El Congreso de Brasil aprobó la privatización de Eletrobras
La Cámara de Diputados de Brasil aprobó por, 258 votos a favor, contra 136, el proyecto de privatización de Eletrobras, la mayor compañía eléctrica de Latinoamérica, impulsado por el Gobierno de Jair Bolsonaro.
La medida ya había sido aprobada hace unas semanas por la misma Cámara, pero después fue modificada por el Senado por lo que tuvo que volver a ser refrendada por los diputados.
Al tratarse de una segunda votación de la Cámara, los diputados solo se encargaron de analizar los cambios realizados por los senadores, sin volver al proyecto original del gobierno.
Esta votación fue una victoria para la agenda del ministro de Economía, Paulo Guedes, que buscaba avanzar en su primera gran privatización.
El modelo de privatización propuesto para la empresa es la capitalización, que prevé la emisión de acciones de forma que se disminuya el peso del Estado en el control de la empresa.
Actualmente, el Estado tiene el 60% de las acciones de Eletrobras, empresa que cotiza en la Bolsa de Valores de San Pablo, pero con la capitalización su participación podría caer hasta el 45%, de forma que dejará de ser el socio mayoritario.
La participación de cada accionista o grupo de accionistas, en tanto, no podrá pasar el 10% y el Estado mantendrá la llamada «acción de oro», usada para que el Gobierno pueda intervenir con su última palabra.
La previsión del Gobierno es privatizar Eletrobras antes de febrero del 2022, tras concluir los trámites necesarios, incluyendo estudios realizados por el Banco Nacional del Desarrollo Económico y Social.
La expectativa es captar hasta 60.000 millones de reales (11.800 millones de dólares), 25.000 millones de los cuales irían a las arcas de la empresa.
El gobierno de Jair Bolsonaro afirma que el resto de ese dinero se destinaría a programas públicos de reducción de tarifas y de desarrollo, según estimaciones de expertos.
Previamente, el grupo Eletrobras deberá desprenderse de la represa de Itaipú y de las plantas nucleares de Eletronuclear, que por determinación constitucional son de gestión estatal.
Bolsonaro y su ministro Guedes defienden la necesidad de privatizar la empresa para que recupere la capacidad de realizar inversiones y mejorar la infraestructura de la red eléctrica del país.
Las entidades de usuarios y sectores de la industria advirtieron que la privatización provocará un aumento en la tarifa de energía eléctrica y que puede poner en riesgo la soberanía energética del país.
Hace un mes, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva pidió al pueblo brasileño tomar conciencia de la gravedad de la venta de la compañía eléctrica y alertó sobre las consecuencias de que el Estado pierda el control de la empresa.
La primera iniciativa para la privatización de Eletrobras nació del presidente no electo Michel Temer luego del golpe de Estado parlamentario contra Dilma Rousseff, aunque en aquel momento la Justicia frenó el plan en 2018.
Hace dos años, Bolsonaro ordenó acelerar los estudios para la privatización de Eletrobras, una de las empresas más preciadas por los grandes capitales brasileños y extranjeros.
La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)
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