05 diciembre, 2016
category: EDICIONES IMPRESAS
Maduro apela al poder obrero-popular de Venezuela
Organización en fábricas y comunas para reactivar la producción y derrotar la guerra económica. La situación es compleja, pero las respuestas ya están en marcha. Etapa crucial para la Revolución.
Termina un año duro para Venezuela en lo económico. El Gobierno se vio obligado a enfrentar la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional y la población sufrió como nunca el asedio de empresarios que han multiplicado la especulación, el acaparamiento e inflado precios en una estrategia de guerra económica para debilitar al presidente Nicolás Maduro.
Se sumaron a esta ofensiva los ataques a la moneda nacional desde el exterior y la pretensión de imponer un bloqueo económico al país. Sin embargo, Venezuela no ha dejado de cumplir sus compromisos financieros internacionales y pagó desde 2015 alrededor de 40 mil millones de dólares de su deuda externa.
Para avanzar en la recuperación económica, el Gobierno ha planteado la necesidad de reforzar cada uno de los 15 motores que componen la Agenda Económica Bolivariana lanzada en febrero. El objetivo principal sigue siendo el mismo desde entonces: reimpulsar la producción nacional y garantizar el abastecimiento normal de productos básicos. En ese camino trazado por la dirigencia chavista, la consolidación de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) es una de las tareas fundamentales para el próximo año.
Impactos sociales
A pesar de las dificultades económicas cotidianas, los altos índices de inflación y los daños que provoca la devaluación inducida del tipo de cambio ilegal, el Gobierno ha enfrentado las consecuencias sociales de la llamada guerra económica. “Ha habido una contención de los efectos, específicamente de la pobreza, y esto ha sido por las políticas sociales”, afirmó la economista e investigadora venezolana Pasqualina Curcio.
En el plano industrial, donde las empresas públicas y privadas han sido llamadas a producir para diversificar la economía, algunos opinan que la línea de acción marcada por la Agenda Económica Bolivariana ha sido exitosa. Así lo considera, entre otros, el presidente de la Federación de Industriales, pequeños, medianos y artesanos de Venezuela (Fedeindustria), Orlando Camacho. Medidas importantes han permitido recuperar la producción de algunos sectores y aumentar las exportaciones no petroleras.
Para resolver uno de los principales problemas, el Gobierno trabaja junto a distintos actores en la consolidación de un nuevo sistema de precios que se apoya en los verdaderos costos de los productos. Esto posibilita que muchos productos comiencen a aparecer en los anaqueles, aunque a precios más altos de los que hasta hace poco eran los oficiales, altamente subsidiados. Inevitablemente se generó cierto malestar en la población, por el impacto sentido en el bolsillo venezolano. “El gobierno nacional apuesta por un sistema de precios que proteja a todos los actores y evite la especulación”, explicó el ministro de Agricultura y Tierras, Wilmar Castro Soteldo.
Consciente de esto, Maduro ha buscado proteger los ingresos de las familias más afectadas. Durante el año el salario mínimo tuvo cuatro aumentos integrales por decreto; subieron los montos de las tarjetas de Misiones Socialistas para las familias menos favorecidas; se ajustaron los tabuladores de sueldos de la administración pública; se destinaron recursos para el pago de utilidades a pensionados y trabajadores públicos.
Otra medida para dar protección a la población fue el lanzamiento de un plan complementario de abastecimiento, que permite la adquisición de productos importados a un precio más bajo en comparación con los que se ven en el mercado especulativo de alimentos. Con esta acción se pretende debilitar a las mafias revendedoras y contrabandistas (bachaqueros).
Todo el poder a los Clap
El Presidente continúa a la cabeza de las acciones a través del decreto de Estado de Excepción y Emergencia Económica que se prorroga desde mayo. Este instrumento legal le permite tomar las medidas necesarias para defender a la población ante el desabastecimiento y la especulación. Atender y apoyar a los Clap, a las empresas públicas y privadas e impulsar la inversión son los ejes fundamentales.
