El Gobierno se aferra a los tratados de libre comercio
05 diciembre, 2016
category: EDICIONES IMPRESAS
Uruguay navega en la incertidumbre
Tabaré Vázquez transitó un año complejo, con disputas sociales y políticas. Busca nuevos mercados para reactivar la economía. La derecha se entusiasma con los cambios regionales y ejerce presión.
El Gobierno surfea la complicada situación económica por la que atraviesa. Lo hace con un ajuste fiscal mediante, que busca bajar el déficit a 2,5% del PIB para 2019 (hoy está en 3,5%). Este año debió soportar diversos azotes climáticos, incluyendo el tornado que destruyó un tercio de la ciudad de Dolores, perdió en algunos momentos la mayoría propia en la Cámara de Diputados y tiene sobre la espalda una investigación parlamentaria sobre la gestión en la empresa estatal Ancap –se capitalizó y se nombró un nuevo directorio– y sobre el proyecto de construcción de una planta regasificadora.
En materia de política económica, el presidente Tabaré Vázquez sigue apostando a la inversión extranjera directa –para generar empleo, argumenta– y le quita cargas fiscales para incentivar su llegada. Otros sectores dentro y fuera del Frente Amplio (FA) critican que se continúa primarizando la economía.
Para Antonio Elías, miembro de la Red de Economistas de Izquierda, el problema es que “los principales rubros están en manos extranjeras y no se industrializa casi nada. No se puede decir que las pasteras sean producción nacional. Entonces, somos más vulnerables”. El economista considera que el Gobierno carece de un proyecto de desarrollo y lamenta que no vea que “ningún país funciona vendiendo materias primas”.
El cuadro se completa con el debilitamiento del Mercosur, donde Uruguay terminó por aceptar la decisión de Argentina, Brasil y Paraguay de marginar a Venezuela; la asunción de gobiernos de derecha en el continente y la preocupación especial por la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Al interior del país, la oposición vernácula insiste con algunos temas, en especial denuncia la “inseguridad ciudadana”, abusa de las interpelaciones parlamentarias y golpea donde ve un flanco débil, como en la funcionalidad de la educación media.
Otro actor importante es la central de trabajadores, con la que el Gobierno ha chocado en el último tiempo. Las movilizaciones fueron bastante constantes debido al trancazo que tenía la negociación salarial ante la rigidez de un gobierno que impedía acuerdos, particularmente con sindicatos potentes como el de la construcción (Sunca). La revisión de las pautas enfrió el clima y habilitó un acuerdo entre el Sunca y las cámaras empresariales. Por otra parte, en un hecho inédito, se elaboró un presupuesto estatal tan sólo por dos años: 2016 y 2017. Esto obliga a que a mediados del próximo año vuelva la discusión presupuestal para completar el quinquenio.
De todas maneras, habida cuenta del cúmulo de dificultades presentes, el presidente Vázquez continúa con una buena aceptación ciudadana y mantiene la estrategia del llamado “gobierno de cercanía”, a través de la cual lleva el Consejo de Ministros a distintos punto del país y lo pone en diálogo con organizaciones sociales, empresariales y vecinos de a pie, tal como lo hace Rafael Correa en Ecuador y en algunos aspectos Maduro en Venezuela con el “gobierno de calle”.
Leve mejoría
El ministro de Economía Danilo Astori, que controla las riendas económicas del gobierno frentista desde su llegada al gobierno en 2005, sostuvo que en 2017 el país tendrá un crecimiento del 0,5% y valoró la cifra porque que otros países tendrán resultado negativo. En uno de los últimos Consejos de Ministros, Astori explicó a la prensa que habrá “variaciones graduales, de relativa lentitud, pero lo importante es que Uruguay no deje nunca de crecer y al mismo tiempo pueda incrementar los niveles de crecimiento”.
