Bolivia: el régimen de facto se sostiene con balas y muertos
Mientras la autoproclamada golpista remitía más dinero a policía y militares, el régimen mataba manifestantes en El Alto.
Mientras la autoproclamada golpista remitía más dinero a la policía y a los militares, las fuerzas de seguridad leales al régimen de facto mataban al menos a tres manifestantes que cortaban un camino de acceso a una destilería.
Según testimonios recogidos por la prensa, los manifestantes habían accedido a despejar la planta de Senkata, en la ciudad de El Alto, cercana a La Paz, aunque el operativo conjunto de militares y policías abrió fuego y provocó muertos y heridos.
El canal ruso RT mostró imágenes según las cuales aún después de retomar el control de la entrada y salida de camiones de la planta, la represión continuó y se produjeron enfrentamientos con los manifestantes.
De acuerdo con un informe de la Defensoría del Pueblo, citado por la prensa local, el operativo dejó al menos tres muertos y cerca de 30 heridos.
RT recogió testimonios en el lugar, entre ellos un médico que prestó los primeros auxilios a una persona que finalmente falleció. «Es lastimoso ver a un compañero morir de esa forma, porque murió en mis manos», dijo.
El profesional señaló que la víctima tenía un disparo en el corazón y denunció que, mientras lo asistía, continuaron los disparos: «No pueden reconocer a un médico cuando está con uniforme y está atendiendo a los heridos», señaló.
Desde el inicio del golpe de Estado contra Evo Morales, juntas vecinales de El Alto aprobaron cercar La Paz para presionar a la líder del régimen, Janine Áñez, a que renuncie y se busque una salida constitucional a la crisis.
Este martes, las manifestaciones en El Alto se incrementaron luego de la fuerte represión contra de una marcha pacífica de cocaleros en Cochabamba, que dejó el pasado viernes nueve personas muertas por heridas de bala y más de un centenar de heridos.
Mientras esto sucedía, Áñez le pidió a su ministro de Gobierno, Arturo Murillo, que evalúe los daños sufridos en las sedes policiales y militares para «iniciar su recuperación».
«He instruido al Ministro de Gobierno que realice una evaluación y cuantificación de las pérdidas y destrucción de los equipos y dependencias de nuestras fuerzas policiales durante las manifestaciones para poder iniciar su recuperación, y puedan continuar con su servicio a Bolivia», anunció.
Desde México, país que concedió asilo político, Morales pidió a «los militares patriotas y nacionalistas dejar de usar contra nuestros hermanos bolivianos el equipamiento que les dotamos con recursos conseguidos gracias a la lucha del pueblo».
«Que las Fuerzas Armadas no manchen su honor con la sangre del pueblo por sostener a un gobierno de facto», agregó en su cuenta de Twitter.
Morales denunció que «el gobierno de facto al estilo de dictaduras militares nuevamente mata a mis hermanos de El Alto que resisten pacíficamente el golpismo y luchan en defensa de la vida y la democracia».
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