A mediados de noviembre, los Clap arrancaron una fase de expansión, con el fin de llegar a más familias e incrementar la oferta de productos. Freddy Bernal, jefe del Centro de Mando y Control Nacional de estos comités, informó que han avanzado en el abastecimiento de alimentos para casi el 60% de la población. Ya hay 25 mil Clap activados, con llegada a cuatro millones de familias. Ahora, la tarea de los Clap trasciende la mera producción y distribución de alimentos y productos. Tienen la labor esencial de informar y formar al pueblo sobre las potencialidades productivas. Lo hacen a través de una revista, un programa de radio y pronto lo harán también desde un programa propio de televisión, informó Bernal.
Durante las dos primeras semanas de noviembre llegaron al Puerto de La Guaira, el principal del país, más de ocho mil toneladas de alimentos, junto a los primeros contenedores de artículos navideños. En paralelo se dio inicio a un plan nacional contra la especulación, con más de 22 mil Clap, 5.734 voceros especiales y tres mil fiscales de la Superintendencia de Precios Justos (Sundde), según anunció el Presidente durante un acto de juramentación de los llamados Consejos Productivos de Trabajadores (ver recuadro).
“No permitiremos que la burguesía nos robe la Navidad”, se convirtió en una consigna central de los revolucionarios. La activación en casi todo el territorio nacional de Ferias Comunitarias Navideñas y el impulso del plan “Hagamos una Vaca”, al cual se han sumado más de mil Clap, permitirán garantizar el plato navideño de la familia venezolana, la hallaca.
Diálogo económico y producción
La población recibió con optimismo el inicio del diálogo entre el Gobierno y la MUD, especialmente el compromiso asumido entre las partes para trabajar por la economía venezolana. Pero las únicas iniciativas para hacer frente a las dificultades provienen del oficialismo.
En números, se estima que para el período 2017-2019 habrá una producción vegetal equivalente a 4,33 mil millones de dólares. El alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, informó que para el cierre de este año se espera alcanzar las siete mil toneladas de producción en rubros alimenticios en la ciudad, lo que representa el doble respecto de 2015. Y para el año próximo se prevé superar las 56 mil hectáreas del plan Siembra Comunal alcanzadas este año . El Ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Jesús Faría, no duda en afirmar que “a partir de 2017 habrá una recuperación progresiva de la economía y del aparato productivo”.
Otro punto que espera solución es el cambiario. El Gobierno implementa políticas de simplificación en vistas de poder volver a tener un tipo de cambio único. Pero no se descarta la posibilidad de aplicar un mecanismo cambiario especial en la frontera, para hacer frente a los ataques contra la moneda venezolana que se hacen desde el exterior. También se avanza en planes para emitir billetes de mayor denominación.
Las fuerzas revolucionarias confían en que el próximo año será mejor. El objetivo es multiplicar la producción nacional y recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores. Muchos emprendedores se han sumado a la tarea, algo que se comprueba al ver la variedad de marcas nacionales que se ofrecen en los mercados.
Hay sectores comprometidos con las fuerzas productivas que aportan soluciones en medio de la crisis. La agricultura urbana ha sido una de las experiencias más exitosas. Ante la necesidad, habitantes de todo el país buscaron respuestas propias y la siembra fue una de ellas. Muchos espacios han sido transformados para el cultivo. El resultado es el surgimiento de una oferta de alimentos, y de otros productos e insumos, a un costo menor que en el mercado.
En palabras del presidente Nicolás Maduro, “la derrota definitiva de la guerra económica sería la gran victoria de la revolución, y nos abriría los horizontes hacia procesos de estabilización definitiva del legado del comandante Hugo Chávez”. El país quiere enrumbarse hacia esa gran victoria frente a la guerra económica, con más y mejor producción.