Con rápidos reflejos, el Gobierno se mueve y toma decisiones. Estableció en su presupuesto una inversión de 12 mil millones de dólares (una porción hay que obtenerla) con destino a infraestructura, que en algunos sitios del país está muy deteriorada o es inexistente. También apuesta fuertemente al montaje de la segunda planta de la pastera UPM. Sobre esta posibilidad, Astori comentó, en el citado Consejo de Ministros, que “será muy importante por las fuentes de trabajo que va a crear”. La posible instalación en cercanías del Río Negro y de la ciudad de Paso de los Toros precipitó la especulación inmobiliaria y de la tierra: alquileres caros, falta de viviendas y terrenos carísimos son parte de la nueva situación.
Una de las preocupaciones del jefe de la economía es la baja de la inflación. Muchos analistas sostienen que ha existido pérdida de poder de compra de los salarios. Entre los instrumentos que aplica el gobierno está “UTE premia”. La eléctrica estatal le descuenta en diciembre a sus usuarios unos 30 dólares para bajar el índice de precios al consumidor en 1%. La baja luego incide en los ajustes que se dan el 1 de enero a los trabajadores públicos. Después de ello vuelven a ajustarse las tarifas de los servicios. Este mecanismo es cuestionado por los funcionarios públicos.
Por estos tiempos se acrecienta, en situación de estancamiento, una fuerte puja redistributiva. Los trabajadores organizados, que se han movilizado durante el año, no resignarán perder beneficios y salario real.
Malestar
Con indicadores sociales que se han deteriorado, miles de personas fuera del mercado y trabajos perdidos, la central sindical viene planteando la necesidad de controlar los precios abusivos de los alimentos. Lo que está detrás es un malestar social latente, que intentan canalizar los sectores sociales organizados. Son evidentes los esfuerzos de articulación entre agrupamientos para potenciar los planteos al Gobierno.
Tres problemas parecen centrales: bajar los niveles de violencia, no obstante lo que se viene haciendo; mejorar la situación de la educación y comenzar a resolver el tema de la infraestructura. Todo esto sin deteriorar salarios ni conquistas sociales.
Algunos investigadores que analizan la problemática de la seguridad, asunto donde la derecha golpea en todo el mundo, creen que el FA “no ha construido un relato alternativo sobre seguridad ciudadana”. Varios sostienen que ya no se ven expresadas las reflexiones críticas en clave de transformación social que históricamente nutrieron el pensamiento progresista y de izquierda en el país.
La respuesta política del Gobierno ante esta coyuntura fue montar el diálogo social para mirar en perspectiva, pero este espacio camina sin mayor entusiasmo. El año próximo vuelve la discusión presupuestal en un mundo cargado de incertidumbre, lo que para países pequeños y dependientes es un gran problema. A ello se agrega el giro a la derecha y los brotes racistas y xenófobos que aparecieron con fuerza.
Desde Montevideo,
Darío R. Techera
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Viajes por el mundo
Con un alicaído Mercosur, el Gobierno pregona una política de “regionalismo abierto” con la que pretende obtener mercados para colocar producción nacional. Está pendiente un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea y aspira suscribir uno con Chile. El presidente Tabaré Vázquez además visitó China en octubre, el principal mercado de exportaciones para Uruguay. El objetivo es alcanzar un nuevo acuerdo comercial, por eso estuvo acompañado por ministros, dirigentes empresariales y sindicales. Los chinos hablan de “TLC inclusivos” y ambos países tendrían el suyo a partir de 2018, probablemente en el marco del Mercosur.
El 24 de noviembre el Presidente inició junto a otra comitiva una gira de 13 días por España, el Vaticano, Austria y Francia, que culmina el 8 de diciembre. Se reunió con el presidente Rajoy y tenía previstos encuentros con el francés Hollande y el Papa.
La cancillería uruguaya examina también incrementar la presencia diplomática y comercial en el continente africano. Todas estas gestiones están vinculadas a la gran incertidumbre que genera la llegada del magnate Donald Trump a la Casa Blanca.