China avanza con firmeza en su plan euroasiático
03 julio, 2017
category: EDICIONES IMPRESAS
Habían pasado apenas 24 horas del anuncio de Donald Trump que confirmaba la salida de Estados Unidos –el país más contaminante del mundo– del Acuerdo de París, cuando el primer ministro chino, Li Keqiang, comenzó su gira por Berlín y Bruselas.
En la capital alemana Li se reunión con Angela Merkel, para anunciar que ambos países “alcanzaron importantes consensos para salvaguardar la paz mundial y el multilateralismo, así como para apoyar la liberalización y facilitación del comercio y las inversiones, lo que constituye una señal de estabilidad para el mundo”. Lo más significativo fue el contexto del encuentro: la semana anterior Merkel había protagonizado cruces y críticas públicas con el gobierno de Trump, que expusieron un distanciamiento –al menos temporal– entre ambos países.
Ya en Bruselas, China dio un paso más en su acercamiento a la Unión Europea (UE). Ambas partes defendieron en conjunto la cooperación internacional ante el calentamiento global y el Acuerdo de París abandonado por Washington, que fija metas internacionales para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Mientras China y la Unión Europea se comprometen con las futuras generaciones, Estados Unidos comete un error histórico”, declaró el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la rueda de prensa ofrecida junto al primer ministro chino. A esta edición de la cumbre China-UE, Tusk la definió como “la más exitosa, fructífera y prometedora” en la historia de las relaciones bilaterales.
El representante chino también celebró la cumbre y afirmó que la cooperación entre su país y la UE “será muy útil para un mundo cada día más inestable”. La UE es el mayor socio comercial de China y China es el segundo socio comercial más importante para el bloque europeo, detrás de Estados Unidos. En la mesa de negociaciones se encuentra un importante acuerdo de inversión, que busca ser el primer paso para un posterior acuerdo de libre comercio.
La semana siguiente China dio otro paso en su plan de expansión global, pero desde el continente asiático. Durante la cumbre de jefes de Estado de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), creada formalmente hace 16 años, anunció el ingreso de India y Pakistán, que se suman a Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
El bloque asiático tiene como pilares la seguridad regional y la cooperación económica y cultural. Por eso la entrada de India y Pakistán, países vecinos con grandes tensiones mutuas, significa un paso clave para intentar estabilizar la región. India ya comparte una alianza estratégica con Rusia y China a través de los Brics, mientras que Pakistán y China han estrechado fuertemente sus relaciones bilaterales durante los últimos años.
De esta manera, la OCS parece sumarse al marco de la iniciativa más ambiciosa del continente, promovida por China: la nueva Franja y Ruta de la Seda, que busca relanzar las relaciones comerciales en toda Eurasia –y más allá– mediante la construcción de vías férreas, puertos, oleoductos y gasoductos entre otras infraestructuras.