Corea del Sur revisa relaciones con Washington y Corea del Norte
30 mayo, 2017
category: EDICIONES IMPRESAS
La llegada al gobierno de Corea del Sur del socialdemócrata Moon Jae-in abrió una etapa de revisión de sus relaciones internacionales, entre ellas con Estados Unidos y con Corea del Norte. El asunto formó parte de las promesas de campaña para las elecciones del pasado 9 de mayo.
El nuevo Ejecutivo anunció a la prensa el 22 de mayo que planea “revisar de forma flexible” varios programas de cooperación “siempre en la medida en la que no se violen las sanciones internacionales” aplicadas a Corea del Norte como castigo por sus pruebas de armas nucleares.
Una de las primeras actividades previstas por el gobierno de Seúl es reanudar la asistencia humanitaria al país vecino y avanzar con otros programas de cooperación intercoreanos. El objetivo es “mantener los vínculos entre los países vecinos” y “contribuir a la estabilidad en la península de Corea”.
Durante la campaña, el nuevo presidente Moon Jae-in se mostró favorable a revertir la suspensión casi total de los acuerdos con norcorea aplicada por su antecesora, Park Geun-hye, en represalia por las pruebas militares de Pyongiang. La paralización de cooperación se produjo en enero de 2016 e incluyó el cierre de un polígono industrial conjunto donde trabajaban miles de obreros de ambos países.
El 21 de mayo Corea del Norte probó con éxito el proyectil balístico de medio alcance Pukguksong 2, el segundo ensayo realizado en una semana y el octavo test de misiles en lo que va de año. Corea del Sur junto a Estados Unidos y Japón solicitaron una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para analizar este tema. El misil alcanzó “una altitud máxima de 560 kilómetros y recorrió una distancia de 500 kilómetros”, según el Estado Mayor Conjunto surcoreano.
El nuevo mandatario, del Partido Demócrata de Corea del Sur, es un abogado liberal y defensor de derechos humanos que también fue soldado de las fuerzas militares especiales del país. Obtuvo alrededor del 40% de los votos y superó por amplio margen a los otros 12 candidatos.
Su triunfo se produjo dos meses después de la destitución por impeachment de Park Geun-hye, que está presa y enfrenta un juicio por corrupción que podría terminar con una sentencia de cadena perpetua. En el caso también fue acusado el presidente de la compañía más importante del país: Samsung.
El nuevo primer mandatario trazó dos misiones principales: recuperar la economía de la 11a potencia económica mundial y restablecer el diálogo con el gobierno de Kim Jong-un, en medio de las amenazas de guerra entre ambos países. Entre sus promesas de campaña se destacaron el anuncio de crear más empleos públicos y hacer frente al desempleo juvenil, la corrupción estatal y la polución ambiental. Una promesa especial de campaña fue repensar las relaciones estrechas que Corea del Sur mantiene con Estados Unidos. Tras resultar electo Moon reiteró que abordará ese tema en los próximos meses.
En las elecciones surcoreanas Washington apoyó más decididamente al candidato conservador, que terminó en segunda posición, para mantener la fuerte presión contra Pyongyang.