Argentina: mayor secuestro de armas en tres décadas
Granadas, minas anti-tanques, fusiles de asalto, ametralladoras pesadas, rifles de francotiradores y hasta un cañón antiaéreo fueron secuestrados este miércoles en Argentina en el marco de una operación internacional contra el tráfico de armas.
En total son más de 2.500 las armas y 30 mil las balas incautadas por la Gendarmería y los organismos nacionales que participaron en los 52 allanamientos realizados. Por lo menos 15 personas ya fueron detenidas.
El inédito operativo tuvo lugar simultáneamente en localidades de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Río Negro, Santa Fe y Santiago del Estero, a la vez que fue complementado por acciones paralelas en Estados Unidos y España, en el marco de una investigación iniciada en octubre del año pasado.
El circuito
El destino final del armamento era Brasil, donde operan grandes organizaciones criminales, y Argentina era uno de los países de enlace.
Las piezas llegaban desde Estados Unidos y Europa a la Argentina para ser montadas y luego traficadas hacia Brasil a través de Paraguay.
Se trata de un circuito complejo. En Alemania se compraban los cargadores, que eran trasladados a España y luego enviados a Holanda mediante encomiendas para terminar ocultos en contenedores que llegaban vía marítima hasta Argentina.
Aquí se realizaba el ensamblaje de armas y cargadores, y además se agregaban otras piezas de fabricación nacional que llegaban vía terrestre a Paraguay a través de una empresa de transporte de pasajeros. Ya en Paraguay, el cargamento era trasladado hasta la localidad de Pedro Juan Caballero, desde donde ingresaba a Brasil a través de vehículos de gran porte.
La operación internacional para golpear a esta organización de tráfico de armas fue denominada Palak, por el nombre que usaba el buque de bandera portuguesa que transportaba las piezas que llegaban a Argentina bajo el rótulo de ropa deportiva u otros productos.
Antecedentes
El tráfico de armas desde Argentina a Brasil no es nuevo. A comienzos de siglo, fuerzas de seguridad brasileñas decomisaron y mostraron armamento de fabricación argentina que estaba en manos de grupos criminales en Río de Janeiro. La escena volvió a repetirse en 2010 y quedó a la vista que el contrabando nunca se detuvo.
Según trascendió, el grupo narco de Río Comando Vermelho había comprado en un millón y medio de dólares un cañón automático Oerlikon con 100 mil proyectiles que puede disparar 600 veces por minuto y es utilizado solo por las Fuerzas armadas argentinas.
“Esto es un Ejército”, declaró entusiasmada la ministra de Seguridad argentina durante el operativo desde Córdoba, donde se allanó una vieja fábrica de la Fuerza Aérea. Allí había “material para hacer todo tipo de bombas”, según la Ministra.
Armas decomisadas
Fusiles de asalto AK47, SAR80, Famas, Colt M4, FAL, entre otros modelos
Subfusiles tácticos
Bomba Mark 81 de 125 kilogramos
Ametralladoras Browning calibre 50
Rifles de francotiradores Barret M82 calibre 50
Cañón antiaéreo Oerlikon 20 mm con 100.000 municiones
Granadas
Minas anti-tanques
Visores nocturnos
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