El presidente de Argentina, Alberto Fernández, pidió la renuncia de su ministro de Salud, Ginés González García, luego de que se hiciera público que había facilitado la vacunación de varias personas, por encima del orden dispuesto en el plan nacional contra el coronavirus.

El mandatario instruyó al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, para que solicite la dimisión del funcionario, un experimentado sanitarista quien encabeza la cartera de Salud desde diciembre de 2019 y que ocupó la misma cartera en otros dos Gobiernos.

El escándalo estalló luego de que el periodista Horacio Verbitsky (79 años) relatara en su programa de radio que, luego de llamar al ministro González García, recibió el jueves la primera dosis de la vacuna Sputnik V en la propia sede de la cartera sanitaria.

«Mi viejo amigo Ginés González García, a quien conozco desde mucho antes de que fuera ministro, me dijo que iba a venir un equipo de vacunadores al ministerio y que fuera allí a darme la vacuna», señaló.

Minutos después de que estallara el escándalo, Verbitsky fue despedido de Destape Radio, la emisora allegada al oficialismo donde el reconocido periodista tenía su espacio.

También el diputado nacional Eduardo Valdéz, del oficialista Frente de Todos, confirmó que recibió la vacuna en el Ministerio de Salud, antes de realizar un viaje oficial a México.

También fue vacunado el senador oficialista Jorge Taiana, que integraba la misma la comisión de Relaciones Exteriores que viajaría a México.

Según fuentes oficiales, el Gobierno resolvió que Valdéz y Taiana ya no serán parte de la delegación argentina que encabezará el canciller Felipe Solá quien, se aclaró, ya fue vacunado pero dentro del listado regular.

Según versiones que la prensa argentina, la misma metodología habría sido aplicada con otros allegados al Gobierno, entre dirigentes sindicales y familiares.

El presidente Fernández, el ministro González García, la vicepresidenta Cristina Fernández, y gobernadores de provincias se habían vacunado públicamente con la Sputnik V.

En aquel momento, apenas llegaron las primeras dosis, la decisión se tomó públicamente para combatir la campaña de falsedades de la oposición respecto de la efectividad del desarrollo del instituto Gamaleya.

Esta vez, la situación es diferente, ya que se trata de una iniciativa del ministro de Salud para facilitar el acceso a vacunas de allegados que no estaban en la lista ni se habían anotado previamente para recibirla.

La noticia en audio (Voz: Salvatrice Sfilio)