COVID-19: ¡todos somos sospechosos! - Por Carlos Torrealba Pacheco
"Tenemos que combatir la amenaza latente de contraer el virus actuando con la mayor racionalidad y solidaridad".
09 julio, 2020
category: FORO DEBATE
En función a la amenaza constante de la Pandemia Covid 19, el año 2.020, ha sido un período que ha dado cabida a emociones negativas, preocupaciones, incertidumbres, angustias, etc. Todas estas emociones subalternas, nos convocan a enfrentarlas y utilizar nuestra LÓGICA Y RACIOCINIO, que es lo que nos diferencia de los animales inferiores, es decir tenemos que combatir la amenaza latente de contraer el virus actuando con la mayor RACIONALIDAD, y con un sentido de solidaridad con todos nuestros semejantes que están viviendo las mismas circunstancias adversas que nosotros. Esto es tan cierto, que se ha demostrado clínicamente que los estados mentales donde predomina la angustia, el pesimismo, etc son propicios para que nuestro sistema inmunológico desmejore y seamos más proclives o susceptibles a contraer enfermedades. La lógica elemental nos induce a cuidarnos, para así proteger a nuestra familia y a su vez proteger a toda nuestra sociedad.
En Venezuela, el gobierno tomó medidas de aislamiento social antes que se presentase el primer caso, igualmente se han realizado intensas jornadas de desinfección en lugares públicos, edificaciones , etc. Pero también como en pocas partes en el mundo, disponemos del Sistema Patria, que posee una data de DIEZ OCHO MILLONES DE PERSONAS APROX. (18.000.000.00), el cual permite una información invalorable, y se utiliza para realizar encuestas con respecto a la enfermedad y proporciona una valiosa data que facilita la toma de decisiones, así de acuerdo a la sintomatología que señalen las personas en cuestionarios, se logra una detección y alerta temprana, que permite asignar tratamientos a quien se le detecta el virus, pero permanece asintomático, lo que evita que esas personas precozmente identificadas se conviertan en focos explosivos de contagio exponencial . En virtud de las razones expuestas es que en Venezuela tenemos uno de los índices más bajos de contagio en el mundo y eso que por rutas ilegales (trochas) ingresan de Colombia y Brasil, muchas personas infectadas, por lo que se han extremado las medidas de vigilancia y control militar en las fronteras, no obstante, insisto en que un bombardeo de los accesos ilegales evitaría en alto porcentaje el ingreso de personas enfermas, aparte del consabido contrabando de drogas, ingreso de delincuentes y paramilitares, etc
Cuando señalamos en el título de estas notas: Covid-19. ¡Todos Somos Sospechos!, simplemente, queremos alertar sobre estricto cumplimiento de las medidas para evitar la propagación de la enfermedad. Debemos tomar consciencia de que se encuentra en peligro nuestro bien más preciado que es NUESTRA VIDA, por tanto, no sólo es función del Gobierno mantener una constante campaña de divulgación de las normas de prevención y velar por su estricto cumplimiento, además la amenaza potencial a nuestras vidas nos otorga el DERECHO, oígase bien el DERECHO, de recriminar la conducta antisocial de terceros que violentan y relajan las normas, ello nos lleva a convertirnos en agentes divulgadores y promotores del cumplimiento de las reglas establecidas.
Estamos contestes en que cumplimos con todas las recomendaciones para evitar infectarnos, pero al salir a la calle no sabemos sí las personas con las que nos relacionamos cumplen también con las normas preventivas, luego por el bienestar nuestro y de la colectividad en general, debemos exigir su cumplimiento. Mediante la observación he notado que vendedores ambulantes y muchos comerciantes en general no se cubren la nariz con el tapabocas, barbijo o mascarilla, debe ser que como comúnmente se le llama tapa boca, creerán que es solo para eso?, muchos aducen que es que les impide una buena respiración, y es posible que excepcionalmente ello suceda, pero en la gran mayoría de los casos se trata de personas desaprensivas, descuidadas e inconcientes que no tienen la menor noción de la amenaza letal que se cierne sobre su vida, y la de su entorno, sí contraen el virus y se convierten en agentes difusores de tan letal pandemia; en fin dichas personas definitivamente, son las mejores aliadas para la expansión y propagación de la enfermedad, ya que hasta hoy solo se puede contener la cadena de contagio del Covid-19, practicando todas las medidas recomendadas como son: el uso del tapaboca, barbijo, mascarilla, guantes, lavado de manos, tomando todas las medidas de desinfección y asepsia en el hogar, distanciamiento social de por lo menos 1.50 mts. aprox. . En este sentido, insisto de que sí el virus se introduce por las mucosas de la boca, nariz, y ojos, es preciso también la protección del globo ocular, hecho que en el mundo en sentido general no se ha recomendado con la fuerza de divulgación que su importancia como medida de protección reclama, y por tanto, debió haber recibido una extensa campaña publicitaria universal, tan profusa como la de los tapabocas, ya que desempeñan idéntica función, la cual es protegernos de contraer la infección., prueba fehaciente e irrefutable de que mediante los ojos hay comunicación por conductos internos hacia la garganta, etc, ello l observamos cuando nos colocamos colirios, los cuales se desplazan y notamos cuando llegan a nuestra garganta. Espero con la ayuda de DIOS, que lo más pronto posible se recomiende universalmente la protección ocular, ya que debido a lo señalado es muy posible que un número incalculable de personas confiando en la seguridad de la mascarilla se hayan descuidado e infectado por esa vía.
En Venezuela, a principios de la pandemia notamos que un sector de opinión con intereses perversos e inconfesables difundió mediante “ANÓNIMOS”, la inutilidad de utilizar el tapabocas, y han insistido en que este es fuente o crea un ambiente propicio para el cultivo de bacterias, pero está demostrado científicamente que la mascarilla evita el contacto de las mucosas de la boca y de la nariz con el letal virus e igualmente impide que particulas provenientes de nuestra boca afecten a otras personas. En el mismo orden de ideas, con intención malsana y criminal se han dedicado a difundir información no documentada, sin fuente confiable alguna, presentando cifras y hechos inexistentes, tendientes a crear pánico, terror, inseguridad, etc todo para hacer el mayor daño posible. Otros aducen que nadie, incluyendo el Estado puede obligarlos a usar esos protectores, olvidándose que el bienestar colectivo prela o está por encima de la libertad individual y que todos como miembros asociados tenemos la obligación de cooperar por el bienestar de la sociedad en su conjunto. Es nuestro deber no difundir información no oficial, anónima, que no esté bien documentada, etc para no transformarnos inconscientemente en difusores del terror y hacerle el juego a criminales que actúan en laboratorios especializados en distorsionar la conducta humana, crear neurosis colectiva, etc. Finalmente, como en la vida, normalmente, todo tiene aspectos negativos y positivos, esperamos que esta calamidad universal contribuya a que los pueblos despierten, tomen conciencia, se profundice y expanda el espíritu de solidaridad, convivencia, justicia y equidad que debe reinar entre todos los seres humanos de forma que interactuemos de manera digna, respetándonos mutuamente, a tal punto que se destierre el egoísmo, la soberbia y la prepotencia de aquellos que se creen señalados por ‘’DIOS” para esclavizar, pisotear y chantajear a las personas que conforman los pueblos, en virtud de su poderío económico y su emporio militar, etc retrotrayéndonos a las más oscuras tinieblas de la barbarie en la historia de la especie humana.
ARAR NUNCA ES MALO, AUNQUE SEA EN EL MAR.