Solo en los 77 días que separaron a las primarias de la elección general del 27 de octubre, el Banco Central de Argentina perdió 22,8 mil millones de dólares de reservas. Y este es solo uno de los graves problemas que enfrenta el país en medio de una compleja transición de poder, que culminará el 10 de diciembre con la asunción de Alberto Fernández a la Presidencia.

Apenas terminaron las elecciones, el gobierno de Mauricio Macri reconoció la gravedad de la situación financiera al recortar de 10 mil a solo 200 dólares mensuales por persona el límite para la compra de divisas y a solo 100 dólares para operaciones con billetes en efectivo. Aun con estos montos bajos, los bancos no garantizaron las compras de divisas de todos los solicitantes durante esta semana.

El gobierno estadounidense -principal poder dentro del Fondo Monetario Internacional (FMI)- remarcó tras las elecciones que espera que Argentina cumpla con los compromisos firmados con el organismo multilateral. El FMI autorizó el año pasado el mayor préstamo de su historia y lo hizo en parte para respaldar al presidente Macri, que acaba de ser derrotado en las urnas.

Argentina ya recibió 44 mil millones de dólares en 13 meses, cifra que representa el 47% del total de préstamos otorgados por el FMI en el marco de los 21 programas vigentes con países del mundo hasta la fecha. Además, está pendiente el último tramo de este año, por 5.400 millones de dólares. El mayor problema es que la devolución del préstamo debería hacerse durante el próximo mandato presidencial, que comienza el 10 de diciembre, y ya es un hecho que el acuerdo debe ser renegociado.

Uno de los primeros referentes del llamado Frente de Todos en pronunciarse sobre este punto fue el ex jefe de gabinete y candidato presidencial en 2015 Sergio Massa, que encabezó la lista de candidatos a diputados en la provincia de Buenos Aires. “Macri nos deja un país que vale menos que lo que debe”, dijo sobre el endeudamiento externo y agregó que este gobierno “ya incumplió cuatro veces el acuerdo con el FMI”. Además, apuntó que “el chiste entre las primarias y las elecciones generales a los argentinos les costó 31.500 millones de dólares, entre reservas, medidas y desgobierno”.

La deuda del estado argentino va camino a representar el 100% del PBI. Además, durante estos cuatro años de gobierno de Macri, el nivel de actividad económica por habitante (PBI per cápita) se derrumbó nueve puntos.

A pesar de este escenario sumamente desfavorable y tras una derrota por 16 puntos en las primarias, Macri logró aumentar sus votos y crecer del 33% al 40% el domingo, mientras que Fernández cayó en términos porcentuales del 49,5% al 48,1% de los votos válidos. Esto significa que no tendrá un respaldo tan amplio como esperaba para encarar las enormes dificultades que deja el gobierno saliente.

Por Ignacio Díaz

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