros ojos. Un boxeador quiere algo más que un triunfo. Un ex presidiario necesita retomar el rumbo tras 30 años. Un barrendero que tiene un único sueño. Un ayudante de construcción dedicado a otros. Una mujer que renuncia a la música por culpa del dolor. Estas cinco personas se darán cuenta que a veces mirar al futuro es la única forma de recuperar el pasado. Destinos fue acompañada por el corto El Glitch (2017), de Martín Jinete.
La segunda película proyectada fue Una Mujer (2016), de Daniel Paeres y Camilo Medina. Gabriela regresa a Bogotá después de un largo viaje. Se reencuentra con un viejo amigo que la conduce a Felipe, un amor del pasado que ahora vive con su hijo y su novia. Pero ella ha regresado por una razón y está dispuesta a todo para conseguirlo. Cosas que pasan (2015), de Oscar Florez Fonseca fue el corto que la acompañó.
El domingo 22 de octubre se pudo ver Eterno retorno (2017), de Julián Ospina Córdoba. Reconstrucción de una historia a larga distancia. Un actor colombiano se las arregla para recoger sus pasos en Nueva York y su suerte lo deja parado frente a un grupo de inmigrantes hispanoamericanos decididos a tomar con él un taller de actuación. Gueê (2016), de Paola Lamprea Cardona fue el corto acompañante.
El 29 de octubre fue proyectada Aislados (2016), de Marcela Lizcano.
Quinientas cuarenta personas habitan una isla del tamaño de media manzana. Aislados nos lleva a la isla artificial más densamente poblada del Caribe colombiano. Allí no hay policías, ni curas ni conflicto armado. Hay 97 casas en las que viven 18 familias. Una escuela y una plaza pequeña con una cruz en el medio que hace honor a su nombre: Santa Cruz del Islote. La llegada de la modernidad y la posibilidad de un desalojo los hace despertar como comunidad para enfrentarse a las nuevas posibilidades que les plantea el futuro. Aislados reflexiona sobre el papel del hombre con su entorno, convirtiendo esta isla en una metáfora de nuestro mundo. Carta para el futuro (2016), de Vanesa Castiblanco fue el cortometraje elegido.
Los jóvenes organizadores que se animaron a proyectar sus deseos de compartir el cine que los mira como colombianos y latinoamericanos celebraron este ciclo y anticipan la concreción de nuevos sueños. Reseñan que el Festival fue coproducido por Cine.ca y Cine fértil, gracias al aporte de la embajada colombiana en Buenos Aires, Proimágenes Colombia, La Manzana de las Luces, El Cultural San Martín, Cine Club el Núcleo, Cineplex Colombia, Sudestada Cine, Contravía Films, Mutokino, Burning Blue, 3da2 animation studios y Luis Ospina.
Fuente: www.festivalcinecolombiano.com
Quiénes forman Cine.ca
Los integrantes de cine.ca y organizadores de los ciclos son:
Daniel Saldarriaga (Co director ejecutivo – Director Artístico),
Mónica Castellanos (Co directora ejecutiva – diseñadora gráfica), Lara Proelss (productora ejecutiva),
Sorina Gajewski (Coordinadora Audiovisual),
Johannes Guevara (coordinador de fotografía).