El día en que el Grupo de Lima se quedó sin Lima
07 agosto, 2021
category: NOTICIAS, PERU, zBOLETIN SEMANAL, zBS11
Por Adrián Fernández
Con el diario ya escrito resulta sencillo decir que «era algo previsible» que el nuevo Gobierno de Perú anunciara el retiro de su país al autodenominado Grupo de Lima. Pero esa acción «previsible» no debe apartarnos del muy alto valor político que tiene esta decisión.
El sábado amaneció con la noticia dada por el canciller de Perú, Héctor Béjar, cuando anunció el retiro de su país del Grupo, con un argumento irrefutable y políticamente constructivo: el Ejecutivo del presidente Pedro Castillo implementará una política exterior no injerencista.
También puede resultar «previsible» razonar que el Grupo de Lima ya estaba políticamente muerto, sin reuniones y con escasa actividad, más allá de que los medios hegemónicos lo mantenían con vida. Pero eso también es insuficiente para quitarle valor a la gran decisión del Gobierno peruano.
Este sábado sucedió que el país que mal parió al grupo de gobiernos de derecha con el objetivo de acabar con el gobierno venezolano ya no está, ya no será sede, ya no prestará el nombre de Lima, su histórica capital, para acuerdos golpistas.
El impacto no es sólo simbólico. Perú se suma a México, Bolivia y Argentina en la lista de naciones que suscribieron la creación del Grupo de Lima y lo han abandonado en el último tiempo.
Béjar ratificó algo que ya había mencionado apenas asumió como canciller: Perú se unirá a las naciones europeas y latinoamericanas que ya trabajan contra las políticas de bloqueos unilaterales que afectan a Venezuela, sin intervenir con sus distintas tendencias políticas.
En su discurso de asunción, el ministro de exteriores adelantó que el Gobierno peruano retirará del Congreso la solicitud para salir de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Por el contrario, dijo, impulsará su reconstitución y modernización como un organismo de cooperación y consulta que afirme la entidad propia de Suramérica en la política mundial.
Pero hay más: el canciller Béjar anunció que Lima se reinserterá en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En ese espíritu, en concordancia con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, Perú condena los bloqueos y las medidas restrictivas unilaterales que solo afectan a los pueblos, señaló.
El comandante Hugo Chávez explicó muy bien los fenómenos de disputa de poder y relación de fuerzas en América Latina: cuanto más profundas son las decisiones de los Gobiernos populares, más fuerte será la ofensiva de la derecha.
Esto lo sabe, también, el nuevo gobierno peruano. El presidente Pedro Castillo fue sometido a más de un mes de desgaste antes de asumir, entre el día que ganó el recuento de votos y el día en que fue proclamado.
Las voces de la derecha se levantan contra Castillo clamando por una ilegitimidad insostenible pero que cala hondo en ciertos sectores de la población desencantada con su clase política, incapaz de discernir en medio del bombardeo mediático.
Castillo y su gabinete se juegan el Gobierno día a día. El azote mediático es implacable y abundan voceros desestabilizadores.
En este contexto es que el Presidente peruano decide patear el tablero de su política internacional, en especial su política hacia América Latina. Desde fuera del Perú, lo peor que podríamos hacer en estos días es quitarle la verdadera dimensión de lo que se acaba de anunciar.
La noticia en audio (voz: Salvatrice Sfilio)
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