«Colombia tiene al menos cinco conflictos internos»
Actualmente en Colombia “no hay uno, sino al menos cinco conflictos (…) La situación es ahora más compleja que en el momento de la firma del acuerdo de paz». La frase es del responsable en Colombia del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Christoph Harnisch, al presentar un duro informe sobre la situación en el país.
Alertó que «varios departamentos del país han experimentado un claro deterioro de la situación humanitaria» y que los varios conflictos que convergen involucran a las fuerzas del Estado y a la guerrilla del ELN, así como a disidentes de las FARC y remanentes de grupos insurgentes y paramilitares de ultraderecha.
“La realidad es que en Colombia no se puede hablar de posconflicto” dijo Hernisch, en referencia a los compromisos aún pendientes de cumplir tras el acuerdo de paz suscrito a finales de 2016 con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Detalló que entre las zonas más castigadas por el recrudecimiento de la violencia están Tumaco, en la frontera con Ecuador, y la región de Catatumbo, en los límites con Venezuela, donde se concentran las mayores extensiones de narcocultivos del país.
Una de las denuncias más graves que señala el informe 2018 de CICR es que en los territorios donde persisten los enfrentamientos armados se disparó el desplazamiento de civiles hasta en un 90%.
Como ejemplo, señala el relevamiento, en 2017, 14.594 personas debieron huir de la guerra y en 2018 este fenómeno afectó a 27.780 pobladores. Desde el comienzo de la violencia, hace más de 50 años, más de cinco millones de colombianos debieron abandonar sus viviendas.
Harnisch se refirió también al creciente y permanente hallazgo de minas antipersonales, utilizadas durante décadas de conflicto armado.
“Pensábamos que después de 2017 esto iba a desaparecer y pasó lo contrario. Registramos una utilización más intensa de los artefactos”. Las víctimas por minas y artefactos explosivos pasaron de 57 en 2017 a 221 en 2018.
El informe también advirtió que el desarme de las FARC y su transformación en partido político dejó un vacío de poder en territorios que el Estado no ocupó, lo que dio lugar a disputas entre los grupos que siguen en conflicto.
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